Mensaje de Navidad de la Iglesia santafesina: un llamado "revolucionario" y "contracultural" frente a la violencia
Con un escrito firmado por primera vez de manera conjunta, la Iglesia santafesina llamó a vivir una Navidad centrada en el amor, la cercanía y el cuidado del otro, en un contexto social marcado por a violencia, la exclusión y el deterioro del tejido social. Se presentó durante un encuentro con periodistas.
Fenoy y Vecino compartieron el mensaje de Navidad en un encuentro con medios de comunicación de la ciudad. Foto: Manuel Fabatía
En su mensaje de Navidad 2025, el arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, y el obispo auxiliar, monseñor Matías Vecino, invitaron a la comunidad a redescubrir el sentido profundo del nacimiento de Jesús en tiempos en "que se recurre con facilidad a la descalificación, el insulto, la humillación, la indiferencia o la cancelación del otro".
El escrito, firmado por primera vez de manera conjunta, fue presentado este viernes por la tarde en un encuentro de diálogo con periodistas en el Multiespacio de la UCSF (Moreno 2906). Consultado por los medios de comunicación sobre el contenido central del mensaje navideño 2025, Fenoy explicó que tiene dos ejes claros. "La primera parte muestra la paradoja de la Navidad: un pueblo que esperaba un salvador revestido de poder, de guerra y dominio, y Dios que responde con un niño, inerme e impotente, pero lleno de amor y necesitado de amor".
En una segunda dimensión, señaló que esa paradoja se traslada a la vida cotidiana: "Es llevarla a la vida de todos los días, a cambiar el estilo de vida. Todos queremos un mundo mejor; para nosotros los creyentes, ese mundo comienza en el compromiso con la fe, pero hay mucha gente empeñada en cambiar actitudes que nos hacen mucho mal".
Asimismo, afirmó que el pesebre propone un mensaje "revolucionario y contracultural", capaz de interpelar tanto a creyentes como a no creyentes. "Hay que volver a refrescar los pesebres vivientes. La gente se conmueve cuando ve un bebé. Dios ha querido entrar así por esa puerta de la sorpresa y de la ternura", dijo monseñor Fenoy.
En la ocasión, los obispos y el Equipo de Comunicación del Arzobispado mantuvieron una charla amena con periodistas que atravesó varios temas. Foto: Manuel Fabatía
El arzobispo valoró especialmente el trabajo compartido con el obispo auxiliar Vecino. "Es el tercer año que podemos reunirnos con algunos medios y aprovechamos la cercanía de la Navidad para entregar nuestro mensaje. Esta vez hecho por los dos, y para mí es una gran satisfacción poder compartir este pastoreo y esta responsabilidad de la Iglesia en Santa Fe con otro hermano obispo", expresó. Y agregó: "El signo de trabajar juntos me gusta mucho y me hace mucho bien, así que el mensaje lleva el nombre de los dos".
En ese marco, Fenoy destacó también el rol de los comunicadores. "En una sociedad que no quiere la violencia, la marginación ni la exclusión, y que busca la verdad y el bien común, ustedes están en primera línea. Contamos con ustedes y la gente cuenta con ustedes", afirmó, al anticipar que el próximo año se proponen visitar los medios para fortalecer la cercanía y el diálogo.
"Hay que volver a refrescar los pesebres vivientes", pidió Fenoy. Crédito: Gentileza
La mirada sobre la situación social
Al ser consultado sobre el cierre del año en la Arquidiócesis y la realidad social que atraviesan las parroquias, el obispo auxiliar Matías Vecino puso el foco en el sufrimiento cotidiano que se observa en las calles. "Hay mucha gente sufriendo. A mí me impacta un montón la cantidad de personas comiendo de la basura; creo que es la imagen más dolorosa que tenemos", señaló. A ese cuadro sumó otra preocupación: "La forma de tratarnos entre nosotros, la falta de cariño, de empatía, aun cuando el otro no comparta tus ideas. Hay una gran falta de diálogo y de encuentro".
