“Nosotros tuvimos la suerte grande de un buen promedio y estamos en plena ley de salvataje. Cuando se clarifique qué debemos y qué no debemos, se va a encaminar el club”, arrancó la charla Guillermo Lorente con El Litoral en el cálido mediodía de lunes en Pretoria.
El presidente de Newell’s también hizo buenas migas y daría la impresión de que existe un natural acercamiento entre aquellas instituciones que comparten intereses y niveles en común. No es lo mismo gobernar un club como Newell’s, Colón o Godoy Cruz, que hacerlo en uno como River o San Lorenzo, más allá de que Rafael Savino se acercó a la mesa de presidente que armó el enviado de El Litoral a Sudáfrica.
—Presidente, ¿les interesan Lucero o Ricky Gómez?
—Buscar refuerzos es una actividad continua para nosotros. Yo, a diferencia de mis pares, no sólo pienso en los que tengo que conseguir ahora, sino en los que traeré en diciembre. En algún momento hablamos con Germán sobre Nicolás Torres, que fue contemporáneo a la definición de Juan Quiroga, y luego surgió lo de Lucero. Pero hoy te puedo decir que no vamos a traer a nadie de Santa Fe.
—¿La pasó mal cuando le tocó asumir en Newell’s?
—Muy mal, te diría. Nos encontramos con un club... Bah, en realidad, no encontramos nada, nada de nada... Y a veces me pregunté, en los primeros tiempos, para qué hacer todo este sacrificio... Gracias a Dios, tengo un grupo de gente que empezó a trabajar denodadamente. Te confieso que varias veces pensé en lo inútil de todo lo que estaba haciendo. Pero salimos adelante. O estamos en un buen camino.
—López, ¿le hizo mal a Newell’s o le hizo mal a toda la dirigencia del fútbol argentino?
—López hizo un desastre con todo el modelo dirigencial del fútbol argentino. Es lamentable que se le haya permitido permanecer tanto tiempo en ese cargo. Lo nuestro es una demostración, y lo digo con modestia, de que se puede gobernar un club sin apelar a medios extremos ni andar estafando a la gente y a los dirigentes colegas.
—¿Lo amenazaron?
—No, no... Me pintaron en las paredes y aún hoy se pueden observar esas leyendas agraviantes. Pero no me amenazaron.
—¿Qué se necesita para ser dirigente, Lorente?
—Se necesita ser dirigente en todo el sentido de la palabra. Hoy, la gente está empezando a entender que ser dirigente no es robarse todo, ni andar apretando sin escrúpulos a la gente ni participando de manera ilícita en las operaciones. Ser dirigente es poner gente idónea en cada área. Eso, ni más ni menos.
—¿Quiroga triunfará en Colón?
—No tengo dudas. Además de buen jugador, es muy buena persona.




