(Enviado Especial a Mendoza)
Leo Madelón decidió no hablar, algo que es habitual cuando el equipo consigue una victoria necesaria, en tanto que Moyano dejó en claro su pretensión: “Estoy disfrutando mucho de Unión y de Santa Fe, así que espero que pueda quedarme cuando termine mi contrato”. Bottinelli le tiró flores a los dos “profe”.
(Enviado Especial a Mendoza)
La medianoche se acercaba, el horario de salida del vuelo chárter a Santa Fe también y Leonardo Madelón, quien finalmente estuvo dentro del campo de juego luego del pago de una multa de más de 60.000 pesos y ya hombre-record de Unión, superando a Carlos Trullet y Reynaldo Volken en cantidad de partidos dirigidos, decidió algo que es común en él: dejar que hablen sus jugadores después de una victoria. Y la verdad es que Unión se estaba debiendo un triunfo (no lo conseguía desde el primer partido del año ante Argentinos Juniors) y mucho más de visitante. Se había ganado bien el partido, sin mostrar demasiado pero haciendo frente a la adversidad para sacar la ventaja en el momento en que se encontraba con un jugador menos en la cancha.
Así fueron circulando las voces en Unión a la salida del vestuario, comenzando por dos de las figuras del equipo: Franco Troyansky y el inagotable Jonathan Bottinelli.
Franco Troyansky: “Estoy feliz porque el grupo se merecía esta alegría. Y en lo personal, más todavía. Sabía que venía siendo positivo para el equipo pero me faltaba marcar y por eso la alegría es doble. En el penal, el designado era yo y lo que hice fue ir despacio y con calma a la pelota para colocarla lo más lejos del arquero. Y en el segundo, me venía quedando siempre de la izquierda para la derecha, como en el gol contra Argentinos, pero esta vez me quedó justo de derecha para izquierda. Salió fuerte y bien dirigido. Tuvimos una semana extraordinaria y nos juramentamos en el grupo que teníamos que ganar este partido. Le agarramos mejor la mano al partido con uno menos. Habíamos puesto el ojo en Mineiro pero acá estamos, empezando a recuperar un poco de terreno en la Superliga”.
Jonathan Bottinelli: “El ‘Morro’ García es un jugador difícil de marcar, pero con Franco Calderón le ganamos más de lo que perdimos. Ellos encontraron la diferencia de entrada con un golazo pero nosotros nos recuperamos y lo ganamos bien. Estoy contento, con muchas ganas de seguir y entero físicamente. En eso, quiero agradecerle mucho a los dos profe que tenemos, tanto a Mariano Lisanti como a Hugo Díaz, que son responsables de lo bien que está físicamente este equipo”.
Sebastián Moyano: “Tuvimos un buen partido a pesar del golpe del gol de ellos de entrada. Supimos entender de qué manera teníamos que jugarlo. Fuimos sólidos en defensa y nos estaba faltando concretar arriba, algo que hicimos bien en este partido. Pudimos haber sumado con Patronato en esta última seguidilla de derrotas y se nos escapó sobre el final pero hoy lo pudimos hacer. En el gol de ellos, me imaginé que Cartagena iba a patear al arco, pero la verdad es que no pude hacer nada. Fuimos pacientes e inteligentes para sacar a flote la situación. ¿Mi futuro?, tranquilo, el contrato termina en junio y quiero quedarme en Santa Fe. Me han tratado muy bien en Unión, ojalá pueda seguir defendiendo estos colores porque me siento bárbaro. Estoy disfrutando la ciudad y estoy disfrutando a Unión, más no puedo pedir”.
Sebastián Assis: “Ellos encontraron un gol de otro partido en una jugada dudosa, donde me cometieron infracción. Fue un golpe al tobillo que el árbitro no vio. Igualmente, para mí es un aprendizaje porque debo entender que el fútbol argentino es pura dinámica y que no hay tiempo para nada, máxime en una jugada donde se domina la pelota casi de espaldas al rival. Es algo que tengo que corregir para el futuro. Hay que desprenderse rápido de la pelota”.
Javier Méndez: “Lo importante era ganar y lo conseguimos. El plus fue que lo logramos con un jugador menos en la cancha. Cuando entré, Leo me pidió que armemos una línea de cuatro en el medio y dejemos arriba a Troyansky. La idea era salir rápido por los costados cuando recuperemos la pelota porque ellos se iban a venir y podíamos sorprenderlos”.
Javier Cabrera: “Sigo en un proceso de adaptación a la forma de juego de este equipo, pero estoy contento porque las cosas me están saliendo y hasta puedo convertir goles. El error de Gabriel (por Carabajal), que le puede pasar a cualquiera, le dio a ellos la chance de tener más posibilidades en el final, pero al final las capitalizamos nosotros. Cuando se complicó con el gol tempranero de ellos, jugamos tranquilos y no bajamos nunca la cabeza y fuimos a buscar el partido. En el gol, si no convertía, ‘Pocho’ Troyansky me ‘mataba’ porque él estaba solo y yo lo había visto, pero veía el hueco para meterme y también para patear cruzado como lo hice. Jamás hemos perdido la confianza y sabíamos que en cualquier momento íbamos a ganar un partido”.
Franco Calderón: “Estuvimos bien con la pelota y el partido fue nuestro en casi todo el desarrollo. El gol iba a llegar en cualquier momento. Ni siquiera nos complicamos cuando estuvimos con uno menos. En la última jugada del partido me pisaron la rodilla, pero no fue nada. Terminé bien y no hay de qué preocuparse. Fue un golpe normal de partido y estaré disponible para el otro lunes”.
