El hombre que abusó de una mujer en el ascensor de un edificio de barrio Sur el septiembre pasado, fue condenado y recuperó la libertad.

Gastón Mieres, quien permanecía en prisión preventiva desde septiembre, firmó un juicio abreviado por 3 años de prisión en suspenso y recuperó su libertad bajo restricciones.

El hombre que abusó de una mujer en el ascensor de un edificio de barrio Sur el septiembre pasado, fue condenado y recuperó la libertad.
Se trata de Gastón Rodrigo Mieres, de 35 años, quien firmó un juicio abreviado responsabilizándose por la comisión del hecho, caratulado como un “abuso sexual simple”, ocurrido el 17 de septiembre de este año.
La audiencia se realizó el lunes.El acuerdo fue presentado por la fiscal Luciana Escobar Cello y el abogado defensor Clemente Rodríguez Moreno, y admitido por la jueza Susana Luna.

La sentencia supuso la imposición de la pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional, junto a la aplicación de una serie de restricciones que Mieres deberá cumplir para conservar su libertad. Entre estas, la prohibición de contactar y acercarse tanto a la víctima como a su lugar de trabajo, donde ocurrió el abuso.
Además, el condenado fijó domicilio en la casa de su madre, quien asumió su guarda judicial.
La agresión ocurrió el martes 17 de septiembre en un edificio de oficinas ubicado sobre calle Sara Faisal al 1700, y quedó registrada por las cámaras de seguridad del lugar.
Mieres engañó a una persona para que le permitiera ingresar. Una vez dentro, merodeó por el edificio, subió hasta el séptimo piso y luego volvió al hall de entrada. Allí se quedó mirando su celular, mientras otros pasaban, hasta que la víctima arribó y, sin prestarle mucha atención, se dirigió al ascensor.
Fue entonces cuando Mieres la siguió y subió con ella, cerrando la puerta detrás de él. Cuando el ascensor comenzó a funcionar, la abordó sorpresiva y violentamente, tapándole la boca con una mano para abusar de ella con la otra.
La víctima forcejeó con él, pero esto no lo frenó. Cuando se detuvieron en el segundo piso, el agresor se fue corriendo, bajó por las escaleras y desapareció.
Los gritos de la mujer alertaron a quienes estaban cerca, que la socorrieron y llamaron a la Central de Emergencias 911. La víctima contó lo sucedido y, ya en sede policial, brindó un relato más detallado y aportó los registros de las cámaras de seguridad del edificio. Un médico policial constató lesiones en su espalda, manos y rostro.
Tras la denuncia, intervino la Policía de Acción Táctica y personal de la Motorizada, y se notificó de lo ocurrido a la fiscal Escobar Cello, de la Unidad Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) del MPA.

Los investigadores lograron individualizar al sospechoso. Con la identificación, se ubicó su vivienda y su lugar de trabajo -una empresa de limpieza- y se dispuso la realización de operativos en las inmediaciones para lograr dar con Mieres.
Cuando los uniformados acudieron a su domicilio, fueron atendidos por la pareja del imputado, quien les contó que lo reconoció en las imágenes que se viralizaron y lo llamó para preguntarle qué había pasado. “Me decía ‘dejame pensar, dejame pensar, yo no hice nada’”, le comentó a los policías.
Finalmente, Mieres fue detenido el viernes 20 de septiembre y le secuestraron el teléfono celular. Permaneció tras las rejas hasta este lunes, cuando fue condenado y recuperó la libertad.