Al Pulga lo insultaron muchísimo cuando fue a saludar al banco de Gimnasia, antes del partido, cada vez que iba a patear un córner o cuando fue reemplazado, faltando diez minutos para el final.

El entrenador sabalero no esquivó respuestas, habló de dos penales no cobrados pero no lo buscó como excusas. Fue contundente: “Cuando un equipo defiende mal, deja de ser un equipo”.

Al Pulga lo insultaron muchísimo cuando fue a saludar al banco de Gimnasia, antes del partido, cada vez que iba a patear un córner o cuando fue reemplazado, faltando diez minutos para el final.
Pero al término del partido, no fueron pocos los hinchas de Gimnasia que se acercaron al portón de salida de los jugadores sabaleros para sacarse una foto con el tucumano, que se subió a una camioneta y no viajó en el micro que regresó a Santa Fe, sino que seguramente lo hará este lunes para volver a trabajar el martes con el resto de sus compañeros.
Minella lo sacó cuando el partido ya estaba definido, porque el Pulga acusó una sobrecarga muscular que ponía en riesgo su integridad física. ¿Terminaste bien?, fue la pregunta del enviado de El Litoral, recibiendo un “si, si”, de parte del tucumano, que como el resto de los jugadores eligió no hablar con la prensa.

El único que lo hizo fue Martín Minella, que en la semana deberá seguir de cerca la recuperación de Lautaro Gaitán, Cristian García (que todavía no debutó), Christian Bernardi y Joel Soñora, los cuatro jugadores que por diferentes lesiones no estuvieron en esta lejana San Salvador. Podrá contar con Brian Negro para intentar alguna solución para este pésimo funcionamiento defensivo del equipo, aunque no todavía con Laborié, que deberá cumplir con la segunda fecha de suspensión que le impuso el Tribunal.
“No tengo ganas de ser reiterativo, ustedes ven las cosas como las vemos nosotros. Si se defiende mal, no hay forma de competir. Y nosotros defendemos mal”, dijo tajante y sincero el técnico sabalero, que es el menos responsable de todo lo que le está pasando al equipo y el que intenta corregir con las armas que le dieron y con el peso de un plantel que no armó y que recibió “en el fondo del mar” y con el fracaso de dos cuerpos técnicos que lo antecedieron y que no dieron en la tecla ni con el armado del mismo ni tampoco con encontrarle un funcionamiento adecuado.
“El plantel está caído, se esfuerza para sacar adelante la situación y las cosas no salen. No alcanza con las cosas buenas que estamos haciendo y que hoy también tuvimos. El gran problema es el defensivo y hay que seguir laburando, no queda otra”, señaló Minella.
-¿Te vas decepcionado con el trabajo defensivo, porque en la semana hablaste de la necesidad imperiosa de mantener el arco en cero y recibió cuatro?
-La verdad que sí. En el entretiempo les dije a los chicos que no hay sistema o estrategia de juego que se pueda sostener si se defiende mal. Ningún gol tiene que ver con la forma de pararse en la cancha, son errores puntuales que se pagan caro. Hasta los 26 minutos, la única jugada fue ese cabezazo de Menéndez que pasó al lado del palo, estábamos en partido y en un lateral al área nos meten el gol y de ahí vino la debacle. No quiero ser reiterativo, pero defendimos mal y perdimos 4 a 0 contra un rival que es candidato al ascenso y que dejó al desnudo para qué está cada uno en este campeonato.
-Quedaron dudas en un par de jugadas en el segundo tiempo. ¿Viste algún penal no cobrado?
-Para mí hay dos, uno a Gigliotti y el otro a Castro. Son claros, tenemos la Tablet, durante el partido lo miramos y nos convencimos de que eran penales. Nos hicieron el primer gol que es uno de esos goles que yo defino como “feos”. Pero nosotros no pudimos hacer ni siquiera un gol “feo”.
-¿Te sentís responsable de algo?
-Yo soy el responsable, el que planifica, le erré con lo que pensaba, no salió cómo lo imaginábamos, la idea era recuperar y salir rápido en ataque pero lo hicimos en dos o tres ocasiones nada más, así que me hago responsable de esta derrota.
-¿Y ahora?
-Ahora hay que ganar el próximo partido, ganar el domingo y que la gente nos ayude y sea un jugador más para que podamos lograr ese objetivo. Yo ya no quiero hablar más de clasificación, porque acá lo que tenemos que conseguir es mejoría futbolística. Después de perder 4 a 0, hablar de clasificación es mentirle a la gente y a eso no me lo voy a permitir.
-Se veían venir dos o tres cambios en el entretiempo…
-En esa inseguridad defensiva, no quise dejar expuestos a los chicos. Tanto Soto como Castet lo hicieron bien y con Castro traté de darle más fuerza al ataque para ver si descontábamos y nos metíamos en partido. En el segundo tiempo defendimos mano a mano, lo hicimos bien, fuimos a buscar el partido y mejoramos. Hubo cuatro o situaciones claras y esos dos penales que nos hubiesen metido en partido.
-Después del primer gol, ¿faltó reacción anímica?
-Es que si te fijás, el segundo gol es un rechazo largo de Dematei, nos agarró a los cuatro de atrás parados en línea, pasó la pelota y le quedó a Molina mano a mano con Giménez. Fue una desconcentración en la que nada tuvo que ver lo anímico. El fútbol es colectivo, ninguna individualidad salva. Cualquiera, caso Pulga o Puma, necesita de un contexto colectivo y no se puede depender de lo que ellos hagan.
-¿Los ves más derrotados anímicamente que futbolísticamente?
-No lo pensaba hasta lo que pasó hoy. El otro día perdimos 2 a 0 de local pero quedamos bien con el partido que jugamos. No es lo mismo perder como pasó el domingo con los mendocinos, que hoy acá. El otro día jugamos el mejor partido del año, generamos 14 o 15 situaciones de gol y el rival nos ganó con 3 jugadas. Hoy defendimos mal y cuando un equipo defiende mal, deja de ser un equipo.
-¿Vas a apostar a la experiencia?
-Si y no. Los chicos aportan energía, pero tampoco quiero arriesgarlos. De acá hasta el domingo veré quiénes están bien y los elegiré en función de lo que los vea. Insisto, no quiero hablar de clasificación cuando defendemos mal y nos meten cuatro goles. Quiero hablar de funcionamiento, de mejorar el juego. Y si eso pasa, seguramente vamos a ganar. Y si ganamos, estaremos más cerca de clasificar.
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