El 6 de noviembre de 2023, un procedimiento de rutina del Escuadrón de Seguridad Vial “San Justo” de Gendarmería Nacional se transformó en el punto de partida de una investigación judicial más amplia.

A partir de un control vehicular, una investigación federal permitió reconstruir la trama detrás del traslado de casi seis kilos de marihuana desde Chaco hasta el sur santafesino. Documentos, transferencias y mensajes de celular fueron clave para vincular a una esteticista venadense con el chofer ya condenado por narcotráfico.

El 6 de noviembre de 2023, un procedimiento de rutina del Escuadrón de Seguridad Vial “San Justo” de Gendarmería Nacional se transformó en el punto de partida de una investigación judicial más amplia.
Ese día, sobre la ruta nacional 11, a la altura de Luciano Leiva, fue interceptado un Fiat Punto conducido por David Gastón Kadesevich (54), oriundo de San Martín, provincia de Buenos Aires, pero radicado en Venado Tuerto.

Durante el control, los gendarmes advirtieron un fuerte olor característico a marihuana. La requisa del vehículo permitió hallar, dentro de una mochila ubicada en el asiento del acompañante, tres bolsas de nylon transparente con un total de 5.852,84 gramos de cannabis. Kadesevich quedó detenido y las actuaciones fueron remitidas al Juzgado Federal correspondiente.
El 2 de agosto de 2024, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado de manera unipersonal por el juez Luciano Lauría, condenó a Kadesevich a cuatro años de prisión como autor del delito de transporte de estupefacientes. La sentencia determinó que la droga había sido trasladada desde Resistencia, Chaco y que tenía como destino la ciudad de Venado Tuerto.
Sin embargo, el expediente no se agotó en el chofer. Dentro del vehículo surgieron elementos que abrieron una nueva línea investigativa.
En el interior del Fiat Punto se hallaron un boleto de compraventa y una autorización para conducir, ambos a nombre de Nair Belén Cervera (33), una esteticista domiciliada en Venado Tuerto. Ese hallazgo motivó tareas específicas para determinar su posible participación en el hecho.

El análisis del teléfono celular Samsung secuestrado a Kadesevich resultó determinante. De allí surgieron conversaciones entre ambos, además de una transferencia de 50.000 pesos realizada por Cervera al chofer el mismo día del traslado de la droga.
A esto se sumó otro dato clave: el pasaje de colectivo que Kadesevich utilizó el 5 de noviembre de 2023 para viajar a Rosario había sido comprado de manera online por un usuario identificado con el nombre y el correo electrónico de Cervera.
Con ese cúmulo de pruebas, el Ministerio Público Fiscal solicitó la formación de una causa por separado. El 30 de abril, el Juzgado Federal de Venado Tuerto dictó el procesamiento de Cervera sin prisión preventiva por el delito de facilitamiento de elementos para el transporte de estupefacientes y ordenó el embargo de sus bienes.
La fiscal federal de Santa Fe, Jimena Caula, impulsó luego la elevación a juicio, que quedó radicada ante el Tribunal Oral Federal de la capital provincial. La imputada, asistida por la defensora pública Rebeca Mazzón, accedió al trámite de juicio abreviado.
El 3 de diciembre, el tribunal —con la firma del juez rosarino Ricardo Moisés Vázquez— condenó a Nair Belén Cervera a tres años de prisión en suspenso. La sentencia tuvo especialmente en cuenta que la condena de Kadesevich ya se encontraba firme y con autoridad de cosa juzgada.
Para el juez, quedó acreditado que Cervera facilitó el vehículo, el dinero y el pasaje de colectivo utilizados en la maniobra. Los mensajes intercambiados entre ambos, incluidos aquellos enviados el día del hecho, terminaron de cerrar el círculo probatorio.
Sin antecedentes penales, la esteticista cumplirá reglas de conducta durante dos años, mientras que la causa dejó al descubierto cómo, a partir de un control rutero, la Justicia logró reconstruir toda la cadena de responsabilidades detrás del transporte de droga.