Desde la ruta, la escena era engañosa: pasto alto, un contenedor largo pintado en ocre y un galpón de chapa que imitaba la estética de una granja avícola.

Un operativo de Edesur y fuerzas de seguridad desbarató una instalación de minado de criptomonedas en un campo entre Presidente Perón, Esteban Echeverría y San Vicente. Simulaba ser un criadero de pollos y estaba custodiada por un gendarme retirado.

Desde la ruta, la escena era engañosa: pasto alto, un contenedor largo pintado en ocre y un galpón de chapa que imitaba la estética de una granja avícola.
Pero algo no encajaba. No había olor a alimento balanceado ni rastros del vapor espeso típico de los criaderos de pollos. En cambio, un zumbido constante, similar al de un ventilador industrial, rompía el silencio del campo.
Al ingresar, los técnicos encontraron una estructura cercada con malla metálica, un transformador de gran porte y un entramado de cables de distintos colores que se perdían bajo tierra.

Dentro del supuesto criadero, las paredes estaban forradas de equipos metálicos con grandes ventiladores, alineados en estanterías y conectados por un complejo sistema eléctrico. La escena reveló lo inesperado: no se trataba de una granja de pollos, sino de una granja de minado de criptomonedas.
Estos centros de minado funcionan con computadoras diseñadas para resolver cálculos matemáticos que validan transacciones digitales. Operan las 24 horas, generan calor y ruido constantes y consumen enormes cantidades de energía. Cuando se conectan de forma ilegal a la red pública, pueden causar caídas de tensión, sobrecargas y fallas en los barrios cercanos.
El hallazgo comenzó días antes, cuando personal de Edesur detectó en una recorrida de rutina un cable de media tensión intervenido, con materiales que no coincidían con los de la compañía. La sospecha creció cuando se repitieron fallas en el mismo sector del alimentador eléctrico.
Las intensas lluvias demoraron la verificación en campo, pero, una vez que el clima mejoró, las cuadrillas regresaron al área y confirmaron la manipulación de varios puntos del tendido. El hallazgo apuntaba a una conexión clandestina de gran envergadura.
Ante las pruebas, se organizó un operativo conjunto con fuerzas de seguridad y un escribano público para constatar la situación. El procedimiento tuvo lugar en un campo ubicado entre los partidos bonaerenses de Presidente Perón, Esteban Echeverría y San Vicente. La Comisaría 2ª de Guernica intervino en la causa y notificó al fiscal de turno.
Al llegar, los inspectores y efectivos constataron la existencia de un tendido de media tensión ajeno a Edesur, un transformador fabricado en 2004 y un doble preensamblado que alimentaba directamente la instalación. El predio, sorprendentemente, estaba custodiado por un gendarme retirado.

El resultado del allanamiento fue contundente: tres personas detenidas, el decomiso de todos los equipos y el secuestro del transformador utilizado para sustraer energía del sistema eléctrico.
Más allá del camuflaje rural, el núcleo del caso radica en el hurto de energía y en la intervención no autorizada de la red eléctrica. La instalación, además de ser ilegal, representaba un riesgo para la infraestructura y la seguridad de la zona.
Las máquinas decomisadas permanecen bajo custodia judicial, mientras la empresa distribuidora realizó el corte de la alimentación irregular y el retiro de los elementos ajenos a su sistema.
Desde Edesur informaron que la detección temprana de estas conexiones clandestinas es clave para evitar perjuicios técnicos y económicos, ya que estas granjas de minado pueden consumir lo mismo que un pequeño barrio residencial.
La investigación continúa para determinar el origen de los equipos, la identidad de los responsables y la posible existencia de otras instalaciones similares en la región.