En su semana más caliente, Colón busca un feliz domingo

Lo que pasó en Colón de viernes a viernes pareció más apto para una línea de tiempo de casi un mes. Es que desde el viernes 9, cuando Colón fue goleado de local frente a Newell’s, hasta ayer que se conoció el listado de viajeros para jugar mañana a las 16 contra San Lorenzo de Almagro en el Nuevo Gasómetro, pasó de todo.

Y todo se sucedió rápidamente, una imagen atrás de la otra. Como si fuera una película que —por ahora— tiene el final abierto en las fechas que quedan hasta el final.

La despedida con abucheos e insultos contra Newell’s; la eliminación el martes de la Copa Argentina contra un equipo de la tercera categoría del fútbol argentino como Sarmiento de Junín; las duras declaraciones de Sensini post partido en Rosario; las pintadas contra cuatro jugadores (Fuertes, Moreno, Garcé, Pozo) y contra el presidente Lerche; los rumores, el Twitter de Chevantón diciendo que le deben cuatro meses y que el presidente lo quiere fuera del club; los rumores de rescisiones de contratos cuando van cinco fechas; las declaraciones del “Bichi” Fuertes a los medios nacionales; la rueda de prensa donde el manager Gabriel Omar Batistuta puso muchas cosas en claro y finalmente el listado de viajeros que confirmó el entrenador Roberto Sensini para mañana.

El equipo no está confirmado, pero algunas decisiones que asoman como importantes... sí. El entrenador dejó al margen de la lista de viajeros y concentrados al goleador uruguayo Ernesto Javier Chevantón y a uno de los flamantes refuerzos que llegó de la mano del “Bati”, el volante creativo Leandro Gracián. A esos dos se suman el también uruguayo Pablo Lima y el volante Tomás Costa.

Si a esto uno suma que están expulsados el tercer charrúa de la plantilla —Gerardo Alcoba— y el “Torero” Iván Moreno, uno advierte un banco que aparecerá mañana en el Bajo Flores Sur repleto de jugadores formados en las divisiones inferiores, a excepción del siempre cuestionado Leandro González.

De cara al posible once titular para visitar a un necesitado San Lorenzo —más allá de la esperanzadora victoria en Córdoba—, hay algunas certezas y un par de dudas. La idea de darle confianza desde el primer minuto al pibito Lucas Mugni está firme, con el plus de intentar armar un circuito de juego con el “Pipita” Federico Higuain, arrancando los dos desde atrás como un doble comando de enganche.

El objetivo, más allá de generar circulación de pelota y juego, pasa por buscar más y mejores situaciones para el único delantero de área: Esteban Oscar Fuertes.

Otra de las pistas pasó por la posibilidad de insertar el oficio de Julio Barraza en el fondo, máxime teniendo en cuenta que podría Colón arrancar el partido defendiendo a Diego Pozo con tres atrás (los otros dos son Garcé y Pellegrino), adelantando a Caire de un lado y a Urribarri del otro, con lo cual el que también saldría del esqueleto titular es Gabriel Graciani.

La otra posibilidad es que el tercer defensor, como stopper a la derecha, sea Maxi Caire y permanezca Graciani como carrilero por el mismo andarivel, bien abierto contra la banda.

Sin dudas que Colón, entre lo que pasó el viernes 9 frente a Newell’s de local y la eliminación inesperada el martes en la Copa Argentina contra el humilde Sarmiento de Junín, necesita volverse “con algo” a Santa Fe que le genere un poco de paz y tranquilidad.

Luego, cuando vuelva a jugar de local ante su gente, el domingo 25 de marzo a la noche estará cerrando la séptima fecha del fútbol argentino contra Independiente de Avellaneda.

Así, después de su semana más caliente en los últimos tiempos, Colón buscará tener mañana un feliz domingo. Su gente, la que siempre da todo, se lo merece.