Una discusión de pareja motivada por los desproporcionados celos de él culminó con la mujer herida en el rostro y el hombre detenido. Sucedió el domingo cerca del mediodía en Esperanza, más precisamente en una vivienda familiar de barrio Sur.
Le impusieron una medida de distancia y prohibición de contacto con la madre de su pequeña hija, tras imputar el delito de "lesiones leves".
Una discusión de pareja motivada por los desproporcionados celos de él culminó con la mujer herida en el rostro y el hombre detenido. Sucedió el domingo cerca del mediodía en Esperanza, más precisamente en una vivienda familiar de barrio Sur.
El fiscal de la mencionada ciudad, Alejandro Benítez, atribuyó a Kevin Gabriel T. (27) el delito de "lesiones leves dolosas calificadas" en perjuicio de su pareja, y madre de su hija de 2 años. La agresión se dio en un contexto de violencia de género, luego de que él la increpara porque demoró más de lo normal en su trabajo.
La audiencia de este miércoles estuvo a cargo de la jueza penal Susana Luna, quien dispuso una serie de restricciones a la libertad del imputado, según lo acordado entre la fiscalía y la defensora pública Gisela Alemandri.
Reeducación
El hecho en cuestión ocurrió el mediodía de este domingo 10 de octubre, en una vivienda de calle Mazaro al 1400 de Esperanza. La pareja de veinteañeros comenzó a discutir luego de que él le reclamara que había regresado tarde de trabajar, y se pusiera celoso.
Fue durante ese entredicho que él tomó una azucarera y se la arrojó por la cabeza, provocándole un corte en el rostro. Según lo establecido en la imputación, esto se dio en un "evidente contexto de violencia de género" y en una relación marcada por los celos, agresiones físicas, improperios verbales y recriminaciones ofensivas y sin sentido. Con su accionar, el imputado afectó tanto la libertad como la dignidad y la integridad física y psíquica de su pareja.
Debido a que Kevin T. no posee antecedentes penales y la pena del delito endilgado es baja, se pactaron medidas alternativas a la prisión preventiva. Entre ellas, una prohibición de acercamiento a menos de 300 metros de la víctima, de su domicilio y de lugares donde se encuentra ocasionalmente; una prohibición de contacto por cualquier medio y la obligación de realizar a través del Samco local un abordaje psicológico tendiente a la reeducación respecto de la violencia de género.