En la mañana del miércoles 29 de octubre, antes de la salida programada de un contingente estudiantil con destino a Villa La Angostura, la CNRT realizó un control de rutina en la terminal de ómnibus de Bariloche.

Un conductor profesional dio positivo en un test de alcoholemia antes de partir con 48 alumnos en un viaje de egresados. El control fue realizado por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) en la terminal de ómnibus de San Carlos de Bariloche, lo que activó el protocolo de reemplazo inmediato del chofer.

En la mañana del miércoles 29 de octubre, antes de la salida programada de un contingente estudiantil con destino a Villa La Angostura, la CNRT realizó un control de rutina en la terminal de ómnibus de Bariloche.
Fue en ese marco que descubrieron que el chofer asignado al servicio arrojó un resultado de 0,17 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que configuró alcoholemia positiva y activó de inmediato los protocolos vigentes.
Según informaron las fuentes oficiales, la unidad estaba preparada para trasladar a 48 alumnos —acompañados por adultos responsables— con destino a la ciudad turística de Villa La Angostura, en la provincia de Neuquén.

A raíz del resultado, el conductor fue relevado del puesto y se designó otro profesional habilitado para garantizar la continuidad del viaje con las condiciones de seguridad exigidas.
La intervención ocurrió antes de la partida, lo que permitió evitar que el micro saliera con un conductor en condiciones incumplidoras del régimen de tolerancia cero para conductores profesionales.
Según la normativa vigente, en servicios de transporte de pasajeros —y con especial atención cuando se trata de contingentes de menores— no se admite ningún nivel de alcohol detectable en sangre.
La CNRT precisó que, tras la detección del conductor con alcoholemia positiva, se labró el acta de infracción correspondiente y quedó registrado el reemplazo del chofer. También se demostró la operatividad del sistema de controles en terminales como el de Bariloche.

Este hecho se enmarca dentro de un plan de supervisión intensificado de la región patagónica, que contempla no sólo revisiones técnicas de las unidades, sino también la verificación de la documentación, descansos de choferes y controles de alcoholemia.
En lo que va del año, la delegación regional de la CNRT informó haber realizado más de 80.000 controles tanto a vehículos de carga como de pasajeros en la Patagonia.
La decisión de efectuar estos operativos tiene como objetivo reducir el riesgo de siniestros viales vinculados al consumo de alcohol u otras sustancias entre conductores profesionales, y garantizar que los viajes —especialmente aquellos que involucran a menores— se desarrollen en condiciones seguras.

Aunque el episodio generó una demora en la salida del comedor, los 48 alumnos finalmente partieron con otro servicio habilitado. No hubo que suspender el viaje, pero sí se registró un atraso motivado por el cambio de conductor y los trámites correspondientes para dar legalidad a la nueva asignación.
Desde el punto de vista de los responsables del viaje, el hecho puso de manifiesto la importancia de las revisiones previas y el rol que cumple el regulador nacional para supervisar servicios de transporte considerados de alto riesgo, como los viajes de egresados o contingentes escolares.