Una pintoresca lancha de pasajeros amarró en los últimos días en el Dique II del Puerto de Santa Fe, y generó expectativas entre quienes desean que exista algún tipo de servicio de paseos náuticos por las islas.
Se trata de una embarcación para más de 60 tripulantes. Es como las que se utilizan en el Delta del Tigre. ¿Tiene destino turístico?
Una pintoresca lancha de pasajeros amarró en los últimos días en el Dique II del Puerto de Santa Fe, y generó expectativas entre quienes desean que exista algún tipo de servicio de paseos náuticos por las islas.
Poco se sabe del destino que tendrá dicha embarcación. Desde el órgano de turismo municipal, informaron que se trataría de un emprendimiento privado. "La embarcación estará funcionando en breve", dijo Franco Arone, desde el Safetur, y "tiene una capacidad de más de 60 pasajeros".
También se informó desde el Safetur que se ubicó nuevamente un pontón de ascenso y descenso de pasajeros en el Dique I, similar al que tenía el recordado catamarán turístico Costalitoral, que ya no está en la ciudad.
Justamente el Costalitoral y la lancha municipal La Ribereña, de Los Guardianes del Río, eran los dos servicios náuticos de paseos turísticos por la zona de islas y la laguna Setúbal. Pero ambos dejaron de funcionar hace varios años atrás. Y antes de ellos, en la década del '90, funcionó el crucero Cirindá, entre los más recientes.
Desde antes de la pandemia Santa Fe no cuenta con ningún tipo de servicio de paseos náuticos, como si los tienen otras localidades de la región, como Paraná.
El río, las playas y la naturaleza brindan un paisaje único y son el patrimonio de la ciudad. Sin embargo no existe hoy el acceso al humedal, ya que no se cuenta con ningún emprendimiento ni privado ni público.
Hasta hace algunos años atrás, el catamarán que salía del Dique I del Puerto era una interesante alternativa para recorrer la zona, con una guía turística que le contaba a los turistas sobre las bondades y el encanto del ambiente, sobre la rica historia de la ciudad y con la posibilidad de disfrutar de un viaje confortable y placentero, con servicio de buffet a bordo.
Otra alternativa era la lanchita municipal La Ribereña, una embarcación que antes era timoneada por gente de la isla, los Guardianes del Río, de Alto Verde. Era gente conocedora del entorno de las islas al mando de la embarcación, para meterse por los arroyos y llegar a las lagunas internas del delta, a donde se podían apreciar, entre otras plantas autóctonas, los bellos irupé. También se podía navegar el río Santa Fe frente al Parque de la Constitución y pasar por debajo del puente Colgante, como atractivos.
Pero hoy nada de ello existe. La ciudad parece haberle dado la espalda al río.
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