El Fluminense, con sede en la ciudad de Río de Janeiro, fue fundado el 21 de junio de 1902 en Río de Janeiro por Oscar Cox, un brasileño de origen británico. Será el tercer equipo brasileño en pisar oficialmente el 15 de Abril por competencias Conmebol, recordando que Unión le ganó al Atlético Mineiro con Leo Madelón en el debut absoluto en el plano internacional (3-0 el 6 de febrero de 2020 con goles de Bou, Cabrera y Carabajal) y no pudo con el Bahía (2 de diciembre de 2020): fue 0-0 con Azconzábal y quedó eliminado (lo expulsaron a Luna Diale).
Ahora, llega el Flu a López y Planes: su mejor resultado en la Copa Libertadores de América fue un subcampeonato en 2008. Por su parte, su mejor resultado en la Copa Sudamericana fue también un subcampeonato en 2009, perdiendo ambas finales contra el mismo equipo, la Liga de Quito.
Fluminense forma parte de los cuatro grandes de Río de Janeiro, junto a Flamengo, Botafogo y Vasco da Gama, quienes son sus rivales. La camiseta del Fluminense, es granate, verde y blanca a rayas verticales; por ello es apodado como Tricolor. Sin embargo la primera camiseta sería a dos colores: blanco y gris en partes iguales.
Originalmente jugaba en su estadio Estádio das Laranjeiras en el barrio homónimo, donde se fundó. Actualmente disputa sus partidos más importantes en el Estadio Maracaná.
El "Tricolor" fue la primera institución de Río de Janeiro fundada con el propósito de jugar al fútbol y, por ello, también es considerado el decano de los grandes clubes de Brasil.
En 1911 un desacuerdo entre los jugadores de Fluminense, dio lugar al surgimiento del equipo de fútbol del Flamengo, hoy día principal rival del club. El clásico partido llamado Fla-Flu es considerado el derby más grande en la historia del fútbol brasileño y el único clásico a nivel mundial con nombre propio.
Fluminense fue el club que ganó más títulos estatales en el Estado de Río de Janeiro durante el siglo XX, con lo cual se adjudicó el título simbólico de Campeón Carioca del siglo XX. Desde el 2008 Fluminense ostenta la condición, junto al Flamengo, de ser el mayor campeón del torneo carioca con 31 títulos.
En 1924 el Fluminense tenía 4.000 socios, un estadio para 25.000 personas e instalaciones capaces de sorprender a los clubes más grandes de Europa. La significativa asociación del Fluminense con la aristocracia blanca y elitista de Río, indujo en 1914 al jugador mulato Carlos Alberto, a cubrirse su rostro con polvo cosmético para ocultar el color de su piel. Esta es la génesis de uno de los apodos del club: "pó de arroz", que es la traducción al portugués de polvo blanco. Cuando el equipo salta al campo de juego la tribuna tricolor tira talco masivamente ("joga pó de arroz") provocando una cortina de humo blanco. Así, los "torcedores do Flu" producen uno de los rituales futbolísticos de recibimiento al equipo más hermosos.
Una campaña desastrosa llevó al club al descenso en 1996. Fue en ese momento que, casi como hada madrina, llegó a escena el empresario brasileño Luisao Souza proporcionando el capital de inversión y reformas cruciales para cambiar el estado precario en el que el club se encontraba; pero fue gracias a un conjunto de maniobras políticas turbulentas que se produjeron por el escándalo de corrupción conocida como "Caso Ives Mendes" (participación de Corinthians y Atlético Paranaense), que Fluminense pudo permanecer en la máxima categoría nacional. Sin embargo, descendería al año siguiente a la "Série B". Pero la tragedia sería aún peor: el club no fue bien en la Série B y descendería a la "Série C" en 1998. Algo inédito para la historia del fútbol brasilero.
En 2001, se decidió que todos los clubes que participaron en la Copa Joao Havelange, llamado Grupo Azul, debía mantenerse en la máxima categoría; debido a la buena participación terminando en 9° de 115 equipos, el Fluminense acabó retornando la primera división del fútbol brasilero. Nunca más volvería a sufrir un descenso.
En 2008, tras vencer a Boca Juniors en la semifinal ante 84.632 aficionados (78.856 pagantes), el club jugó por primera vez en su historia una final de Copa Libertadores de América. No obstante la excelente campaña, dicha final, disputada frente a la Liga de Quito, le fue esquiva. El partido de ida jugado en Quito, lo perdió 4-2. El de vuelta, jugado en el Estadio de Maracaná, lo ganó 3-1 ante 86.027 aficionados (78.918 pagantes). Al no valer la regla del gol de visitante en la final, fueron a definición por penales, instancia donde el equipo ecuatoriano se coronó campeón.
Tras la firma de un aumento de su plantilla a 27 jugadores y de pagar el sueldo de 5 entrenadores diferentes durante 2009, el Fluminense se encontró luchando por evitar un nuevo descenso. A menos de un tercio del campeonato la probabilidad matemática de descenso era de 98%. En ese preciso momento el director técnico "Cuca", decidió despedir a algunos de los jugadores más experimentados y le dio una oportunidad a los jóvenes del club. Los juveniles, junto al experimentado goleador Fred recuperado de una lesión grave y, algo fundamental, con el apoyo incondicional de sus aficionados, lograron no solo una escapada sensacional del descenso, sino que también llevaron al club a disputar su única final de Copa Sudamericana en 2009, final que perdería contra su verdugo de la Libertadores: Liga de Quito. A dicha final, en el Maracaná, asistieron 69.565 "torcedores tricolores".
Junior ganó y es líder con un partido más
El Junior de Barranquilla ganó, gustó y recuperó el liderato en el Grupo "H" de la Copa Sudamericana, por lo tanto lo obliga a Unión a sumar algo contra el Fluminense de Brasil este jueves para no llegar tan "colgado de los cables" en la última fecha. Dos goles de Miguel Borja en el primer tiempo bastaron para imponerse 2-0 a un Oriente Petrolero endeble que solo despertó en el anochecer del compromiso, cuando el andamiaje rojiblanco se desbarajustó por las modificaciones realizadas.
Los "Tiburones" colombianos lo pasaron por encima del cuadro boliviano y pudieron haberlo goleado, teniendo en cuenta que la diferencia de gol podría resultar decisivo en la jornada final, pero se desaprovecharon opciones y el equipo perdió efectividad con las sustituciones.
Así, los colombianos, que reciben a Unión en la última fecha, tienen 10 puntos y más seis de diferencia, con un juego más. Los de Munúa, que lo visitan la semana que viene, tienen 8.