“Me voy molesto conmigo mismo”
Gabriel Carabajal duró apenas cinco minutos en la cancha. Entró cuando el partido estaba a pedir de Unión. Lo hizo por Assis, para ocupar una posición de enganche, o de doble cinco adelantado, tratando de entrar rápidamente en contacto con la pelota y que de sus pies salga el fútbol que Unión necesitaba para doblegar a un rival inferior. Sin embargo, luego de perder una pelota se tiró al piso y levantó los pies de manera peligrosa. No era para expulsión, fue una acción temeraria que merecía tarjeta amarilla, pero el fallo de Delfino —muy riguroso con los jugadores de Unión y no tanto con los de Godoy Cruz— fue implacable y dejó al equipo con uno menos en un momento clave del partido.
Gabriel Carabajal habló con Madelón después del partido y Leo le habrá recomendado que fuera al vestuario del árbitro para conversar con él, algo que Carabajal hizo. “Me voy molesto conmigo mismo porque dejé a mi equipo con diez jugadores. Uno siempre quiere aportar lo mejor y siento que esta vez no lo hice en absoluto. Me duele mucho y se lo manifesté a los muchachos y al técnico. No sé realmente si alcancé o no a tocarlo. No fui con la intención de pegar. Lo que hice fue lanzarme al piso para recuperar una pelota que se me escapó y que picó rápido porque la cancha estaba mojada. Hizo un pique largo y yo no pude dominar tampoco mi impulso”, dijo el volante rojiblanco luego del partido.
Casi siete años sin ganar con Delfino
La estadística de Unión con Delfino no era buena. Hacía casi siete años que no podía ganar un partido. El último había sido el 2 de junio de 2013, cuando los tatengues vencieron a Colón por 1 a 0 el mediodía de su despedida de Primera, en cancha de Unión y a puertas cerradas, con el gol de Lizio de penal.
Los números del Tate con este árbitro no son buenos, aunque tampoco están demasiado desparejos. En total, Delfino dirigió a Unión en 19 ocasiones, con 7 victorias del Tate, 3 empates y 9 derrotas.
Con Vélez
Unión disputará el último encuentro de la Superliga ante Vélez, el lunes 9 de marzo a las 19 en el 15 de Abril. En el cálculo último que se hizo, la idea era tratar de terminar este torneo con 29 o 30 puntos, con lo cuál se hace necesario ganar el partido ante el muy buen equipo de Heinze para llegar a ese piso y encarar con más chances la Copa de la Superliga, con 11 partidos que determinarán la clasificación a las dos copas y el descenso.
17 meses
hacía que Unión no podía dar vuelta un resultado, tal como lo hizo este sábado por la noche en el Malvinas Argentinas. La última vez fue el 16 de setiembre de 2018, cuando iba perdiendo 1 a 0 ante Talleres de Córdoba y lo dio vuelta, ganando 2 a 1.
Y ahora, Dock Sud
Como ya se expresó, el plantel de Unión regresó vía aérea a nuestra ciudad y tendrá una semana corta porque el jueves a las 20.05 se medirá en el Monumental de la Perla del Oeste (cancha de Atlético de Rafaela), ante Dock Sud, club al que no enfrenta hace más de 45 años, por Copa Argentina.
Para ese partido, los hinchas de Unión podrán adquirir su entrada en las boleterías rojiblancas de Bv. Pellegrini el día miércoles y el mismo día del partido se venderán también en el estadio de Atlético, en Rafaela.
La idea de Madelón, aunque no habló después de la victoria ante los mendocinos, es la de jugar con lo mejor que tiene disponible. De todos modos, se especula que habrá modificaciones en el equipo, ya que, por ejemplo, Walter Bou estará disponible para jugar no sólo este encuentro, sino el del lunes ante Vélez por la Superliga.
Por su parte, Claudio Corvalán está descartado pues fue intervenido el viernes y estará afuera de las canchas por un mes, aproximadamente. Respecto de Jalil Elías, habrá que esperar la evolución de ese golpe en la zona lumbar para saber si Madelón podrá contarlo para el jueves o directamente se lo esperará hasta el lunes.
Hombre-record, nombre en común
Es rica la historia entre Unión y Godoy Cruz, empezando por aquél agónico gol de Clotet en el Feliciano Gambarte, que le dio al equipo de Trullet la clasificación para el octogonal final en el ’96, que terminó con el inolvidable ascenso a la A.
Pero el “Patón” Tomás Vicente Rossi es un nombre en común, ya que jugó en los dos y, cuando lo hizo en Unión, fue uno de los muy pocos (¿o el único?) que lo hizo en todas las categorías: Liga, Regional, Primera B y Primera División.
El “Patón” recordaba su paso por Godoy Cruz, cuando “vine con otros muchachos de Unión que habían jugado en Unión, como Horacio Rojas, Fredes e Hilario Bravi. Nos trajo el inolvidable Pelado Forti, otro que también jugó en Unión. Y allá en Mendoza formamos parte de un gran equipo, con figuras como Pedone por ejemplo. Recuerdo que le ganamos al Independiente que había salido campeón del mundo en el 73 y que mantenía a la mayoría de los jugadores y también fuimos “sparring” de la selección de Holanda en el Mundial de 1978”, contó el Patón Rossi, que fue capitán de Unión en aquél regreso a jugar el torneo de la B en 1973 y se quedó para el ascenso del 74.