Argentina - Ecuador: un nuevo camino, algo de lluvia, mucha devoción y algunas estadísticas para batir

(Enviado Especial a Buenos Aires)

“Las eliminatorias van a ser complejas”, dijo Lionel Scaloni, más allá de que la frase más resonante en su conferencia de prensa fue cuando reveló que compró 9 entradas y pagó algo más de 900.000 pesos. “¡Claro que las pagué… Si querés te muestro el recibo”, dijo el técnico argentino, que no quiso opinar respecto del valor que tienen las entradas. “Si fuese por mí, que la gente entre gratis, pero no depende de mí”, señaló el entrenador albiceleste. Respecto de la “complejidad” de este proceso, a muchos puede sorprender porque a partir de este Mundial de Estados Unidos, Canadá y México, Sudamérica tendrá seis plazas fijas y uno –un séptimo- que clasificará al repechaje. Son 10 selecciones, o sea que solamente tres quedarán sin ninguna chance. Pero igualmente, la cuota de complicación, según Scaloni, la tiene.

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Había algunas cuestiones por observar en la previa del partido. Por ejemplo, que Argentina no había podido ganar el partido oficial posterior a haber salido campeón del mundo. En 1979, luego del título de 1978, Argentina jugó en la Copa América de Bolivia ante Brasil y perdió 2 a 1, con el debut oficial en la mayor de Diego Maradona en partidos oficiales. En 1987, luego de haber salido campeón en 1986, Argentina jugó la Copa América en nuestro país y en el primer partido igualó en un gol ante Perú.

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Otro dato saliente es que Messi tiene 28 goles en Eliminatorias y, antes del encuentro, se ubicaba a un gol de Luis Suárez, que encabeza esa tabla histórica con 29 conquistas. Suárez, al igual que Cavani, no han sido convocados por Marcelo Bielsa. En total, Messi lleva 103 goles en la selección, con una ventaja brutal sobre Batistuta, que era el anterior máximo artillero y que, con 54 conquistas, quedó muy atrás. Esta marca será muy difícil, casi imposible de superar.

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Messi acumula 175 partidos con la albiceleste y apunta también a llegar a una marca que impacta de por sí: los 200 partidos con la camiseta de la selección. Uno no sabe si por su cabeza pasarán tantas cosas y tantas estadísticas, pero en el último Mundial ya superó a Matthaeüs en cantidad de partidos disputados en mundiales (lo superó nada menos que en la final) y en caso de llegar a jugar la próxima cita mundialista, se convertiría en el primero en disputar seis mundiales en toda la historia casi centenaria de este certamen.

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Una de las grandes polémicas se suscitó con el valor de las entradas. De populares no tienen nada, porque la entrada más barata cuesta 19.000 pesos. Las plateas van entre los 39 y los 89 mil pesos. De todos modos, a las dos horas de ponerse a la venta se agotaron, y hace un par de días salió a la venta un remanente, seguramente de algunas devoluciones. Es la selección campeona del mundo y es Messi. Para los bolsillos flacos de los argentinos y la crisis económica profunda en la que otra vez estamos sumergidos, es un valor que escapa a la gran mayoría. Dos realidades (la deportiva por lo logrado y la económica por lo que se sufre) que se contraponen claramente.

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El día amaneció lluvioso y así fue hasta la siesta. Aproximadamente a las 15 empezó a mermar y luego se fue disipando. Eso permitió que la gente llegase bien temprano a los accesos al Monumental. Aproximadamente a las 14.30 o 15 ya se empezó a ver parte de la multitud que quería ver en acción a los campeones del mundo.

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Abel Pintos, el popular cantante, muy amigo de Messi (cantó en sus fiestas o cumpleaños), fue el elegido para entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino. Pasado el mediodía se dio una vuelta por el Monumental y se hizo una breve prueba de sonido. No ocultó su gran emoción y expectativa por lo que iba a vivir a la noche.

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No faltaron los santafesinos en el Monumental. Nos cruzamos con varios, como por ejemplo los hermanos Kinen. “Conseguimos cuatro entradas en la Sívori alta, las de 19.000 pesos. Entramos cuando se abrió la venta y pudimos comprarla sin problemas”, le contaron a El Litoral antes de ingresar bien temprano al Monumental, cuando todavía faltaban tres horas para el partido. Tuvieron suerte. En realidad, la venta duró apenas algunas horas nada más y enseguida se agotaron.

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Se llama Leonardo Gorri y en sus redes sociales lo pueden encontrar como “No soy Messi”. Su parecido con el “10” es notable. Es de Mar del Plata y lo dice con orgullo: “Soy de la tierra del Dibu Martínez”. Tiene una obra de teatro muy divertida, pero su parecido con Messi lo ha convertido en un personaje. “Trato de imitarlo en su look, a veces se me complica un poco”, cuenta este marplatense de 41 años al que todos buscaban para sacarse una foto. Dice que tiene una camiseta de la selección firmada por Messi. “Me la acercó alguien que me conoce a mí y lo conoce a él, así que elijo creer que está al tanto de mi existencia. Lo que hago, lo hago con total respeto”, cuenta este simpático personaje. “La gente viene y me dice: ‘Messi, me quiero sacar una foto con vos’. Yo le digo que no soy Messi, y me dicen ‘no importa, para mí sos’. Y eso me divierte mucho”.