Las autoridades sanitarias españolas encendieron las alarmas tras detectarse el primer caso autóctono del virus Usutu en un donante de sangre de Mallorca. Se trata de un hallazgo que confirma la circulación local de este arbovirus en el país y que reaviva las preocupaciones sobre la expansión de enfermedades transmitidas por mosquitos en Europa.
Primer caso autóctono
Detectaron en España un virus transmitido por mosquitos en un donante de sangre
El agente detectado apareció durante un control rutinario donde un análisis molecular confirmó la presencia del patógeno capaz de pasar a humanos mediante picaduras.
El virus Usutu, identificado por primera vez en África en 1959, afecta principalmente a diversas especies de aves. Sin embargo, en ciertas condiciones puede llegar a los seres humanos, especialmente cuando se producen saltos entre especies facilitados por vectores como los mosquitos.
Qué se sabe del virus
Aunque este patógeno circula desde hace décadas en distintas regiones africanas, su expansión por Europa se acentuó en los últimos años. Los mosquitos del género Culex son los principales transmisores y cumplen un rol clave en su diseminación. Ellos adquieren el virus al alimentarse de aves infectadas y pueden transmitirlo de forma incidental a personas.
En la mayoría de los casos, la infección cursa sin síntomas o con manifestaciones leves que pasan inadvertidas. Sin embargo, en individuos inmunodeprimidos o con patologías previas, puede desencadenar complicaciones neurológicas. A esto se suma la posibilidad de transmisión a través de transfusiones sanguíneas cuando un donante infectado desconoce su condición.
Este riesgo llevó a que distintos bancos de sangre europeos incorporaran controles específicos durante los meses de mayor actividad de mosquitos. En España, el programa de cribado estival permitió detectar la presencia del virus en una muestra de Mallorca, lo que evidenció la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica.
Confirmación científica
La infección fue identificada en julio durante los análisis rutinarios dirigidos inicialmente a rastrear el virus del Nilo Occidental. La primera reacción positiva condujo a realizar estudios avanzados, que finalmente confirmaron la presencia del virus Usutu. Para los especialistas, este hallazgo constituye una señal de que el arbovirus circula de manera silenciosa en determinadas zonas del país.
La investigación posterior reveló dos casos adicionales en donantes de Cataluña, detectados mediante técnicas de biología molecular y secuenciación genética. Ninguno de los afectados había viajado fuera de su comunidad autónoma, lo que refuerza la hipótesis de una circulación estable del virus en territorio español.
Este patrón coincide con lo observado en otros países europeos, donde el Usutu se ha expandido sin provocar grandes brotes visibles, pero sí generando un escenario que exige vigilancia constante.
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