Cómo buscan garantizar el agua en Santa Fe ante la paralización de la ampliación de la planta potabilizadora
Aguas Santafesinas produce picos de 195 millones de litros por día, que llegan a los hogares de la ciudad para el consumo. Realizan tareas de mantenimiento en tres frentes. Y esperan la reactivación de una obra clave para el futuro.
Los piletones actuales de tratamiento del agua extraída de los ríos Santa Fe y Colastiné. Foto: Fernando Nicola.
Algo tan simple como abrir la canilla y tomar un vaso de agua es hoy algo que está garantizado, pero a futuro se presenta como un gran desafío en Santa Fe. Esto es debido a la paralización de la obra de ampliación de la planta potabilizadora que abastece a la gran mayoría de los vecinos de la ciudad. Se trata de una obra clave para el futuro de la capital provincial debido a su crecimiento demográfico y territorial. El próximo verano el servicio de pondrá a prueba en las condiciones actuales mientras se aguarda la reactivación de la obra.
La planta potabilizadora de Candioti Sur es clave para sostener el abastecimiento de agua en Santa Fe.
Hoy la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas (ASSA) ubicada en barrio Candioti Sur tiene una capacidad de producción y entrega de entre 170 a 180 millones de litros de agua potable por día, según se informó desde la empresa prestataria del servicio. El máximo que se alcanzó en los últimos años, en función a las condiciones actuales de la planta, es de un poco más de 195 millones de litros. “Con las actuales acciones que se vienen implementando el objetivo es superar esa cantidad”, dijo el vocero, Germán Nessier.
Mantenimiento
Mientras se espera algún día poder terminar la obra de ampliación, en el marco del plan de confiabilización de la instalación operativa de la ciudad de Santa Fe, ASSA viene trabajando en tres grandes frentes en las tomas de agua, en la planta potabilizadora y la red de distribución domiciliaria que se expande por los barrios.
El primer frente, en la planta potabilizadora, es “el corazón del servicio”, dice Nessier. Allí se hicieron tareas de mantenimiento preventivo para la confiabilización de los sistemas de bombeo. Se reemplazó una bomba de transferencia ubicada en la preserva. Además se renovó un transformador de media tensión ubicado en la sala de bombas de la planta. Y se continúa con la renovación y remodelación de filtros de los falsos fondos, que permiten optimizar el proceso de producción.
Las tareas de mantenimiento buscan sostener la operatividad mientras se espera reactivar la obra.
Por otro lado, se hicieron modificaciones en otra etapa del proceso de potabilización, a donde se realiza la decantación con un sistema de barrefondos. Se realizó el mantenimiento de bombas y se adquirieron otras para tener de repuesto en el caso de necesidad.
Simultáneamente se viene trabajando en el mantenimiento de las dos tomas de agua del río Santa Fe (Hernández) y del Colastiné, a donde se fueron renovando las bombas.
De cara al verano
Uno de estos mantenimientos se llevaba a cabo este martes, sobre el Colastiné, mientras que en la toma del Santa Fe se trabaja para poder sumar en operación otra bomba que permitiría ponerla en funcionamiento sin afectación del servicio.
Las obras paralizadas afectan el barrio: hay calles cortadas y el mal estado genera reclamos vecinales.
Lo otro es lo que tiene que ver con la red. Allí se vienen haciendo distintos trabajos para mejorar los sistemas de distribución, además de la atención de reclamos por reparación de instalaciones, todo lo que tiene que ver con fallas de cañerías primarias o secundarias.
“Esto permite tener una confiabilización global del sistema y, con todas las mejoras que se han ido haciendo en la planta, permitirá incrementar la capacidad de producción en alrededor de un 7 u 8 por ciento”, indicó el vocero de ASSA. En consecuencia, “todo esto permite a Santa Fe estar mejor posicionados de cara a la temporada estival”, resumió Nessier.
La ampliación
La ampliación de la planta potabilizadora de agua es clave para el futuro. Fue pensada para garantizar el abastecimiento al menos hasta el año 2050. Se trata de una transformación hacia una planta de alta taza -como se la denomina-, “más moderna que la actual”, dice Nessier, a la que se le suma la obra de construcción de una nueva toma de agua sobre el río Santa Fe (denominada “Calchines”) y un nuevo acueducto (ya se tendió el 50 por ciento), un desagüe para el agua en proceso, nuevos edificios de insumos en la planta potablizadora, una planta de estación transformadora, una planta de tratamiento de lodos y desechos (la actual no cuenta con esto) y una nueva sala de bombas complementaria a la actual, para reforzar el sistema de bombeo.
El futuro del abastecimiento de agua en Santa Fe depende de reactivar la ampliación de la planta potabilizadora.
“La obra sigue paralizada”, dijo Nessier. Todo está supeditado a las negociaciones que viene llevando adelante el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia con el Gobierno Nacional. “Aguardamos una definición política al respecto”. Se sabe que la inversión es millonaria. También se sabe que desde la Nación el mensaje es “no hay plata”.
Antes de la paralización, “la obra había avanzado globalmente un 12 por ciento, con diferentes grados de avance puntuales en los distintos frentes, ya que se trata de una obra muy compleja, que incluye además un laboratorio de monitoreo de calidad regional del agua”, apuntó el vocero, “lo que permitiría incrementar la capacidad de producción de la planta en un 75 por ciento”. Por ello esta obra “es fundamental para poder mejorar hoy el servicio, pero también para pensar en el crecimiento de la cobertura en relación a la ampliación de la ciudad”.
En el mientras tanto, preocupa no sólo el abastecimiento de agua de la ciudad, sino también les preocupa a los vecinos de barrio Candioti Sur el estado del barrio que quedó “en obras” que además están paralizadas. Hay calles con el tránsito cortado y otras, intransitables.
Calles cortadas
El año pasado se habían reactivado dos frentes de obra. El módulo de potabilización propiamente dicho -que está dentro del predio de la empresa-; y el otro, en los alrededores de las instalaciones ubicadas en barrio Candioti Sur, con el tendido de tubos de gran tamaño por calle Alberdi.
Cuando se retomaron los trabajos, a cargo de la misma UTE que venía llevándolos a cabo -integrada por Supercemento, Basaa y Obring-, lo primero que se ejecutó fue la reparación del asfalto y cordón cuneta por calle Calchines, que había quedado destrozada en las cuadras aledañas a la planta, dado que se habían soterrado cañerías a principios de 2023. Los vecinos frentistas venían con quejas desde hacía rato y el saneamiento de las calles fue lo primero que se encaró al rehabilitarse los fondos nacionales.
Sin embargo la obra se volvió a paralizar y las calles quedaron en mal estado y con el tránsito cortado, como es el caso de Alberdi entre Alem y Calchines, y esta última, en su tramo entre Alberdi y Lavalle.
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