Ciclo de entrevistas de El Litoral y Santa Fe Arte
Cuerpos, colores y costa: el mundo que pintó César Fernández Navarro
La artista Nilda Marsili analizó junto a El Litoral la obra del creador fallecido en 1992. Valoró su rol como gestor cultural vinculado a varias instituciones. Y explicó por qué su figura es esencial para comprender la identidad visual del litoral.
Nilda Marsili repasa la vida y la obra de César Fernández Navarro en el Espacio La Josefa, rodeada por las figuras femeninas que definen la estética del pintor del litoral. Foto: Guillermo Di Salvatore
Con el objetivo de difundir el trabajo de artistas plásticos santafesinos de distintas épocas, Diario El Litoral y Santa Fe Arte iniciaron un ciclo de entrevistas con especialistas. ¿La premisa? Tender puentes entre las generaciones actuales y las figuras que marcaron la pintura de la provincia.
Un pintor entre dos orillas
En el Espacio La Josefa (San Luis y La Rioja) la escena tiene ciertas aristas oníricas. Entre las paredes que respiran arte, tres figuras femeninas pintadas por César Fernández Navarro parecen mirar al entrevistador y a la entrevistada.
Bajo esas miradas (detenida, perdida y cansada según cada uno de los casos) a la artista Nilda Marsili le toca la tarea de repasar la vida y obra de un creador que, en plena sintonía con su tiempo, moldeó una sensibilidad propia del litoral.
Nacido en Bahía Blanca en 1909, formado en España y de regreso al país a los 25 años, Fernández Navarro encontró en Santa Fe la geografía que derivó en una vocación de esas que no son flor de un día, sino que tienen raíces fuertes.
La apertura de la Escuela de Arte Juan Mantovani fue determinante: su amistad con el propio Mantovani lo vinculó de inmediato al proyecto educativo y lo condujo a ocupar las cátedras de Grabado y Dibujo.
“Ahí queda en Santa Fe, con trabajo, y se dedica a pintar”, comenta Marsili, subrayando así un punto que es importante para entender al artista: nunca dejó de producir, aun cuando su labor como gestor cultural fue inmensa.
El gestor cultural detrás del pintor
Director de la Escuela de Arte, del Museo Municipal Sor Josefa Díaz y Clucellas, del Museo Provincial de Entre Ríos y secretario de Cultura en esa provincia: la lista impresiona. Pero lo más notable es que quiso donar su casa y su obra a la Municipalidad de Santa Fe para convertirla en museo.
En diálogo con El Litoral, Nilda Marsili analiza la centralidad de la figura humana y la paleta de azules, rojos y naranjas que caracterizan la obra de Fernández Navarro. Foto: Guillermo Di Salvatore
“Lamentablemente eso no se pudo concretar por cuestiones familiares”, explica Marsili. Aun así, esta intención de fuerte carga simbólica lo acerca a otros referentes como César López Claro, que también pensó su casa como herencia cultural.
Una estética del litoral
Rodeados de las obras, que integran la colección de Santa Fe Arte, la conversación se afina. Y allí aparece con el sello del pintor, que es la centralidad de la figura humana, especialmente femenina, situada en los márgenes de la ciudad, en contacto directo con el paisaje costero.
“Son personajes fuertes, con mucho volumen, ocupan todo el espacio del cuadro”, describe Marsili. Fernández Navarro modelaba sombras sin recurrir al negro; buscaba sus oscuros en el azul.
Su paleta (sobre todo de azules, rojos y naranjas intensos) define una atmósfera reconocible y profundamente ligada al litoral santafesino.
En el marco del ciclo impulsado por El Litoral y Santa Fe Arte, Nilda Marsili destaca el legado artístico y cultural de César Fernández Navarro, una figura clave para entender la identidad visual santafesina. Foto: Guillermo Di Salvatore
Mientras contemporáneos como Ricardo Supisiche ahondaban en entornos metafísicos y panoramas amplios, él ponía a sus personajes en primer plano, con corporeidad y expresividad.
Pululan por sus obras lavanderas, pescadores que revisan redes, mujeres con animales, escenas de un cotidiano ribereño, donde la humanidad está antes que el paisaje.
Aunque no integró formalmente el Grupo Setúbal, Fernández Navarro pertenece a esa misma constelación, tanto en lo estético como en lo temporal. Como ellos, eligió Santa Fe como territorio afectivo y creativo.
¿Un artista subestimado?
La pregunta que queda para el final parece inevitable, ¿está Fernández Navarro suficientemente difundido? La respuesta de Marsili es tajante: no.
“Debería ser más difundido. No es tan renombrado como sus contemporáneos Supisiche o López Claro, pero su obra tiene la misma valía”, afirma.
La falta de circulación, la ausencia de un museo dedicado a su figura y la escasez de exhibiciones recientes contribuyen al relativo conocimiento de un artista que, sin embargo, supone una de las miradas más fieles sobre la gente de la costa, la vida del litoral, el río.
Las figuras que vuelven a mirarnos
En La Josefa, las figuras femeninas de Fernández Navarro parecen reclamar un lugar en la memoria santafesina. Hay algo de ellas que permanece: una forma de mirar la ciudad desde sus orillas, desde esa vida cotidiana que no aparece en los grandes relatos pero sostiene la identidad cultural.