¡Atlas a la vista!: las emocionantes capturas de un cometa logradas por astrofotógrafos santafesinos
Ernesto Garay y Eduardo Schaberger lograron imágenes asombrosas del cometa C/2024 G3, descubierto en abril del año pasado. Garay montó los equipos sobre el techo de la casa de sus padres y esperó el momento exacto. La paciente historia detrás del lente, hasta el “click”.
El cometa C/2024 G3 (ATLAS) fue descubierto el 5 de abril de 2024, por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS, por sus siglas en inglés).
Gentileza Code (Ernesto Garay)
Mientras por el Centro de Observadores del Espacio de Santa Fe (CODE) ubicado sobre la Costanera Oeste de la ciudad desfilaban más de mil curiosos por observar desde los telescopios del complejo astronómico el desfile planetario en la eclíptica, uno de los miembros de su directorio, el astrofotógrafo Ernesto Garay, se trasladó al sur de la ciudad en busca de un mejor horizonte para intentar fotografiar al cometa ATLAS. La que sigue es la historia de una pasión.
El cometa C/2024 G3 (ATLAS) fue descubierto el 5 de abril de 2024, por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS, por sus siglas en inglés) mediante un telescopio robótico instalado en Río Hurtado (Chile). Luego, a través de diferentes mediciones se logró calcular su órbita alrededor del sol y se determinó que se trataba de un cometa rasante, dado que en su punto más cercano (perihelio), el mismo se aproximaría a sólo 0.093 unidades astronómicas del sol. Esto equivale a 13,9 millones de kilómetros, que es menos de un décimo de la distancia promedio de la Tierra al sol y menos de la mitad de la distancia de Mercurio al sol, el planeta más cercano al mismo.
Gentileza Code
La posibilidad del avistaje generó un gran revuelo en la comunidad astronómica que se dedica al estudio y seguimiento de cometas. Es que este tipo de cometas “son propensos a ser extremadamente brillantes y espectaculares debido a que la extrema cercanía al sol produce la evaporación de una enorme cantidad de gases del cometa, que luego reflejan fuertemente la luz del sol”, explica Garay, de 32 años, en diálogo con El Litoral, tras la captura de sus fascinantes imágenes.
Sin embargo, esta misma cercanía “puede favorecer la destrucción del cometa debido a las extremas fuerzas de marea que ejerce el sol sobre el mismo, siendo frecuente la fragmentación del núcleo o la completa evaporación de este tipo de cometas -continúa la explicación Garay-. Si el núcleo del cometa es lo suficientemente grande, la supervivencia del mismo es más probable, y este parecía ser el caso del cometa C/2024 G3 (ATLAS)”, dice el experto.
Un brillo en el cielo
De esta manera se esperó con una gran expectativa el perihelio del cometa, que finalmente sucedió el 13 de enero pasado, y que sólo fue visible un par de días antes y después a través del coronógrafo solar espacial SOHO debido a la extrema cercanía del mismo al sol. Dichas imágenes revelaron al flamante cometa en todo su esplendor, aún íntegro y con una cola extremadamente brillante.
Felizmente, la órbita del cometa permitiría la observación del mismo los días posteriores al perihelio a los observadores del hemisferio sur, y dado el gran brillo alcanzado por el mismo probablemente podría ser visible a simple vista, “algo extremadamente raro para un cometa”, valora Garay.
Gentileza Code
Con gran expectativa “me propuse fotografiarlo con mi telescopio, habiendo fotografiado varios cometas previamente (las imágenes están su instagram: @astroerne), pero ninguno tan brillante y espectacular como este”, cuenta el astrofotógrafo.
Trepen a los techos
Las observaciones normalmente “las realizo desde la casa de mis padres en barrio Sur de la ciudad de Santa Fe, que tienen un patio que me permite instalar cómodamente el equipo -dice Garay-. Pero esta vez, dada la baja altitud del cometa en los días posteriores al perihelio, resultaba esencial tener visibilidad del cielo cercano al horizonte, ya que el cometa se iba a ubicar a sólo unos pocos grados por encima del mismo”.
Lamentablemente, la zona presentó un clima muy inestable y las nubes abundaron e impidieron completamente la observación durante varios días. Un registro fotográfico obtenido por un fotógrafo húngaro desde Chile había desatado el desánimo de aquellos que, al igual que nuestro astrofotógrafo, esperaban ver el cometa por primera vez: su núcleo había desaparecido. Esto parecía indicar la fragmentación del núcleo del cometa, posiblemente debido al intenso calor al cual estuvo expuesto durante su paso por el perihelio, y era de esperar una disminución importante de su brillo en los días posteriores.
En el Code se realizan charlas y talleres, con experiencias como ésta, que otorgan una experiencia inmersiva. Gentileza Code.
