La Escuela Técnica N.º 480 Manuel Belgrano de la ciudad de Santa Fe recibió un Toyota Corolla y dos motos decomisadas del delito, que ahora serán utilizadas por los estudiantes para realizar prácticas mecánicas y tecnológicas.

El secretario de Gestión de Registros Matías Figueroa Escauriza y el docente Federico Wamba destacaron la importancia de reutilizar bienes incautados como recurso pedagógico para experiencias prácticas con vehículos reales.

La Escuela Técnica N.º 480 Manuel Belgrano de la ciudad de Santa Fe recibió un Toyota Corolla y dos motos decomisadas del delito, que ahora serán utilizadas por los estudiantes para realizar prácticas mecánicas y tecnológicas.
La iniciativa forma parte del programa que lleva adelante la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (APRAD), dependiente del Ministerio de Gobierno e Innovación Pública.

En este sentido, el secretario de Gestión de Registros, Matías Figueroa Escauriza, expresó su satisfacción por la entrega y destacó el sentido educativo del programa que busca que los bienes incautados no queden abandonados ni se destruyan, sino que se conviertan en herramientas de aprendizaje.
“Lo que estamos haciendo es darlos a la escuela técnica para que nuestros alumnos puedan meterle mano a los vehículos, puedan ponerlos en marcha, puedan hacer alineación y balanceo con elementos reales”, indicó.
Figueroa Escauriza remarcó que desde que comenzó el programa “ya entregamos más de 10 autos y motocicletas a escuelas de Rosario, Pérez y Santa Fe”, y adelantó que continuarán las donaciones: “Vamos a seguir con más escuelas públicas siempre y cuando tengamos vehículos cerca de la zona. También lo estamos haciendo con bomberos voluntarios, para que practiquen rescates y cortes de emergencia”.
El docente Federico Wamba celebró la llegada de los vehículos como un hecho histórico para la institución: “Para la escuela es muy importante, la verdad que hoy estamos celebrando un hecho histórico, porque siempre como docente, cuando uno pasa por esos lugares donde están todos esos autos abandonados, dice: cuánta riqueza para una escuela. Hoy estamos celebrando que se dio un paso gigante”.

Wamba destacó el valor pedagógico de poder trabajar con autos reales: “Es importante que los chicos vivan la experiencia de tocar un auto real, hacer lo que tienen que hacer, que es repararlo y conocerlo. Nuestro objetivo es volver a ponerlos en marcha, y cuando lo logremos, lo haremos público porque será increíble”.
El profesor explicó además que los estudiantes de distintas tecnicaturas participarán en el proyecto: “Van a estar involucrados desde cuarto a sexto año automotor y algunos de informática, porque hoy todos los autos tienen computadoras a bordo. Así que esta donación nos involucra a las dos especialidades”.
Uno de los alumnos, Marco Miedan, compartió su entusiasmo por participar del proceso creativo vinculado a los vehículos. El joven diseñó la estética de uno de los autos, inspirándose en los colores de la bandera santafesina y en modelos de Fórmula 1: “El auto está inspirado en los colores de la bandera de Santa Fe y en el último vehículo que condujo Ayrton Senna en 1994”.
Miedan relató su orgullo por haber visto su diseño en competencia: “Ver mi diseño circular por el circuito fue un orgullo, porque sentí que por primera vez un trabajo mío era tan bien valorado. Fue una locura”.

La donación refleja un cambio de paradigma en la gestión de bienes incautados. Lo que alguna vez fue parte del delito, ahora se transforma en una herramienta de aprendizaje. “Estamos muy contentos de que podamos reutilizar estos bienes, que no queden tirados frente a las comisarías o en depósitos, sino que los empecemos a devolver a la educación pública”, cerró Figueroa Escauriza.