En la previa de la pelea estelar de Párense de Manos III, Tomás Mazza protagonizó uno de los momentos más sentidos de la noche. El influencer decidió homenajear a Alejandra “Locomotora” Oliveras, su exentrenadora, fallecida a fines de julio. Su gesto emocionó al público presente y a miles de seguidores en redes sociales.
La provincia de Santa Fe había decretado duelo por la muerte de Oliveras, quien había sido elegida como convencional constituyente, aunque falleció antes de asumir. Su legado como boxeadora y figura popular sigue generando homenajes espontáneos, como el de Mazza.
La Locomotora, eternamente presente
El tributo comenzó con un video proyectado en pantalla gigante, donde se escuchaba la voz de Oliveras durante una sesión de entrenamiento con Mazza. “Arrancamos la semana entrenando, mi amor… ¿Le ponemos todo?”, decía con la energía que la definía. El mensaje fue un repaso de su filosofía: constancia, esfuerzo y mentalidad ganadora.
Tras el audio, la pantalla mostró una frase contundente: “Alejandra Locomotora Oliveras. Eternamente presente”. El estadio respondió con aplausos cerrados mientras Mazza se preparaba para subir al ring con los ojos vidriosos. No importó el resultado del combate: el recuerdo de Oliveras fue lo más poderoso de la jornada.
Un legado que sigue inspirando
Meses atrás, Mazza ya había expresado su dolor en redes: “No lo puedo creer”, escribió al enterarse del fallecimiento. Ambos habían trabajado juntos para La Velada del Año 5, el evento de Ibai Llanos en Sevilla, donde Oliveras lo entrenó y acompañó en cada etapa de la preparación.
La publicación del homenaje generó una catarata de comentarios y mensajes de apoyo. La Locomotora dejó una marca indeleble en su entorno, en el deporte y en una generación que la despide con respeto y gratitud. Su recuerdo sigue vivo en cada historia que ayudó a forjar.