La Protectora de Animales se constituyó como querellante en el caso Chimuelo
La abogada Natalia Pallavicini explicó que la figura permite impulsar la causa y evitar su prescripción. La entidad busca sentar precedente para que los hechos de crueldad animal no queden sin castigo.
Chimuelo se recupera y busca una familia que lo adopte. Foto: Gentileza
La abogada Natalia Pallavicini confirmó que la Sociedad Santafesina Protectora de Animales se presentó como querellante en la causa por el salvaje ataque sufrido por “Chimuelo”, el perro brutalmente agredido días atrás por un productor rural en Sauce Viejo, hecho que fue denunciado también en sede policial.
El hecho, que generó una ola de indignación en redes sociales de Santa Fe y el país, podría tener ahora un curso judicial más firme y con mayores chances de llegar a una condena efectiva. “Nos presentamos como querellantes porque queremos participar activamente del proceso penal y evitar que el caso quede impune”, explicó la abogada Pallavicini, quien representa legalmente a la protectora.
El escrito fue ingresado en la Fiscalía la semana pasada y ahora esperan la admisión formal de la querella, paso clave para poder intervenir de manera directa en la investigación.
La profesional recordó que la figura del querellante no es simbólica, sino que permite impulsar la causa, aportar pruebas, participar de audiencias y solicitar medidas, algo que el denunciante común no puede hacer.
Querella o denuncia: Una diferencia clave
Pallavicini explicó con claridad la distinción entre ambos roles: “El denunciante notifica un hecho delictivo, aporta información y su participación termina ahí. En cambio, el querellante es parte activa del proceso: puede presentar pruebas, participar de audiencias y tiene derecho a ser notificado de cada avance de la causa”, detalló.
Sociedad Santafesina Protectora de Animales. Foto: Gentileza
La abogada subrayó que muchas causas por maltrato animal se diluyen o prescriben por falta de impulso, y que esta participación activa busca “romper con esa lógica de impunidad que todavía persiste”.
El objetivo de la querella, sostuvo Pallavicini, es lograr que el agresor de Chimuelo reciba una condena efectiva conforme a la Ley 14.346, que sanciona el maltrato y la crueldad animal. “Queremos que se haga justicia dentro de lo que la ley permite, y que este hecho aberrante no quede en la nada, como tantas veces ocurre”, señaló.
Demanda social
Más allá del caso judicial, la abogada destacó el cambio cultural que evidenció este episodio: “Hoy la sociedad ya no naturaliza la violencia hacia los animales. La reacción fue inmediata, con repudio generalizado, incluso de personas que no pertenecen a organizaciones proteccionistas”, afirmó.
Recordó también la valentía de los dos jóvenes que intervinieron para frenar la agresión, lo que —dijo— “muestra la otra cara de la sociedad: la que no se queda callada y actúa ante la injusticia”.
Chimuelo se recupera y busca una familia que lo adopte. Foto: Gentileza
Por último, Pallavicini remarcó la necesidad de que la Justicia actúe en sintonía con la sensibilidad ciudadana actual: “La gente repudia estos hechos, exige respuestas y pide que se aplique la ley. Ahora es momento de que las autoridades estén a la altura y marquen un precedente”, concluyó.
"No dejar que todo quede en la nada"
Por su parte, Lorena Arber, presidenta de la Sociedad Protectora de Animales, reforzó la importancia de esta acción judicial: “La idea de presentarnos como querellantes es para que las causas de maltrato no se diluyan y no queden en la nada. Siempre pasa lo mismo: si no se siguen, quedan en la nada”, afirmó.
Arber recordó que la institución ya se había presentado como querellante en el caso de “Lola”, la perrita golpeada por su dueño en pasaje Boedo, en la ciudad de Santa Fe.
“En ese caso se logró una condena condicional de un año. No es la prisión efectiva que uno quisiera, pero es un paso. La ley 14.346 prevé penas de tres meses a un año, y por eso suelen ser excarcelables, pero al menos se marca un precedente”, agregó.
a titular de la Protectora reveló que reciben denuncias de maltrato animal todos los días, tanto por redes sociales como por mensajes personales: “Me llegan casos de perros atados al sol, sin agua ni comida, o golpeados por sus dueños. Pero la gente muchas veces no quiere denunciar por miedo, porque el agresor es conflictivo o violento”, explicó.
A diferencia de esos casos, la agresión a Chimuelo quedó registrada en video, lo que facilita la acción penal: “Cuando hay una cámara que lo muestra todo, no hace falta más. El video es una prueba irrefutable”, sostuvo Arber.
Arber fue categórica al remarcar la misión de la institución: “Querellarnos significa poder seguir la causa, buscar una condena y que se entienda que los animales son seres vivos con derechos. La sociedad tiene que entenderlo”, enfatizó.
Y concluyó con un mensaje firme: “Ojalá algún día tengamos condenas ejemplares, con prisión efectiva. Mientras tanto, las condenas condicionales también sirven, porque la sociedad ve que hay consecuencias y empieza a comprender que existen leyes que los protegen", sentenció.
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