Crimen de Gisela Aguirre: una de las imputadas se autoinculpó ante la policía

Comenzó el juicio por el homicidio de Gisela Guadalupe Aguirre, la joven madre que habría sido asesinada por sus vecinas la noche del 1° de noviembre de 2018, en la vereda de su casa. Las fiscales de la Unidad Especial de Homicidios Crsitina Ferraro y Ana Laura Gioria solicitan la pena de 25 años de prisión para las coimputadas, que al momento de los hechos eran suegra y nuera.

El tribunal encargado de dirigir el debate está compuesto por los jueces Gustavo Urdiales -presidente-, Rosana Carrara y Rodollfo Mingarini. El viudo y los hijos de la víctima se constituyeron como querellantes en la causa y son representados por la dra. María Lucrecia Fernández, del Centro de Asistencia Judicial (CAJ).

Las ex vecinas de la familia, que debieron mudarse del barrio Coronel Dorrego por la presión social, están acusadas del “homicidio” de Gisela, quien murió a causa de múltiples heridas de arma blanca. Según la teoría del caso, Gladys Amarilla (56) se encargó de sostener a la víctima por detrás, facilitando que María Celeste Benitez (30) le asestara múltiples puñaladas con un cuchillo “tipo carnicero”.

El altercado se originó luego de que la pelota con la que jugaban al fútbol los hijos de Gisela, de 8 y 10 años, aterrizara en dónde Amarilla y su hijo -pareja de la coimputada- estaban sentados tomando cerveza. Esto habría enfurecido a la mujer, que insultó a los niños, lo que provocó que la madre de los chicos saliera a defenderlos y terminara muerta sobre la vereda de su casa de Lavalle al 8100.

“Dos niveles de análisis”

La defensa de los doctores Matías Pautasso y Martín Risso Patrón se centrará en reconocer que su pupila, Gladys Amarilla, discutió con la víctima. Incluso dijeron que hubo un forcejeo, haciendo hincapié en que fue Gisela quien tiró al piso a su clienta, que se golpeó la cabeza con una llanta de rueda de camión que hacía de maceta. Hasta ahí habría llegado el altercado.

Mientras tanto, la representante del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, Andrea Alberto, puntualizó que existen “dos niveles de análisis”: lo sucedido aquel día y la mala relación que había entre las vecinas. Benitez decidió declarar, presentando su versión de los hechos: al ver a Gisela atacar a su suegra con un cuchillo de mesa, se dirigió al interior de su casa y tomó una cuchilla, con la que “le pegué una sola” puñalada.

Acto seguido, la imputada dijo que se le “nubló todo” y que no recuerda nada más de lo sucedido, hasta momentos después, cuando estaba en el patio de su suegra y su marido tenía el cuchillo en la mano. Marido con el que aseguró que no tiene contacto porque “desapareció del mapa”.

“Sí, yo fui, yo le pegué”

Hasta el mediodía de este jueves, ocho testigos habían declarado frente a los jueces. Se trató de personal policial y peritos que intervinieron en los primeros momentos de la investigación. Se espera que durante la primera jornada del debate 22 personas hagan su exposición frente al tribunal. Además, la fiscalía adelantó que la lista de testigos culminará con la reproducción de la cámara Gesell realizada a uno de los hijos de la víctima. El niño habría presenciado el altercado que tuvo como resultado la muerte de su mamá.

A través de las primeras declaraciones, los jueces escucharon cómo Benitez se autoinculpó frente a la policía, atemorizada porque los vecinos querían tomar represalias. “Yo fui, saquenmé antes de que me maten” y “Sí, yo fui, yo le pegué” son las frases que el personal de las fuerzas de seguridad recordó escuchar.

Para ese momento, pasadas las 21, Gisela ya había ingresado al Hospital José María Cullen, sin vida. Familiares la trasladaron en un auto particular al lugar e intentaron reanimarla durante el recorrido, pero nada pudieron hacer para salvarla.

Se prevé que el juicio continúe desarrollándose durante la jornada del viernes, y se realicen los alegatos de clausura el lunes 24. Según la agenda, el tribunal dará a conocer su veredicto el miércoles 26, a las 11.