Una casa del barrio porteño de Coghlan volvió al centro de la escena, pero esta vez no por su historia cultural, sino por un hallazgo inquietante. En el inmueble donde vivieron Gustavo Cerati, Hilda Lizarazu y Marina Olmi, encontraron restos humanos al iniciarse la demolición de la propiedad.
Un hallazgo inesperado
El descubrimiento ocurrió cuando cedió una pared interna. Bajo los escombros, personal de obra dio con huesos y objetos antiguos, entre ellos relojes. La Policía de la Ciudad intervino y el sitio fue inmediatamente preservado para realizar pericias forenses.
Según se informó, la casa está ubicada sobre Avenida Congreso al 3700. La propiedad tiene más de un siglo de historia y, antes de ser habitada por músicos y artistas, funcionó como geriátrico. También circulan versiones que indican que hubo allí una capilla en tiempos coloniales.
Un pasado artístico que ahora se entrelaza con el misterio
Durante los primeros años de la década del 2000, la casa fue alquilada por la artista Marina Olmi, quien compartió recuerdos con el periodista Julián Padilla. Dijo que la compró tres décadas atrás junto a su exmarido y que ya entonces era una construcción muy antigua.
“Es una casa bien hecha, pero viejísima. La había construido el padre de la dueña que me la vendió”, explicó Olmi. Y agregó: “Donde hice la pileta había una situación oscura. Una casilla de madera y cosas raras de los anteriores dueños”.
Las hipótesis van desde un entierro histórico hasta alguna irregularidad ocurrida cuando funcionaba como residencia para adultos mayores. Por ahora, no hay vínculo alguno con los artistas que habitaron el lugar. Pero el hallazgo reabre preguntas sobre las capas ocultas de su pasado.
Las muestras ya fueron remitidas al cuerpo médico forense y la fiscalía de Martín López Perrando conduce la investigación. El terreno permanece cerrado mientras se realiza la excavación completa del sector afectado. La causa está en etapa preliminar.
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