En detalle: cómo funcionará en Santa Fe el pago de multas con bienes o servicios
El Concejo aprobó el proyecto del Ejecutivo municipal que otorga la posibilidad de convertir las sanciones administrativas por servicios para la comunidad o bienes o insumos para obras de interés público o social con el fin de generar conciencia en la ciudadanía. Los alcances. Cómo se tramita.
Los infractores pueden pagar hasta el 80 por ciento de la multa con trabajo, servicios o bienes. Archivo.
En Santa Fe, el régimen de multas de tránsito acaba de abrir un camino inusual: la posibilidad de convertir gran parte de las sanciones en bienes o servicios útiles para la ciudad. El Concejo Municipal aprobó la propuesta enviada por el Ejecutivo mediante el Mensaje 29/25, que modifica el Código Procesal de Faltas y el Régimen de Infracciones y Penalidades, habilitando a los infractores a transformar hasta el 80 por ciento de sus multas en aportes a proyectos de interés público o social.
“Estamos reconvirtiendo dinero en horas de trabajo. Nuestro fin no es recaudatorio, es justamente ordenar la ciudad y mejorar la convivencia ciudadana”, afirmó el intendente Juan Pablo Poletti al presentar la iniciativa. Y agregó: “Estamos educando porque estamos convencidos de que ofrecer un bien o servicio para la ciudad concientiza y genera un impacto positivo en el infractor y en la sociedad".
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El nuevo sistema permite a los pequeños infractores solicitar esta conversión una vez al año, siempre que la multa —o su acumulación— alcance las 3.000 Unidades Fijas y no supere el tope previsto en la Ordenanza 9.482. El infractor deberá pagar en efectivo al menos el 20 por ciento de la deuda. Para la administradora general de la Justicia Administrativa de Faltas, Marisa Caprio, la clave es que “todos los infractores que tengan multas de elevado o bajo valor quedan en condiciones de pedir al juez de faltas autorización para cumplir la pena de multa mediante bienes o servicios que sean de utilidad al municipio en pos de la necesidad de los vecinos".
Manos a la obra
El programa distingue entre grandes y pequeños infractores. “Cada uno tiene distintos procedimientos”, explicó Caprio. “Los pequeños infractores pueden pedir la conversión de su multa por trabajo”. Para hacerlo, deberán presentar una propuesta escrita con el detalle de tareas o insumos a entregar, acompañada por dos presupuestos formales con cantidades y precios. Si no cumplen, se restituye la multa original.
En el caso de los grandes infractores, las opciones son más ambiciosas. “En caso de grandes infractores estas prestaciones pueden consistir en la realización de una obra de interés público o bien en una contribución especial para una obra pública", señaló Caprio. Y ejemplificó: “Un gran infractor podría ofrecer hacer el ripiado de una cuadra de la ciudad comprando el material; o limpiar un microbasural contratando el servicio de limpieza; o comprar árboles y plantarlos en el lugar donde le indique la Municipalidad; o aportar materiales de librería para un jardín municipal”.
El Municipio confeccionará un listado de “necesidades de intervención urbana en el espacio público de todo tipo”, que servirá como referencia para quienes busquen saldar sus deudas mediante obras. El control quedará a cargo del Juzgado de Faltas: una vez aprobada la propuesta, supervisará los avances y, al finalizar, Intervenciones Urbanas certificará la obra para cancelar la sanción.
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No obstante, hay límites. Las multas por alcoholemia quedan fuera de esta modalidad. “Son consideradas gravísimas”, aclaró Caprio. La funcionaria también negó que exista un desinterés creciente por pagar: “Generalmente cuando surge la necesidad de transferir el vehículo o renovar la licencia de conducir acuden al Tribunal a ponerse al día. La gente afronta el pago como siempre”.
Sobre experiencias similares, respondió: “La verdad que no. Muchos municipios del país lo hacen pero no cuentan con una norma de respaldo tan específica como la que hemos logrado en Santa Fe. Es innovadora y útil, y tendrá buenos resultados”.
El Municipio también propuso modificar el artículo 65 del Régimen de Infracciones y Penalidades para actualizar las sanciones a quienes ocupen la vía pública sin autorización, fuera del horario permitido o con un número de personas superior al autorizado. El objetivo es perfeccionar las escalas vigentes y ordenar el uso del espacio común.
Conciencia y reparación
La gestión de Poletti busca “generar conciencia social, facilitar el cumplimiento de las condenas, y visibilizar el destino final de la sanción impuesta”. Para Caprio, el verdadero valor está en el efecto pedagógico: "La idea primordial es la concientización que trae aparejada la realización de la tarea, que en todos los casos involucra o beneficia ‘el bien común’, lo que es de todos los santafesinos".
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El enfoque apunta a fortalecer la justicia restaurativa, promoviendo acciones que mejoren el ambiente, acompañen a instituciones públicas o impulsen el comercio local. El infractor, en este esquema, no solo paga: repara.
Vale por un casco
Entre las medidas complementarias se destaca “Vale por un casco”, destinado a motociclistas que circulen sin protección. Para la primera infracción, el infractor puede solicitar la eximición de la multa presentando la factura oficial y el casco reglamentario a su nombre. Desde el 1º de noviembre, además, comenzaron las fotomultas a motociclistas, y la falta de uso de casco sigue siendo la infracción más frecuente.