La madrugada del 16 de octubre de 2023 comenzó con una serie de pedidos poco habituales en la recepción del hotel CasaSur de Palermo, en Buenos Aires. Liam Payne, de 30 años y reconocido exintegrante de la banda británica One Direction, solicitó inicialmente cuatro botellas de whisky. Horas después, cerca de las 6:30, pidió cinco más. A las 9:30, encargó seis gramos de cocaína.
Horas de caos y consumo
Revelaron cómo fueron los últimos momentos de vida de Liam Payne en Buenos Aires
El ex One Direction cayó desde un séptimo piso en el hotel CasaSur de Palermo. Testimonios de empleados y una cronología judicial revelan una jornada marcada por el consumo excesivo de alcohol, cocaína y episodios de convulsiones.
La secuencia de hechos, reconstruida por la fiscalía a través de registros y testimonios, muestra un patrón de consumo acelerado y riesgoso. A media mañana, dos trabajadoras sexuales abandonaron su habitación tras mantener relaciones sexuales con Payne.
Sin embargo, el cantante no contaba con efectivo para abonar los USD 5.000 acordados. Fue su amigo Roger Nores quien se encargó del pago, casi siete horas después.
Deterioro progresivo y signos alarmantes
Alrededor de las 14:00, Payne solicitó siete gramos más de cocaína. A las 16:00, un camarero del hotel lo encontró “visiblemente alterado por alguna sustancia”, mientras que una empleada de limpieza reportó que se encontraba golpeando objetos dentro de su habitación.
Los testimonios revelan que Payne bajó al lobby en dos oportunidades entre las 16:20 y las 16:50, y en ambas ocasiones se descompensó. En uno de esos episodios, rompió su notebook y se desplomó en el suelo. Fue asistido por el personal del hotel, que lo acompañó nuevamente a su habitación. “Estaba como convulsionando”, declaró el masajista Daniel Salinas.
A las 17:01, el gerente del hotel llamó al 911 ante la gravedad del cuadro. Apenas seis minutos después, el cantante cayó desde el balcón del séptimo piso al patio interno del hotel.
Versiones contradictorias
Mientras la fiscalía describe un cuadro crítico de consumo sostenido, desorientación y alteración neurológica, el testimonio de su amigo Roger Nores sostiene una historia distinta. Nores declaró que el día había transcurrido con “normalidad” y que la víctima se mostraba de buen ánimo.
No obstante, Brett Watson, un huésped del hotel que presenció los últimos momentos, confirmó el comportamiento errático de Payne por la tarde. Watson fue testigo del instante en que el artista cayó al vacío y lo describió como “un cuerpo sin vida, boca arriba”.
Un imputado en la causa
El empresario hotelero Braian Nahuel Paiz fue imputado por facilitarle droga a Payne. Según declaró, la cocaína fue compartida, aunque negó haberla vendido. La investigación judicial avanza sobre esta línea, intentando determinar la responsabilidad penal de quienes participaron directa o indirectamente en los hechos que desencadenaron la muerte del cantante.
Liam Payne había viajado a la Argentina como parte de un período de descanso. La reconstrucción de sus últimas horas pone en evidencia una secuencia desgarradora de excesos, deterioro físico y descontrol. El impacto emocional para su familia, fans y la escena musical británica aún resuena.
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