Mientras los canales de noticias anunciaban que se “caía el cielo” en ciudades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba e incluso Rosario, en la capital de Santa Fe el termómetro superaba los 40° y la térmica escalaba aún más.
El cielo se llenó de nubes, se despejó y volvió al gris. Todo en un par de horas. La lluvia llegó de madrugada.
Mientras los canales de noticias anunciaban que se “caía el cielo” en ciudades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba e incluso Rosario, en la capital de Santa Fe el termómetro superaba los 40° y la térmica escalaba aún más.
El cielo santafesino pasó de un celeste pintado a llenarse, de a poco, de nubes. El gris comenzaba a notarse pero el viento no cambiaba y el calor no aflojaba. En contados minutos, aparecieron ráfagas del sector oeste y la llegada de la tormenta se hacía más cercana.
Sin embargo, no cayó una gota durante la candente tarde santafesina. Para sorpresa de muchos, el cielo se despejó parcialmente y se pudo ver al sor en el último tramo del atardecer.
Un reportero gráfico de El Litoral se apostó en la Costanera Este y captó espectaculares postales de la ciudad de Santa Fe que esperaba, con los brazos abiertos a la lluvia. Amarillo, naranja, violeta e incluso algunos rosáseos se dejaron ver en el cielo capitalino.
Finalmente, las nubes grises cubrieron la noche santafesina y las anticipadas precipitaciones llegaron sobre la madrugada. En la mañana del sábado, las nubes predominaban en el cielo, signo de que la inestabilidad aún continúa en la región. Se espera que el domingo, vuelva el sol a lucir sus galas y los termómetros a indicar que estamos bajo un intenso verano.
¿Cuánto llovió?
De acuerdo a los datos suministrados por el Centro de Informaciones Meteorológicas de la FICH - UNL, cayeron en promedio unos 20 mm entre la noche del viernes y la mañana del sábado. Cabe señalar que la última lluvia considerable en la capital santafesina fue el domingo 1° de enero cuando se registraron 9.25 mm. También hubo precipitaciones el miércoles 11 pero apenas 0.50 mm.
La inestabilidad trajo aparejado un descenso de la temperatura. Según el CIM de la UNL este viernes el termómetro alcanzó los 43.2°. Tras las lluvias, para este sábado se esperaba una mínima de 21° y una máxima de 31°, según el SMN.
De acuerdo al organismo nacional, el centro y sur de Santa Fe se encuentran bajo alerta amarillo por temperaturas extremas, lo que significa que pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños, personas mayores de 65 años, con enfermedades crónicas.
Mientras que el noreste santafesino se encuentra bajo alerta naranja, que pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo.
Cuatro provincias del norte argentinos se encontraban este sábado bajo alertas rojas por temperaturas. Salta, Chaco, Formosa y el noroeste de Corrientes registraban máximas de hasta 41 grados, según el SMN.
Ante la ola de calor, el organismo nacional recomendó a la población de estas zonas mantenerse hidratada, no exponerse a las altas temperaturas, evitar realizar actividad física, y usar ropa liviana y de colores claros.
También se sugiere evitar las bebidas con cafeína, con alcohol o muy azucaradas, ingerir verduras y frutas, evitar comidas muy abundantes y prestar atención a los bebés, niños y a las personas mayores.
De acuerdo al SMN, para este domingo se espera cielo parcialmente nublado y calor; con mínima de 22° y máxima de 35.
En tanto, para el lunes se aguardan condiciones similares, con nubes en el cielo y temperaturas cercanas a los 35°.
Por último, el martes se presentaría con cielo algo nublado; una mínima de 21° y una máxima de 34°.
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