El artista santafesino, conocido fundamentalmente como acuarelista, incursionó en el pastel al óleo y el pastel a la tiza para esta muestra, acompañado por Santa Fe Arte, que dio cierre a las actividades culturales de la Alianza Francesa.
Gustavo Pueyo durante la inauguración de “Metele que son pasteles” en el Château Rose.
El pasado viernes 12 de diciembre, en el Château Rose de la Alianza Francesa de Santa Fe y con el apoyo de Santa Fe Arte, el artista Gustavo Pueyo presentó su muestra “Metele que son pasteles”, en un juego de palabras con la técnica empleada. Tal como se explicaba en la invitación, “Santa Fe se pinta en 16 obras que la recorren, la recuerdan y la reinventan. 8 pasteles al óleo y 8 a la tiza, todos inspirados en rincones de nuestra ciudad. Una muestra que celebra el color, la memoria y el pulso urbano”.
Una de las vistas urbanas santafesinas reinterpretadas en pastel al óleo por el artista.
Desafío
Sobre el hilo conductor de la muestra, Pueyo le contó a El Litoral: “La temática es más o menos lo que me gusta a mí: Santa Fe, nuestro patrimonio, nuestra arquitectura, nuestra historia. Pero esta vez con una técnica totalmente distinta, que nunca había experimentado, y la verdad es que me gustó mucho”.
También recordó el origen de la inquietud: “Todo salió porque Pisca (Gabriela) Garrote me regaló un libro sobre la historia y la arquitectura de la provincia de la Rioja; un libro hecho hace veintipico de años, pero que estaba ilustrado con obras de Marcos Borio, que es un gran... no pastelero, pastelista argentino (risas), con unas imágenes increíbles. y dije: ‘Voy a probar’. Me gustaron mucho, me gustó mucho la luz, el brillo.
Así que se me ocurrió hacer algo de Santa Fe y surgió esto: la Alianza me invitó para cerrar los ciclos culturales de este año. Fue una buena oportunidad para mostrar Santa Fe desde ‘Metele que son pasteles’. Y va a haber pastelitos para comer, todo completo”.
Público, vino de honor y pastelitos en el cierre cultural del año de la Alianza Francesa.
Especificidad
Sobre las técnicas incorporadas, refirió que “los (cuadros) más grandes son pasteles al óleo, y los más chiquitos, donde se ve el edificio entero, son pastel a la tiza, que es como un lápiz; y están pintados sobre papel misionero (marrón); entonces podés pintar con blanco.
En cambio, los otros son sobre soporte de madera. Al pastel a la tiza para enmarcarlo tenés que ponerle el vidrio, porque si no se disuelve. El pastel al óleo ya es como un óleo, pero viene en lápiz”.
"A mí me gusta pintar esos colores, esos cielos estridentes, y el pastel al óleo te lo permite, así que me gusta".
Una de las vistas urbanas santafesinas reinterpretadas en pastel al óleo por el artista.
El pastel al óleo es una barra, así que no te permite tampoco mucho detalle, pero a lo lejos se percibe lindo”.
Como reflexión final, el artista dejó: “Me gusta buscar cosas nuevas, y más que nada mostrar Santa Fe también a través de cosas nuevas”.
La inauguración cerró con el correspondiente vino de honor, junto con los prometidos pastelitos de hojaldre y membrillo, entre charlas y preguntas al homenajeado sobre la técnica incorporada y sobre sus próximos pasos en el arte.