Fenoy amplió esa mirada a partir de experiencias recientes de contacto directo con los barrios más golpeados. "Acabo de terminar la visita pastoral en Santa Rosa de Lima, un barrio muy querido, pero muy castigado por la pobreza y la drogadicción. Uno no sabe qué es causa y qué es efecto", reflexionó. Relató su paso por comunidades, escuelas y centros de salud, y describió el impacto devastador del consumo problemático: "La droga ocupa todo, llega a todos los espacios y destruye todo lo que encuentra".
El arzobispo también advirtió sobre la creciente necesidad alimentaria. "En nuestras escuelas nos decían que este año se incrementó la necesidad de comer. Antes no se quedaban todos los chicos en el comedor y ahora se quedan todos, e incluso piden otra porción", contó. Para Fenoy, esas señales son un termómetro claro de la situación: "Hambre evidentemente hay mucha".
En ese contexto, ambos obispos coincidieron en que la Navidad no puede reducirse a un mensaje intimista, sino que interpela a la acción concreta y al compromiso comunitario. "Que el Niño de Belén vuelva a tocar los corazones de cada uno de nosotros", expresaron, deseando que el mensaje del pesebre se traduzca en gestos de cercanía, solidaridad y reconstrucción del tejido social en cada comunidad santafesina.
Monseñor Sergio Fenoy, arzobispo de Santa Fe. Foto: Manuel Fabatía
El mensaje completo
"Cuando un silencio apacible envolvía todas las cosas, y la noche había llegado a la mitad de su rápida carrera, tu Palabra omnipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real, como un guerrero implacable, en medio del país condenado al exterminio. Empuñando como una espada afilada tu decreto irrevocable…" (Sab 18,14-15).
"La tradición cristiana aplica desde hace siglos este pasaje del libro de la Sabiduría a la Noche Buena. El pueblo elegido esperaba, en efecto, un Mesías poderoso que, desplegando la fuerza de su brazo aniquilaría a todos los enemigos de Israel y le otorgaría el status que se merecía por sobre todas las naciones.
"Sin embargo, ocurrió otra cosa. El texto sagrado llegó a su cumplimiento de formas impensadas. Y hoy nos sigue sorprendiendo, nos sigue desconcertando. Porque la Palabra omnipotente de Dios que viene "como ladrón en la noche", terrible, misteriosa, llega a nuestro pobre valle de lágrimas envuelta en pañales; porque se lanza desde el trono real y no encuentra ni siquiera un lugar en el albergue, yendo a parar a un pesebre rodeado de animales; porque este guerrero implacable viene en realidad desarmado y vulnerable, hecho Niño, empuñando la espada afilada del decreto irrevocable de su Amor.
"La Navidad trastoca todos nuestros parámetros, contradice todas nuestras predicciones, supera todas nuestras expectativas. Hoy, cuando se vuelven a poner de moda términos como "enemigo", para referirse a quien no comparte mis ideas y mi escala de valores, o "batalla cultural", entendiendo la lucha de una fuerza ideológica contra otra, hoy más que nunca los cristianos debemos dejarnos moldear por el misterio del pesebre; hoy, que se recurre con facilidad a la descalificación, el insulto, la humillación, la indiferencia o la cancelación del otro; hoy, que la violencia muchas veces se ha vuelto la forma de tratarnos entre nosotros; hoy, precisamente hoy, la Navidad tiene un mensaje revolucionario, una Palabra omnipotente según la impotencia del amor de Dios, que es más poderosa que los poderosos de este mundo. Como cristianos estamos invitados a abrir los sentidos, el entendimiento, la libertad y el corazón entero a este anuncio extraordinario.
"Que el Niño de Belén, Jesucristo Señor del universo y de la historia, vuelva a tocar los corazones de cada uno de nosotros; que el mensaje contracultural del pesebre se despliegue con toda su fuerza en la vida de cada una de nuestras comunidades".
Sergio Alfredo Fenoy, Arzobispo de Santa Fe / Matías Vecino, Obispo auxiliar