Se registró un récord de casi 40 millones de niños que no recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión en el mundo, según advirtieron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Según esa agencia sanitaria de la ONU y los CDC, de esos 40 millones de niños no inmunizados, 25 millones no recibieron su primera dosis en 2021 y otros 14,7 millones no recibieron su segunda dosis.
Si no están vacunados, los niños pequeños corren mayor riesgo de sufrir complicaciones por el sarampión y morir. También personas que cursan un embarazo y no han sido inmunizadas son un grupo de riesgo.
Este descenso supone un importante retroceso en el progreso mundial para alcanzar la eliminación del sarampión en el planeta y deja a millones de niños expuestos a la infección.
En 2021, se estima que hubo 9 millones de casos y 128.000 muertes por sarampión en todo el mundo. Veintidós países experimentaron brotes grandes y perturbadores.
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Los signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Las personas afectadas pueden tener: fiebre, tos seca, goteo de la nariz dolor de garganta, conjuntivitis, manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en la cara interna de la mejilla, y sarpullido con manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí.
“La paradoja de la pandemia es que, mientras que las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron en un tiempo récord y se distribuyeron en la mayor campaña de vacunación de la historia, los programas de inmunización rutinarios se vieron gravemente perturbados, y millones de niños se quedaron sin recibir las vacunas que salvan vidas contra enfermedades mortales como el sarampión”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“Volver a poner en marcha los programas de inmunización es absolutamente crítico. Detrás de cada estadística de este informe hay un niño en riesgo de contraer una enfermedad prevenible”, señaló el funcionario.
Consideraron que la situación es grave: “el sarampión es uno de los virus humanos más contagiosos, pero se puede prevenir casi por completo mediante la vacunación. Se necesita una cobertura del 95% o más de dos dosis de vacunas que contengan sarampión para crear una inmunidad de grupo que permita proteger a las comunidades y lograr y mantener la eliminación del sarampión”.
El mundo está muy por debajo de eso, ya que sólo el 81% de los niños reciben su primera dosis de vacuna contra el sarampión, y sólo el 71% de los niños reciben su segunda dosis de vacuna contra el sarampión. Estas son las tasas más bajas de cobertura mundial de la primera dosis de la vacuna contra el sarampión desde 2008, aunque la cobertura varía según el país.
Desde 2016, diez países que previamente habían eliminado el sarampión experimentaron brotes y restablecieron la transmisión. “El número récord de niños que no están vacunados y son susceptibles al sarampión muestra el profundo daño que han sufrido los sistemas de inmunización durante la pandemia de COVID-19″, dijo la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky.
“Los brotes de sarampión ilustran las debilidades de los programas de inmunización, pero los funcionarios de salud pública pueden utilizar la respuesta a los brotes para identificar las comunidades en riesgo, comprender las causas de la subvacunación y ayudar a ofrecer soluciones adaptadas localmente para garantizar que las vacunas estén disponibles para todos”, enfatizó Walensky.
En 2021, casi 61 millones de dosis de vacunas contra el sarampión se pospusieron o se perdieron debido a los retrasos relacionados con COVID-19 en las campañas de inmunización en 18 países. Los retrasos aumentan el riesgo de brotes de sarampión, por lo que el momento para que los funcionarios de salud pública aceleren los esfuerzos de vacunación y refuercen la vigilancia es ahora.
En la Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación, UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) llamaron día atrás a la población a sumarse a la campaña nacional de vacunación contra Sarampión, Rubéola, Paperas y Poliomielitis, destinada a niñas y niños de 13 meses a 4 años inclusive. La campaña se extendió hasta el 11 de diciembre.
Se busca mantener la eliminación lograda en el país de sarampión, rubéola y poliomielitis. “El riesgo de reintroducción es permanente ya que los tres virus continúan circulando en otros países de la región y en el resto del mundo, generando un alto peligro de importación de casos”, afirmaron las autoridades sanitarias.
El objetivo de la campaña es alcanzar una cobertura del 95 por ciento o más de la población objetivo en todas las provincias y departamentos, de manera homogénea con la aplicación de dosis adicionales al esquema nacional de la vacuna triple viral y de la vacuna inactivada antipoliomielítica. Esas dosis son adicionales, gratuitas, obligatorias y no requieren orden médica. Además, las dosis pueden coadministrarse con la vacuna contra la COVID-19 y con cualquier otra vacuna del Calendario Nacional, y de esta manera evitar oportunidades perdidas de vacunación.