El arte de ver el mundo en puntos: la poética de Henri Edmond Cross
Fue un referente del neoimpresionismo. Su obra titulada "Las islas de oro" condensa su búsqueda, inspirada fundamentalmente en la libertad, luz y la emoción pictórica.
Fragmento de “Las islas de oro”, óleo sobre lienzo de Cross. Foto: Museo de Orsay
El pintor Henri Edmond Cross falleció hace 115 años, el 16 de mayo de 1910. Fue un referente del neoimpresionismo. Una corriente que se centró en la luz, el color y la técnica puntillista. Y que llevó -al decir de Miguel Calvo Santos- "la ciencia a la pintura" mediante el estudio del color.
Una de las obras más representativas de Cross, "Las islas de oro", resume su visión artística más madura: exaltación del color, simplificación formal y mirada sensible de la naturaleza.
Colección privada
De Courbet a la Costa Azul
En sus primeros años,Cross practicó una pintura de corte realista, de tonos sombríos, influida por Gustave Courbet y François Bonvin.
Según el historiador Guillermo Solana, "a partir de 1883-1884, la influencia de los impresionistas le orientaría hacia el paisaje al aire libre, tratado con una paleta clara y con pinceladas sueltas".
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Este giro estilístico se profundizó tras su traslado a Saint-Clair, un pequeño caserío en la Costa Azul francesa. Allí, fue dejando de lado la rigurosidad del divisionismo ortodoxo para desarrollar una técnica más libre.
Fue en ese entorno natural donde el artista terminó de consolidar un lenguaje plástico personal, que lo consagrará como figura clave del arte moderno.
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La visión de Signac
Cross mantuvo una estrecha relación de amistad y colaboración con Paul Signac. En palabras citadas por el Museo Thyssen-Bornemisza, Signac describía así su búsqueda artística.
"La lucha de Cross con la naturaleza era terrible; a cada pincelada, luchando con toda su voluntad contra su primera formación, lanzaba un grito doloroso como si tuviera que levantar una pesada carga".
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"Y a menudo en esta lucha caía vencido, mientras que cuando estaba solo ante su caballete, en plena creación, triunfaba, como lo prueban sus últimas obras cuya libertad y esplendor no han sido nunca superados".
Ese esfuerzo por trascender el academicismo y alcanzar una pintura basada en la percepción sensible y en la emoción cromática encuentra su cima en "Las islas de oro".
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Una obra que irradia luz
Pintada hacia el final de su carrera, "Las islas de oro" (actualmente en la colección del Museo de Orsay) es un ejemplo paradigmático de su estilo.
Según describe el propio museo: "Pese a que el tema del lienzo sigue siendo las islas, el pintor rechaza cualquier pintoresquismo, para tratar solo los efectos de luz sobre el color".
Colección Carmen Thyssen
"Los diferentes elementos del paisaje se convierten entonces, bajo su pincel, en tres amplias bandas de color: la arena, el mar y el cielo".
Este abordaje implica una estructura casi abstracta, con el horizonte elevado y extendido de lado a lado, en un esquema compositivo que remite a las estampas japonesas de Ukiyo-e.
Museo de Orsay
Al mismo tiempo, Cross mantiene su fidelidad al método neoimpresionista, utilizando una pincelada redondeada, cuyo tamaño y espaciado varían para sugerir profundidad.
"Las islas de oro" es, en definitiva, una obra que celebra la libertad pictórica, el color puro y la sensibilidad estética de una nueva era artística.
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