El nombre de José Luis De Sanctis jamás pasó desapercibido para el fútbol santafesino y por eso ha causado hondo pesar la noticia de su fallecimiento. Vinculado históricamente a Colón, como jugador, como dirigente y colaborador, fue uno de los hombres más importantes en la vida deportiva de Pucará y también jugó en otros clubes de la Liga, como Sunchales, Nueva Chicago y Sportivo Guadalupe, entre otros.
El “Cabezón”, como cariñosamente se lo conocía, fue jugador de Colón en la década del 60 y a pesar de no haber desarrollado una carrera trascendente cuando llegó a Primera, se lo recuerda por haber integrado planteles memorables de la institución, tanto en Liga como cuando llegó a la máxima categoría.
Como dirigente, llegó a ocupar un rol muy importante a fines de los 70 y principios de los 80, época de los “avalistas” (personas que aportaron dinero o pusieron sus firmas a favor de la institución para superar problemas económicos) y allí llegó a estar al frente del fútbol profesional de la entidad, en la última parte de la gestión de Taher Bude como presidente.
Luego, fue un permanente colaborador del club, tuvo intenciones contínuas de participar en las contiendas políticas y de hecho formó parte de algunas comisiones directivas a partir de los 90.
Cuando se apartó de la vida política de Colón, se dedicó a Pucará, otro de sus grandes amores, donde llegó a ser presidente en varias ocasiones y le puso “pecho y vida” a la entidad de barrio Transporte.
Como empresario, se dedicó al negocio de electromecánica, pero su pasión fue el fútbol e irremediablemente siempre regresaba a la palestra, muchas veces con declaraciones críticas, planteando con firmeza su propia verdad y tratando de hacerse escuchar.
Con José Luis De Sanctis, quien afortunadamente se fue de este mundo viendo lo que siempre anheló –a Colón campeón- se va una persona que, con sus defectos y virtudes, con sus aciertos y errores, siempre quiso aportar un granito de arena, desde su lugar, dentro o fuera del club, para el crecimiento de su gran pasión: Colón.