Unión y el sello indiscutido de ser un equipo “made in Madelón”
Equipo corto, compacto, ordenado, todos corren y con premisas tácticas irrenunciables. Hay que seguir en esta senda y no dejar de mirar jamás la situación apremiante en la tabla anual. Esa debe ser la premisa.
Leonardo Carol Madelón, DT de Unión. Crédito: Juan Foglia
Unión tiene el sello de su técnico. Equipo compacto, ordenado, sólido para defenderse, con líneas bien juntas y con la “prohibición” de hacerse largo. Madelón ha conseguido, con su 4-4-2 tradicional, darle un concepto táctico muy claro y conseguir lo que todo técnico aspira: sacarle “jugo” a sus jugadores.
Se jugaron tres partidos (los dos del torneo y el de Copa Argentina). Unión enfrentó a tres rivales duros como Rosario Central, Estudiantes y Boca con resultados positivos. Cualquier hincha “firmaba” lo que a Unión le pasó, si a priori se lo proponían. Fue bueno lo que hizo colectivamente y esto se debió al mejoramiento de las individualidades. En los tres partidos puso a los mismos jugadores, con lo que, se deduce, esta es la base titular que, veremos, puede alterarse en primera instancia con el aporte que le daría la llegada de Augusto Solari.
La realidad es que Pardo volvió a ser el del 2024 y no el de la primera mitad de este año. El mismo concepto le cabe a Mauro Pittón (conoce tanto el libreto del técnico como el técnico lo que es capaz de aportarle en esa posición de volante central más replegado). Mauricio Martínez ha recuperado nivel físico, futbolístico y confianza. Fragapane se acerca al que alguna vez brilló con Madelón hace cerca de diez años que ese jugador empobrecido en todos los aspectos que no pudo desarrollarse con el Kily González. Vargas también ha vuelto a ser el mismo que hizo olvidar la salida de Federico Vera. Y así podríamos continuar con este derrotero de nombres propios que nada tienen que ver con aquellos que salieron últimos en la Liga y últimos en la Copa Sudamericana, dejando dudas y preocupaciones por doquier en el anterior proceso.
Este Unión está visiblemente mejorado en lo físico, en lo táctico, en lo individual y también en esa confianza que lo llevó a pisar fuerte en la Bombonera. Le faltó aguantar el resultado a Unión; o en todo caso, al técnico no le salió lo que pensó cuando hizo los cambios y pretendió poblar un poco más la mitad de la cancha para cortar en ese lugar el circuito de juego de Boca, poniendo jugadores que también son aptos para el manejo de la pelota.
El equipo de Unión que salió de titular ante Boca en La Bombonera. Crédito: Juan Foglia
En estos tres partidos solamente le hicieron un gol y de pelota quieta (el de Boca). Y podríamos sumar también un cuarto partido (frente a Cruzeiro en Belo Horizonte), donde ya Madelón comenzaba a darle forma – con más tiempo de trabajo – a un equipo potenciado en función de lo muy poco que había conseguido el Kily González, que evidentemente falló cuando tuvo billetera, en un contraste poco entendible con lo que pasó el año pasado y en donde basta con recordar las inhibiciones y aquellas declaraciones del técnico cada vez que terminaba un partido, reclamando por esas incorporaciones que, por ejemplo, a fin de año nunca llegaron.
Este Unión, con los mismos nombres (salvo Tarragona) es otra cosa. Se afirmó Fascendini como segundo marcador central y le sacó el puesto nada menos que a uno de los jugadores más regulares y capitán del equipo, como el “Mugre” Corvalán, hoy relegado a la condición de suplente. Y lo mismo pasó con Del Blanco, al que seguramente Madelón irá puliendo, tanto en lo que se refiere a la marca como a elegir mejor aquellos lugares en los que debe gambetear (algo que hace muy bien) para capitalizar esa cualidad que lo transforma en un jugador desequilibrante arrancando desde más atrás como lo está haciendo al ocupar la posición de marcador lateral.
A Del Blanco le está pasando lo que alguna vez ocurrió con la “Pepa” Armando, que de ser un wing izquierdo pasó a jugar primero de volante y luego de defensor por ese sector y allí consiguió su mejor rendimiento en Unión. Raúl Armando era distinto a Del Blanco, porque tenía más potencia física para el desborde y el centro. Del Blanco tiene un poco más de habilidad y destreza en el juego corto. Pero los dos se unen en un “pequeño gran detalle”: de ser jugadores netamente ofensivos y de ataque, se reconvirtieron a marcadores de punta y ahí lograron sacar lo mejor de sí.
Leonardo Carol Madelón. Foto: Unión
Unión está puntero en su zona con Defensa y Banfield (todos con cuatro), pero la tabla que debe mirarse es la anual, que determinará un descenso. Y en esa, con 18 puntos (cosecha compartida con Banfield y Vélez), está a dos de Aldosivi y Talleres, que hoy estarían jugando un partido desempate para no perder la categoría, ya que el último en esta tabla anual es San Martín de San Juan (con magros 12 puntos en el año), que también está último en la de promedios.
Es cierto que por debajo de Unión, con 17, están Sarmiento y Gimnasia. Pero la realidad indica que, con dos puntos menos, están los equipos situados en el abismo de esa tabla anual que ya Unión la sufrió cuando en el 2023 logró salvarse en la última fecha, justamente enfrentando a Tigre, el rival que tendrá el viernes en el 15 de Abril buscando ratificar todo lo bueno que ha conseguido hasta el momento, tanto en el juego como en los resultados, más allá de que el viernes pasado, en la Bombonera, quedó esa sensación a poco y de ese “pudo ser” que al final no fue.
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