Un estudio reciente publicado en la Revista Geográfica Digital advierte que el transporte público de pasajeros en la ciudad de Santa Fe todavía no logró volver a los niveles de uso previos a la pandemia de COVID-19.

Son las conclusiones de un estudio elaborado por especialistas en la materia: una investigadora de la UNL y un colega de la Universidad Complutense de Madrid

Un estudio reciente publicado en la Revista Geográfica Digital advierte que el transporte público de pasajeros en la ciudad de Santa Fe todavía no logró volver a los niveles de uso previos a la pandemia de COVID-19.
La investigación, realizada por la Dra. Andrea Bosisio, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral; y el Dr. Rubén Talavera García, docente e investigador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro del Grupo tGIS Transporte Infraestructura y Territorio, analizó millones de viajes registrados con la tarjeta SUBE en 2019, 2022 y 2023. Los datos muestran una caída del 29,5% en 2022 y una brecha del 17,4% en 2023 respecto de la prepandemia.
El trabajo revela además un cambio en los patrones de movilidad: mientras en 2019 el mayor uso del colectivo se registraba hasta los jueves, en la pospandemia la demanda se concentró entre lunes y miércoles. También se mantuvieron tres picos horarios —mañana, mediodía y tarde— vinculados a actividades laborales y escolares.

Otro hallazgo clave es la modificación en el perfil de los usuarios. Antes de la pandemia predominaba la tarifa plana, pero en los últimos años crecieron las validaciones con tarifa subsidiada, especialmente el Atributo Social Federal y el boleto educativo. Esto refleja el impacto de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los sectores populares.
Los autores advierten que la reducción en la cantidad de pasajeros pone en riesgo la sustentabilidad del sistema, que ya arrastraba problemas estructurales como la baja frecuencia, la antigüedad de las unidades y la escasa cobertura en zonas periféricas.

Además, remarcan que la eliminación en 2024 del Fondo Compensador del Transporte y los fuertes aumentos de la tarifa agravaron la situación, lo que hace prever una caída aún mayor de usuarios.

Cabe mencionar que el último aumento de la tarifa de colectivos dispuesto el mes pasado por el Municipio santafesino llevó el precio del boleto sin subsidios a $ 1.580. Asimismo, la Tarifa Centro pasó a costar 1.228,89 pesos; la Estudiantil (terciario-universitario), 1.053,33 pesos; la Tarifa Jubilado, 877,78 pesos; la Escolar, $702,22 pesos; y la Tarifa Seguro, $351,11 pesos. Según el municipio, a la tarifa plana la abonan el 21 % del total de usuarios del sistema.
El estudio concluye que el transporte público en Santa Fe enfrenta un desafío de sostenibilidad, con riesgo de profundizar la desigualdad en el acceso a la movilidad. Los investigadores recomiendan que el Estado local y provincial adopte medidas urgentes para garantizar un servicio accesible y de calidad, clave para la integración urbana y social de la ciudad.
Dichas conclusiones fueron expuestas por Bosisio el martes pasado durante la conferencia “El transporte público en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz: análisis de problemas de accesibilidad y movilidad mediante geotecnologías”, llevada a cabo de forma presencial en la UNL y también de manera virtual, en el marco de “InserCiclo”.

Tras la exposición, la experta anticipó que los investigadores locales tienen otro proyecto en curso vinculado a la movilidad urbana en la ciudad, “en el que analizaremos la movilidad y accesibilidad al transporte en todo el Gran Santa Fe y Paraná”, dijo Bosisio.
Cabe mencionar que en la FICH UNL hay en la actualidad dos tesis en curso de la Maestría en Tecnologías de la Información Geográfica, a cargo de los investigadores Pablo Chaulet y Nicolás Sacco. En dicho marco “estamos construyendo la red de transporte interurbano para poder analizar la accesibilidad en todo el aglomerado”, cerró Bosisio.
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