La Municipalidad de Santa Fe lanzó una nueva etapa del plan de mejoramiento de calles en barrios de la ciudad, a través de una licitación que prioriza el uso de estabilizado pétreo.

El plan contempla la renovación de más de 200 vías, incorporando estabilizado pétreo y otros insumos, con el objetivo de optimizar la circulación y el estado de la infraestructura urbana.

La Municipalidad de Santa Fe lanzó una nueva etapa del plan de mejoramiento de calles en barrios de la ciudad, a través de una licitación que prioriza el uso de estabilizado pétreo.
La iniciativa se enmarca en una inversión municipal que busca mejorar la circulación, garantizar accesos en días de lluvia y acompañar la expansión del servicio de recolección de residuos en este caso en barrios como El Tránsito, San Agustín y Bernardino Rivadavia, y prevé la intervención de unas 50 cuadras por mes.

En este marco, el intendente Juan Pablo Poletti destacó que el objetivo es avanzar sobre las calles de tierra con un material más resistente que el ripio tradicional. “Estamos cumpliendo con lo que prometimos, tratar de solucionar los problemas de la gente y cambiarle la vida”, afirmó, al explicar que el nuevo estabilizado pétreo “es una piedra que da más compactación y los lluvia no se lava”.

El intendente confirmó que la licitación asciende a 630 millones de pesos y que el proceso se extenderá por cuatro meses. Según detalló, el municipio podrá intervenir alrededor de 200 cuadras adicionales, sumadas a las que ya se ejecutan. “Estamos teniendo muy buenas experiencias en todos los barrios que se han intervenido con este estabilizado pétreo”, aseguró.
Poletti también remarcó que el municipio duplicó la inversión respecto del año anterior: “Casi 9000 millones de pesos presupuestados para lo que es asfalto frío y caliente, hormigón y estabilizado pétreo”. El objetivo, subrayó, es garantizar que incluso en sectores sin obras de pavimentación definitiva, los vecinos puedan circular sin sufrir el deterioro de las calles en días de lluvia.
Asimismo, el intendente destacó la relación entre la mejora vial y otros servicios esenciales: “Una de las dificultades por las que no está pasando la basura es la condición de las calles”, explicó. Por eso, remarcó que el plan involucra a varias secretarías y requiere un trabajo coordinado con el territorio.

En esta etapa, la Municipalidad decidió que cada intervención abarque todas las transversales de un barrio, y no solamente la calle principal. “Lo que hemos decidido es que se interviene el barrio completo”, dijo Poletti, aunque aclaró que siempre existen límites operativos.
Las maquinarias se organizarán por sectores para evitar desplazamientos innecesarios y optimizar los recursos: “No volvemos a un barrio por una cuadra o dos cuadras, sino que esperamos cuando se haga el repaso para intervenir lo que falta”, explicó.
Por su parte , el subsecretario de Intervenciones Urbanas, Pablo Di Giorgio, explicó cómo se determinan las prioridades. “Se da prioridad a escuelas y centros de salud”, indicó, y añadió que también se reorganizó el esquema de acuerdo con la ampliación del sistema de recolección de residuos.
El relevamiento municipal determinó que existen unas 3000 cuadras de tierra dentro del ejido urbano, sin contar los barrios costeros donde no puede colocarse material granular.
El subsecretario también destacó la importancia de evaluar el comportamiento hídrico antes de intervenir. “Para evitar que cualquier intervención afecte los escurrimientos”, explicó. En ese sentido, el cordón cuneta se analiza como obra complementaria, pero requiere estudios previos: “Construirlo sin tener la resolución del desagüe no tendría sentido, porque el agua quedaría en el mismo lugar”.
Con este plan integral, la Municipalidad busca avanzar de manera sostenida sobre los barrios, mejorar la transitabilidad y acompañar la ampliación de servicios esenciales en toda la ciudad.