El crimen de Minniti caló hondo en la sensibilidad de santotomesinos y santafesinos porque no fue un robo “al voleo”, sino que el principal acusado de la entrega es el hijo de un conocido empresario del rubro de venta de materiales de electricidad, amigo de la víctima.
A Jorge Minniti lo atacaron a las 12.30 del 1° de diciembre del 2008, cuando salía con un maletín negro de cobrar una cuenta del local ubicado en 12 de septiembre al 2900, en Santo Tomé. El empresario porteño, que se encargaba de las tareas de cobranza de su propia fábrica, estaba a punto de subirse a su camioneta Toyota Hilux, cuando Claudio Ortiz lo sorprendió por la espalda.
En vano intentó resistirse, porque el agresor le dio tres disparos en el abdomen, que a los pocos minutos le ocasionaron la muerte.
El delincuente escapó con el botín a bordo de una moto Beta 125 cc negra, que manejaba Mauro Bravo y luego se subió a un Fiat Siena negro manejado por Ricardo “Richard” Peralta.
Bravo fue el primero en caer detenido y en su declaración en la policía y ante el juez, dio detalles y definió la participación que cada uno de sus cómplices tuvo en la planificación y ejecución del crimen.
El juez de Instrucción 5ta., Darío Sánchez, dejó constancia en el procesamiento que Bravo dijo entonces que “se trataba de una cuestión de arrebato a un viajante por un dato que le había dado Gustavo Cardona a Richard”. También contó que Ortiz le apuntó con el arma para que no se escapara cuando empezaron los disparos. “Quedate quieto porque te tiro”, le habría dicho. Le pagaron de $ 5.000 por “el trabajo”.




