José Luis Pagés
Un hombre de mediana edad, reaccionó con violencia contra un niño de 12 años a quien encontró -armado de cuchillo-, en el interior de su departamento de calle Junín al 2100. El dueño de casa le aplicó golpe y la cabeza del pequeño intruso dio en el borde de una cama, con tanta mala suerte que éste quedó inconsciente, en estado de coma.
El grave y lamentable suceso se registró esta madrugada cuando Darío V., después de pasear a su perro, reingresó a su domicilio ubicado en un edificio de altura y al abrir la puerta de su departamento -en el 1er. piso-, tropezó con el inesperado visitante.
Según habría referido Darío V. al ser entrevistado por agentes de la Seccional 3a. del barrio Candioti, el chico lo amenazó con un cuchillo. El hombre reaccionó y entonces se trabó en un forcejeo con el menor. La lucha concluyó cuando la cabeza del pibe golpeó contra un tirante o el espaldar de una cama.
Al parecer, cuando los uniformados acudieron al llamado de Darío V. encontraron que era necesario el pedido urgente de una ambulancia para el chico lesionado, quien se hallaba inconsciente a causa de la seria lesión que se podía observar en su cabeza.
Personal del servicio municipal de emergencias se hizo presente en el lugar y cargó con O.A., el chico de la calle de 12 años de edad, que tiene por único domicilio un refugio infantil emplazado en el mismo vecindario.
Los agentes se incautaron del cuchillo señalado por Darío V. y poco después O.A. ingresó al Hospital de Niños Dr,. Orlando Alassia, nosocomio donde al cierre de esta edición permanecía hospitalizado.
Fuentes consultadas por El Litoral dijeron que los médicos del citado nosocomio diagnosticaron para O.A. un traumatismo de cráneo con céfalo hematoma izquierdo, encontrándose en estado de coma traumático.
El dramático cuadro recuerda otros episodios lamentables que involucran a los chicos de calle que deambulaban por los alrededores de la terminal de colectivos y que son conocidos como integrantes de “la banda del poxi”.
Estos chicos que no encuentran otro lugar de contención suelen buscar refugio algunas noches en albergues que no educan y apenas garantizan un lugar donde dormir o un poco de comida, equivalentes al cartón y los huesos que en la vereda, algunos vecinos le ofrecen a los perros de la calle.
Ahora Darío V. enfrenta una situación que lo compromete seriamente, mientras que el chico -no es exagerado decir- está peleando por su vida. En la Seccional 3a. de policía, por razones de jurisdicción se instruyen las actuaciones del caso, con intervención de la justicia de menores.




