Como cada 3 de diciembre, la ciudad de San Javier volvió a vibrar con una de sus celebraciones más profundas y arraigadas: la fiesta patronal en honor a San Francisco Javier.

La ceremonia fue presidida por el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, Monseñor Matías Vecino, quien concelebró junto al párroco del Santuario, Padre Armando Cattaneo, sacerdotes invitados y otros presbíteros que en distintos momentos formaron parte de la vida pastoral de la comunidad.

Como cada 3 de diciembre, la ciudad de San Javier volvió a vibrar con una de sus celebraciones más profundas y arraigadas: la fiesta patronal en honor a San Francisco Javier.
Luego de un intenso mes de actividades religiosas, culturales y comunitarias, miles de fieles participaron de una jornada cargada de espiritualidad, identidad y tradición, que tuvo su punto culminante con la Santa Misa central frente al Santuario.

La ceremonia fue presidida por el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, Monseñor Matías Vecino, quien concelebró junto al párroco del Santuario, Padre Armando Cattaneo, sacerdotes invitados y otros presbíteros que en distintos momentos formaron parte de la vida pastoral de la comunidad.
Durante su homilía, Monseñor Vecino sorprendió a los fieles al confesar que decidió cambiar por completo el mensaje que llevaba preparado. La decisión surgió tras vivir en primera persona la devoción del pueblo sanjavierino.
Expresó: "Mientras veníamos en la lancha, me di cuenta de que debía cambiar radicalmente la homilía. La manifestación de afecto, fe y pertenencia de este pueblo a su Santo me enseñó más de lo que yo podía decir. Me voy llevando muchas cosas para mi oración personal. Hoy aprendí del cariño de un pueblo por su patrono."

El Obispo destacó también que la fuerza de la fe no surge por mandato, sino desde la convicción interior: "Pablo decía: ‘Anuncio el Evangelio porque es una necesidad imperiosa’. Y lo que vi hoy acá es eso. Nadie los obligó a venir caminando, a subir a una lancha, a peregrinar. Es una necesidad de identidad, de historia y de fe."
Vecino remarcó la profunda unidad del pueblo sanjavierino en esta fecha: "Hoy no hay bandos ni colores. Hoy San Javier es uno solo. Estas experiencias son las que nos muestran la verdad de quienes somos."
Y cerró con un llamado a la misión cotidiana, inspirado en la historia misma de la comunidad: "San Javier nació de la misión jesuítica, de hombres que se animaron a venir hasta aquí. Ojalá muchos se animen a llevar el Evangelio a las ‘tierras lejanas de hoy’, allí donde nadie quiere llegar."
Por su parte, el párroco Armando Cattaneo agradeció profundamente a todos los que trabajaron durante el mes patronal:
"Fue un tiempo intenso, lleno de actividades y de participación. Agradezco a cada voluntario, institución y familia que colaboró para vivir esta multitudinaria manifestación de Fe."
El mes patronal comenzó el 3 de noviembre con la Misa de apertura y la procesión con reliquias e imágenes del Santo. Durante la jornada se presentó además una muestra sobre su vida y obra, acompañada por un encuentro espiritual del Grupo de Oración.

A lo largo de noviembre se desarrollaron: La Misión de los Misioneros Jesuitas del Colegio Inmaculada de Santa Fe. La Misa de los Pescadores. Charlas culturales. Peregrinaciones y encuentros de orquestas juveniles. La corre-caminata solidaria. La bicicleteada nocturna “Llevando la luz de San Francisco Javier”.
El 2 de diciembre se realizó la Caravana de Todos los Santos, la peregrinación en bicicleta desde Santa Fe y la gran Cena Patronal en el Club Huracán.
El día central, 3 de diciembre, inició con el repique de campanas y la bendición de vehículos, homenaje popular en ermita del barrio que lleva su nombre, seguida de la imponente procesión náutica desde Las Moras hasta El Paso (Colonia Criolla), una tradición que convoca a decenas de embarcaciones.
La imagen del Santo fue luego acompañada por la multitud en la procesión hasta el Santuario, donde se celebró la Misa central, este año bajo el lema: “San Francisco Javier, misionero de esperanza”.
La jornada concluyó con un festival artístico que combinó música, danza y expresiones populares, coronando una de las celebraciones más convocantes de los últimos años.