El 22 de enero, tras dos intentos frustrados de fotografiarlo por la aparición de nubes, finalmente tuvimos un día despejado en la ciudad. “Con la ayuda de mis padres logramos subir todo el equipo al techo de la casa, lo que requirió extremo cuidado para no dañar ni desalinear el espejo del telescopio”, cuenta sobre aquel día Garay. A las 19 horas, una vez que el equipo estaba instalado, “esperé que baje el sol y se ponga oscuro para poder comenzar a alinear y poner en estación el telescopio, lo cual es esencial para poder realizar fotografías de larga exposición”.
Cometa a la vista
A las 20:45, transcurrida una larga espera en la cual el cielo aún no estaba lo suficientemente oscuro, comenzó a vislumbrarse la silueta del cometa en el buscador del telescopio, observándose claramente la cola larga y brillante. Inmediatamente “comencé a tomar fotografías con el telescopio, de sólo 5 segundos de exposición para no saturar la imagen con el fondo brillante del cielo dada la baja altitud del cometa y el brillo de las luces de la ciudad”, cuenta Garay sobre aquel emocionante momento.
El resultado fue impactante, múltiples estructuras podían observarse en la cola del cometa, incluida una línea de gas extremadamente brillante en la parte superior proviniendo del lugar donde debería estar el núcleo del cometa, pero que ya no estaba. “Sorpresivamente, al dirigir mi mirada hacia el lugar donde el telescopio estaba apuntando al tomar las fotos, pude observar a simple vista su larga cola, muy tenue pero claramente visible sobre el cielo urbano de la ciudad”.
Gentileza Code
Pese a que el cometa finalmente no superó su aproximación al sol, “nos deja como despedida su brillante cola que aún es visible desde la ciudad, ahora sí con binoculares o telescopios pequeños, y mejor aún desde lugares más oscuros alejados de la contaminación lumínica de la urbe”, relata Garay sobre esta experiencia.
Al igual que el de Garay, aquel día fueron logrados otros registros del fenómeno desde Santa Fe, como las capturas del astrofotógrafo rafaelino con premios internacionales Eduardo Schaberger. Su foto fue tomada con una cámara Canon R6 Mark II y un lente Sigma 105mm f/1.4, montados en un trípode fijo sin seguimiento.
Eduardo Schaberger.
“La escena se enriquece con elementos profundamente arraigados en nuestra región: un viejo molino desgastado por el tiempo, al que le faltan algunas aspas, sirviendo de posadero para un carancho, un ave característica de nuestra zona. A la izquierda, como un guiño a los tiempos modernos, las trazas de un tren de satélites Starlink cruzan el cielo, añadiendo un contraste inesperado entre la naturaleza y la tecnología”, describe Schaberger. “Esta imagen conecta lo efímero con lo eterno, recordándonos que, aunque el cometa pronto desaparecerá, su historia seguirá brillando”, reflexiona luego.
Las historias de los Garay
Ernesto Garay lleva el apellido de aquel primer astrónomo americano, que fue justamente otro santafesino: Buenaventura Suárez Garay (3 de septiembre de 1679 - 24 de agosto de 1750). El joven jesuita era descendiente del fundador de Santa Fe, Juan de Garay, y hacía astronomía en plena selva guaraní. Nacido en el casco histórico de la ciudad frente al colegio Inmaculada Concepción realizaba en los altillos del antiguo edificio sus primeras investigaciones. Allí se conservan todavía algunos de sus elementos de estudio.
-Sinceramente, que no lo se -dice Ernesto, quien además de astrofotógrafo es licenciado en Biotecnología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, y doctor en Ciencias Biológicas de la misma facultad.
-Entonces la pasión por los astros compartida es, al menos, una feliz coincidencia.
-La verdad que sí (risas).
Modo nocturno. El Code y un juego de luces durante la noche santafesina.
Otra coincidencia es que tanto Buenaventura como Ernesto crecieron en el barrio Sur de la ciudad.
Buenaventura Suárez Garay pasó a la historia por ser el primer astrónomo del hemisferio sur que efectuó observaciones y mediciones de la bóveda celeste, estudios que trascendieron los límites de la cuenca del Plata y despertaron el interés de los científicos de Europa. Desde el CODE rescataron su figura, en el marco de esta nueva etapa que comenzó con la remodelación de la institución y la incorporación del nuevo planetario full dom. Una cúpula geodésica de 10 metros de diámetro con 73 butacas para observar el espacio y vivir una odisea virtual inmersiva que lleva el nombre de aquel primer astrónomo criollo.
Viaje a las estrellas
Ubicado sobre la Costanera Oeste en avenida Alte. Brown al 4900, a orillas de la laguna Setúbal, el CODE es una institución santafesina abierta al público en general. Los visitantes pueden vivir la experiencia de un viaje a las estrellas y conocer un poco más sobre esta fascinante experiencia.
Archivo
Desde allí se puede ver el cielo en tiempo real antes de iniciar el viaje por todo el sistema solar, para más tarde salir de nuestra galaxia y visitar otras galaxias vecinas, a través de nebulosas y cúmulos planetarios, globulares y abiertos.
El CODE está abierto al público en general, de lunes a domingos, desde las 20 horas. Además, durante el año se realizan talleres y distintas capacitaciones.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.