Por Alberto Sánchez - [email protected]
En una fría noche santafesina, a Unión le alcanzaron 30 minutos bien jugados para alcanzar una victoria por 2 a 1 frente a Bella Vista de Uruguay, y de este modo llegar a la final del Cuadrangular Internacional Ángel Pedro Malvicino, que se disputará mañana a partir de las 17.
El otro finalista será San Martín de Tucumán, que derrotó, mediante la ejecución de tiros desde los doce pasos, a All Boys, luego de igualar 2 a 2 el tiempo reglamentario.
Así transcurrió la jornada inaugural del mini torneo que le permitió al equipo de Fernando Quiroz, debutar ante su gente en el 15 de Abril, mientras el plantel se encuentra desarrollando la pretemporada teniendo en mente la noche del jueves 7 de agosto, cuando enfrente por la primera fecha del Torneo de la Primera B Nacional, a Belgrano de Córdoba, partido que, desde las 20.35, irá televisado a todo el país a través de la pantalla de TyC Sports.
Precisamente ese será el inicio de un nuevo y largo periplo hacia la conquista del renovado sueño llamado ascenso a Primera División, ese que se escapó por poco hace poco menos de un mes ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
Pero volviendo a lo que sucedió anoche en el estadio de la avenida, hay que partir de la base de que existen varios atenuantes como para realizar un análisis de lo que mostró el conjunto de Fernando Quiroz. En principio, el exigente trabajo físico que viene llevando a cabo la plantilla tatengue. El encuentro frente al elenco charrúa vino precedido de sólo tres prácticas de fútbol en La Tatenguita.
Otro tema a tener en cuenta es la integración de los nuevos jugadores al equipo, como son los casos de los defensores Lucas Alessandria y Raúl Gorostegui, y el mediocampista central Fernando De La Fuente, más la vuelta de Paulo Rosales como clásico enganche y la ratificación, por lo menos de entrada, de Fernando Márquez como reemplazante de la “Chancha” Zárate en la delantera.
Y finalmente, y no menos importante, el indispensable entendimiento entre los protagonistas y el nuevo entrenador, para que los futbolistas sepan lo que “Teté” quiere de ellos, y que el técnico sepa lo que cada uno de ellos puede ofrecerle dentro del campo.
De la mano de Rosales
Como primer examen, ante Bella Vista Unión logró una S de satisfactorio, pero sin sobrarle. La alcanzó por lo que hizo en los primeros 30 minutos, en los cuales superó ampliamente a su adversario, que se sintió avasallado por el ritmo que el conjunto tatengue le imprimió al partido, como para “calentar” la gélida noche.
Durante esa media hora, a Unión lo movieron los hilos manejados por Paulo Rosales, quien se erigió en la figura no sólo del once tatengue, sino del partido, poniendo en evidencia todo su talento, pero además, muchas ganas de “ponerse el equipo al hombro”, pidiendo continuamente la pelota y distribuyéndola de la mejor manera.
Y como el fútbol es contagio, muchos de sus compañeros tuvieron rendimientos aceptables durante ese período. Zapata por derecha, “Coqui” Torres por izquierda, y César Pereyra por cualquiera de la dos puntas hicieron que la visita se dedique sólo a tratar de aguantar refugiado en su campo, sin pensar siquiera en alguna contra.
Por eso la apertura del tanteador no se hizo esperar. Aunque en una posición que los jugadores uruguayos discutieron, el “Picante” Pereyra arrancó por derecha, llegó a la línea final, levantó la cabeza y metió el centro atrás para la llegada de Márquez por el medio. Antonio Esmerode, defensor de Bella Vista, se interpuso en el recorrido para, con un toque suave, mandar la bola a la red y batir, involuntariamente, a su propio arquero.
Ocho minutos después llegó el segundo, y lo mejor de la noche. El “Pichi” Rosales entró al área como un clásico diez, eludió a tres rivales entre amagues y gambetas, llegó a la línea de fondo y tiró el centro atrás, otra vez Márquez en el medio del área se pasa de largo y, por el segundo caño, Zapata llegó sólo y con el pie izquierdo, concretó el 2-0, que a esa altura era merecido y presagiaba un seguro triunfo.
Terminó sin combustible
El elenco “papal” (así le dicen a Bella Vista por el amarillo y blanco de su camiseta) parecía perdido, superado en defensa y sin inquietar a Aseff. A los 28 minutos, el “Pelado” Pereyra definió por arriba del arquero Torreira concretando el tercero, pero la bandera del línea ya había marcado una inexistente posición adelantada. A los 30, Rosales desbordó por derecha, envió el centro pasado, y el mismo Pereyra ensayó una mezcla de media chilena con media tijera que al final “pifió” y no hizo más que sacársela a “Coqui” Torres que entraba solo por detrás.
Pero eso fue lo último que generó el tatengue, de ahí en más se plancharon los dirigidos por Quiroz, aunque el “Turco” Aseff seguía “viendo” el partido desde el arco. Su primera intervención fue a los cinco minutos del segundo tiempo, cuando detuvo un tiro libre de Tancredi.
A los 17, el remate cruzado del moreno Álvez, a media altura, se fue cerca del caño derecho del “Turco”. A esa altura ya Bella Vista merecía por lo menos el descuento, que llegó a los 39 minutos, mediante una jugada parecida a la de Rosales en el segundo de Unión, esta vez obra de Camacho, quien le cedió la pelota a José Tancredi para que el buen jugador charrúa acerque las cifras y ponga un poco de suspenso al cotejo.
Pero en ese momento las variantes ordenadas por los dos entrenadores habían desvirtuado las acciones, por lo que se hacía cada vez más difícil aguantar la fría noche y el desordenado encuentro. Por eso la orden de Ezequiel Blanchet, el árbitro de la Liga Santafesina, decretando el final, fue la mejor noticia para todos.
Seguramente a “Teté” Quiroz, este partido le ha dejado mucho más que un triunfo, y haciendo un análisis, sabrá lo positivo y lo negativo de lo realizado por sus dirigidos. Mañana jugará la final ante San Martín de Tucumán y será otro examen valedero, ojalá logre otra S, pero de superación futbolística.







