Munúa es el DT y no juega, pero hizo todo para merecer un "10"
Sorprendió a propios y extraños (los dirigentes se enteraron en la cancha) y asumió riesgos. Le salió perfecto. Y ahora, otra vez rotación para visitar el lunes a este imparable Racing que también es protagonista en los dos torneos.
Juan Vittori Gustavo Munúa en la conferencia de prensa luego de la gran victoria en Santa Cruz de la Sierra. Habían pasado cuatro meses y medio desde el último éxito como visitante.
"¿Sorprendido, presidente?", "la verdad que sí". La charla de El Litoral con Luis Spahn se registró antes del partido, en el palco de honor donde recibió un presente de manos de Ronald Raldes (el ex jugador de Colón, hoy presidente de Oriente Petrolero). Los dirigentes admiten que la decisión de Munúa los sorprendió. Como nos sorprendió a todos. Sólo él vio lo que luego iba a ocurrir. ¿Cuándo lo decidió?, quién sabe. Pudo haber sido antes de jugar con Newell's; o quizás después, cuando se selló el resultado positivo que lo puso otra vez en carrera en el torneo local. La cuestión es que se arriesgó a que, si el resultado era una derrota, quedara fuera de carrera y quizás también expuesto a la crítica. ¿Prioriza la Copa de la Liga por encima de la Sudamericana?, ¿sabía que con ese equipo que ponía, más fresco y descansado aunque con varios jugadores suplentes, le alcanzaba para ganar?. Las hipótesis y conjeturas son varias y todas confluyen en una misma dirección: el excelente diagnóstico que hizo este buen entrenador que tiene Unión, al que le rescato una frase en el final del partido: "El ambiente dentro del grupo, la relación nuestra con los jugadores, está muy bien", como dando a entender que hay un "ida y vuelta" que potencia todo, ya sea por la capacidad del técnico para hacerse entender, como también la de los jugadores para entregar lo mejor de cada uno adentro de la cancha.
La apuesta de Munúa no sólo se circunscribió a los ocho cambios en comparación con el partido con Newell's o a los seis jugadores (Moyano, Blasi, Esquivel, Roldán, Bucca y Zenón) que aparecieron como titulares y que no venían jugando desde el arranque. Fue más allá. Porque Munúa dejó en el banco a jugadores con experiencia y solvencia para esta clase de partidos (caso Polenta o Corvalán), más otros con sobrados méritos y gravitación en el funcionamiento del equipo (Portillo) y ni hablar de los que se quedaron afuera por diferentes razones (Álvez, Gastón González, Luna Diale y Ramos).
Estos aspectos duplican el valor de la apuesta -insisto, no exenta de riesgo- del entrenador. Y se vio un equipo distinto, alejado de cierta apatía que muestra cuando le toca salir del 15 de Abril. En el Tahuichi Aguilera, Unión se pareció a la mejor versión del Unión que arrasa cuando juega como local. Agresivo, voraz desde el arranque (ya marcar un gol apenas se inicia el partido parece un signo distintivo de este equipo) y sólido para imponer su estilo. Que enfrente había un equipo limitado y mediocre, es cierto. Esto no le quita méritos ni valor al resultado y al funcionamiento. Quizás sea uno de los elementos que pudo haber observado el técnico para hacer lo que hizo. Sin subestimar al rival (algo totalmente impropio de un técnico muy respetuoso y serio como Munúa), entendió que refrescando al equipo y cuidando piernas, este partido se podía ganar. Y así fue.
Juan Vittori Una postal de la alegría tatengue: los hinchas posan en la puerta del viejo estadio Ramón Aguilera Costas ( Tahuichi ), en la inestable tarde-noche de Bolivia.
Una postal de la alegría tatengue: los hinchas posan en la puerta del viejo estadio Ramón Aguilera Costas ("Tahuichi"), en la inestable tarde-noche de Bolivia. Foto: Juan Vittori
Peralta Bauer fue figura, pero al margen de ello, fue saludable lo que se vio de Zenón y Roldán. Munúa descargó una batería de elogios a Zenón y cuando lo sacó -ya extenuado- lo saludó y felicitó con un gesto hasta paternal. Y Zenón es un candidato de fierro, si se lo propone, a ser el jugador que pueda hacer "olvidar" rápidamente la salida de Gastón González, que se hará efectiva en los primeros días de mayo.
Ahora habrá que pensar en que medio equipo, o más, cambiará para el partido contra Racing. Particularmente, me provoca curiosidad saber qué hará con el arquero. La decisión de Munúa tendrá mucho de inobjetable, no sólo por el buen nivel de los dos (Mele y Moyano), sino porque él fue arquero en sus tiempos de jugador y sabe mejor que nadie cuál es la decisión más correcta para este momento. Y después, porque entre los que pueden jugar (Gastón González y Luna Diale, que se sumaron este miércoles a la delegación) y los que se quedaron afuera en Bolivia o entraron en el segundo tiempo, habrá varios en condiciones de darle, al equipo, la frescura y la soltura que Munúa -muy inteligentemente- le dio en Santa Cruz de la Sierra.