"Las distracciones de Dagoberto": de los sueños de Leonora Carrington al Malba
Eduardo Costantini adquirió por una cifra millonaria este cuadro surrealista que ahora está en exhibición en el museo porteño. Entre lo fantástico y lo esotérico, es una de las obras más enigmáticas del siglo XX.
Fragmento de "Las distracciones de Dagoberto". Foto: Gentileza Malba
17:22
En mayo, una de las noticias del año en materia de mercado mundial del arte tuvo un protagonista argentino: el cuadro de 1945 titulado “Las distracciones de Dagoberto” se vendió por 28.5 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s y fue adquirido por Eduardo Costantini, fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). Tres meses más tarde, este mítico cuadro puede ser observado por los visitantes en el conocido espacio cultural porteño.
Es una pintura fundamental del movimiento surrealista, y presenta una visión humanista e inventiva de un universo propio. Foto: Gentileza Malba
La obra se exhibe en Tercer ojo, una sección que reúne obras icónicas del arte latinoamericano. A su lado, se pueden ver tres obras emblemáticas de Remedios Varo: “Armonía” (1956), “Simpatía (la rabia del gato)” (1955), de la Colección de Eduardo F. Costantini, e “Icono” (1945), de la Colección Malba.
El flamante cuadro lleva la forma de Leonora Carrington, pintora y escritora inglesa de turbulenta existencia: cuando no había cumplido los 20 años de edad, y en directa contradicción con los deseos de su familia, se fue a París con el pintor Marx Ernst, quien la doblaba en edad. Allí se vinculó estrechamente al movimiento surrealista, al punto de intercambiar ideas con André Bretón, Joan Miró, Salvador Picasso y Salvador Dalí. Luego, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Ernst fue deportado a un campo de concentración y más tarde emigró a Estados Unidos, mientras Carrington terminó en México.
“La mayor parte de su obra es un trabajo autobiográfico. Carrington consiguió un lenguaje visual muy personal, abarrotado de personajes oníricos. Con una técnica exquisita que insiste en el detallismo la autora nos regala un bestiario fascinante y sugestivo”, sostiene Lina Poveda. Gestada por Carrington en 1945, cuando tenía 28 años, la obra titulada “Las distracciones de Dagoberto” emerge como un manifiesto del complejo mundo visual que creó la pintora durante en México, donde murió a la avanzada edad de 94 años en 2011.
En palabras del propio Eduardo Costantini, quien aguardó con paciencia durante décadas la oportunidad de adquirirla, “es una pintura icónica, una de las obras más admiradas en la historia del surrealismo y una obra maestra incomparable del arte latinoamericano. Hacía 30 años que la obra no salía a la venta en una subasta pública y estuve esperando todo este tiempo. Estoy muy feliz de que la obra se exhiba en Malba y todos los visitantes puedan apreciarla en una sala dedicada al surrealismo, junto a otras importantes obras como las de Remedios Varo”.
“En Las distracciones de Dagoberto —título que hace referencia a un rey merovingio del siglo VII gobernante de la Galia— confluyen distintas escenas fantásticas que evocan la dimensión mística de la naturaleza a través de intercambios entre lo divino y lo terrestre, la flora y la fauna. Con citas directas a la obra de El Bosco, en esta obra Carrington hace referencia a rituales herméticos que apuntan a las transformaciones alquímicas y a búsquedas ocultistas. Quizás hayan sido las leyendas celtas, contadas por su abuela irlandesa repletas de animales, hadas, dioses y druidas, las que despertaron la fascinación de la artista por los universos mágicos en sus derivas artísticas”, dice el texto que acompaña la imagen del cuadro en el sitio web oficial del Malba.
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