Otra vez la violencia puso su mano negra en lo que pretendía ser un festejo. Por estas horas un adolescente de 16 años permanece internado en grave estado luego de recibir un balazo que afectó su columna vertebral. En tanto un hermano de éste, de 14 años, también debió ser hospitalizado tras sufrir un impacto de arma de fuego en una de sus piernas.
Ocurrió este sábado por la noche, minutos después de finalizado el partido entre Colón y River por el Trofeo de Campeones, gran cantidad de simpatizantes "sabaleros" salieron a festejar a la avenida Blas Parera, esquina con Derqui, esto es, a la altura del Cementerio Israelita.
El nutrido grupo (todos vecinos oriundos de barrio San Pantaleón) estaba formado por hombres y mujeres, mayores de edad, y también participaban varios menores de edad.
Con banderas rojinegras y cánticos alusivos estas personas se habían instalado a un costado de la citada avenida y celebraban la participación del equipo de sus amores.
Pero en un momento dado todo se transformó en drama. Fue cuando de repente apareció en escena una motocicleta, de color negro, con dos sujetos a bordo los que cubrían sus rostros con capuchas.
Sin más ambos individuos sacaron a relucir armas de fuego y efectuaron varios disparos contra el grupo. Quienes llevaron la peor parte fueron dos hermanos (de 14 y 16 años) que resultaron alcanzados por los balazos.
Tras el demencial acto sus autores escaparon a toda velocidad, mientras las víctimas corrían en distintas direcciones buscando refugio y auxilio.
Varios automovilistas que pasaron por el lugar advirtieron lo sucedido y detuvieron su marcha. Los menores heridos fueron cargados en dos vehículos particulares que los trasladaron hasta el hospital Iturraspe.
En ese nosocomio recibieron una primer asistencia para luego ser derivados al hospital Cullen y el de Niños.
Uno de los balazos hirió a Luciano Z. (16). El proyectil ingresó a la altura de la clavícula y quedó alojado entre las vértebras 4ta. y 5ta., con riesgo de vida y de parálisis.
Durante la mañana del domingo el menor fue sometido a una intervención quirúrgica, quedando internado en observación. Su estado es de cuidado y su pronóstico de carácter reservado.
Su hermano Alexis Z. (14) fue derivado al hospital de Niños, donde ingresó con una herida de arma de fuego en la parte posterior de la rodilla.