“Ya no sorprende”: comerciante sufrió un nuevo robo en General Paz al 5200
Un comerciante de Santa Fe sufrió un nuevo robo durante la madrugada en su local de ropa. La vidriera fue destrozada y los ladrones se llevaron toda la mercadería expuesta. Ya había sido víctima de un hecho similar en 2016.
“Ya no sorprende”: comerciante sufrió un nuevo robo en General Paz al 5200
Pasadas las 2 de la madrugada de este miércoles en Santa Fe, un fuerte estruendo despertó a una vecina que vive sobre el local de Daniel, comerciante de la avenida General Paz al 5200. Al bajar, se encontró con la vidriera rota y el frente del negocio destrozado. “La limpiaron”, dijo resignado el propietario, que ya había sufrido un hecho similar hace nueve años.
El vidrio, de alto espesor, fue quebrado a golpes —posiblemente con un fierro— y los ladrones se las ingeniaron para robar todo lo que había en exhibición a través de las rejas del comercio: remeras, camisas, chombas. “Me avisó la chica que vive arriba que había escuchado una explosión. Me llamó tipo 2:35 y cuando llegué me encontré con todo roto”, relató.
Zona caliente y sin cámaras
Daniel aseguró que la reja del local tenía los candados puestos y estaba en buen estado, lo que hace suponer que el botín fue extraído a mano desde el hueco de la vidriera estallada. “Encontré una piedra, pero para romper ese vidrio deben haberle dado varias veces con un fierro”, explicó.
“Ya no sorprende”: comerciante sufrió un nuevo robo en General Paz al 5200
El comerciante también lamentó la falta de cámaras de seguridad en la cuadra. “Solo hay una del bar, pero apunta para otro lado. Acá no hay nada que cubra este sector”, denunció. Y si bien valoró la rápida respuesta policial, reconoció que en la zona “siempre hay robos”, especialmente cuando los delincuentes bajan desde la zona sur.
Así quedó el vidrio del local
Una noche con al menos cinco robos
El caso de Daniel no fue el único: durante la madrugada se registraron al menos otros cuatro robos similares en distintos puntos de la ciudad. “Me enteré de uno en Gorriti y otros en diferentes avenidas, como cinco en total. Toda la noche roban”, dijo el comerciante.
A pesar de tener rejas, vidrios reforzados y patrullajes policiales, Daniel confesó que la situación lo desanima: “Uno vive de esto. Te bajan las ventas, pasa esto y te quita las ganas. Pero hay que seguir”.