Hockey: Beatriz Acuña-Lucas Pensiero: amalgama perfecta entre experiencia y juventud
Con Maxi Miranda como tercer juez y Nicolás Kakazú como encargado del VideoRef, la dupla Acuña-Pensiero dirigió el choque definitorio entre Banco y El Quillá, el cual terminó con el triunfo 3-0 de las "Kresteras". Además de saber parte de sus trayectorias, ambos contaron sus sensaciones sobre esa final, sus proyectos y algunas "perlitas" sobre sus arbitrajes.
La dupla de la final. Beatriz Acuña y Lucas Pensiero a minutos del comienzo del partido entre Banco y El Quillá. Gentileza Matías Esquivel
La gran final del Torneo Oficial organizado por la Asociación Santafesina de Hockeyentre Banco y El Quillá había terminado recientemente con el triunfo de las "Kresteras" 3-0 sobre las "Tiburonas". Por supuesto hubo festejos de parte de las campeonas y lamento de las chicas de El Quillá, al no haber logrado el tricampeonato.
Todo preparado. Acuña y Pensiero realizando el sorteo con las capitanas de Banco y El Quillá. Matías Esquivel
Luego de la final, la ASH organizó la entrega de premios y posterior fiesta, en la que prevaleció la camaradería, la alegría de quienes alcanzaron los objetivos, y la lógica desazón de quienes les faltó muy poco para lograrlos. De todos modos, en el fantástico espacio ubicado en el sur de nuestra ciudad, abundaron los momentos emocionantes.
Pero hay otras personas que forman parte del hockey, las que en ocasiones son más recordadas por un fallo o una decisión discutida: son los árbitros. Por eso esta vez los convocados para saber un poco más de ellas/ellos, fueron Beatriz Acuña, quien lleva 14 años arbitrando; y Lucas Pensiero, que empezó hace seis años. Ambos fueron los encargados de dirigir la final entre Banco y El Quillá y se prestaron muy gentilmente a la propuesta de El Litoral, respondiendo las siguientes consignas:
Un grupo homogéneo. Luana Olivera, Nicolás Kakazú, Beatriz Acuña, Maxi Miranda, Lucas Pensiero y Daiana Urbine fueron los responsables de que la final se haya desarrollado de manera excelente. Matías Esquivel
1) ¿Cuánto empezaron a arbitrar? ¿Se acuerdan del primer partido? ¿Cómo les fue?
Beatriz Acuña: Empecé a arbitrar en 2011. Fue una jornada de inferiores en SFRC, arbitrando con Edgardo Cámara, un verdadero personaje. Recuerdo una situación puntual: córner corto, primer tiro al arco, la bocha hace una parábola bastante alta y termina pegando en la chapa. Yo, sin dudarlo, cobré gol. Edgardo ya se había dado vuelta sabiendo que no lo era, pero claro…, era mi primer partido. La bocha debe pasar por debajo de los 46 cm al cruzar la línea de gol, omití ese punto. Así que fue, sin dudas, un buen comienzo…, anulando un gol, previo a protestas que no entendía.
Lucas Pensiero: Empecé a arbitrar en la segunda mitad de 2019. Fue en un Sub 14, justamente Banco-Quilla en cancha de Banco. Recuerdo que fue un partido bastante complicado para ser una primera vez, en donde había bastante público y era un partido en el que había muy buenas jugadoras, muchas de ellas son las que hoy en día están en primera división y jugaron la final del sábado pasado. Bien no me fue, pero fue el punto de partida de una linda carrera. Luego con la pandemia no pude arbitrar hasta mediados de 2021.
2) ¿Por qué árbitro de hockey?
BA: Empecé porque jugaba al hockey desde los 14 años, y cuando tenía alrededor de 18, me ofrecieron entrenar a las categorías más chicas. Publican el curso por circular, y me pareció una herramienta importante el conocer bien las reglas, así que el arbitraje fue casi como una excusa para aprender. La realidad es que no tenía idea de que me iba a gustar tanto, ni siquiera que podía hacerlo. Al principio los desempeños no eran buenos (al final tampoco jaja). Pero en el camino descubrí un rol que me desafía todo el tiempo, que te obliga a aprender, a equivocarte y a volver a intentar, y que terminó atrapándome mucho más de lo que imaginaba. Desempeñándome no solo a nivel local sino nacional, y teniendo un rol no solo de árbitro sino también como miembro del consejo de árbitros de la ASH, rol que ocupo hace varios años.
LP: Tal vez fue por la necesidad de seguir vinculado al deporte desde otro lado. Me lo habían propuesto algunos compañeros, y si bien al principio me negué, poco a poco le fui dando un poco más de atención a esa propuesta. Me pareció un lindo desafío en donde tenés que correr, ver, pensar y tomar una decisión en cuestión de segundos y al mismo tiempo, aplicando un reglamento que en su gran mayoría es interpretativo, esa combinación de factores lo hacía atractivo.
3) Esta está relacionada con la pregunta anterior, ¿lo tomás como un hobby o tu objetivo es llegar a niveles más altos?, por ejemplo en algún torneo internacional...
BA: Arranqué como una actividad complementaria, pero hoy claramente va mucho más allá de un hobby, estamos siempre en la búsqueda de la profesionalización del arbitraje sobre un deporte que es totalmente amateur. A nivel nacional, tuve la posibilidad de arbitrar el Campeonato Sub 19 y también dirigir en tres oportunidades consecutivas el Torneo Mayor de Selecciones Ascenso B, experiencias muy valiosas desde lo deportivo y lo humano. Si bien por una cuestión de edad ya no hay chances de una carrera internacional, mi objetivo es seguir creciendo dentro del arbitraje a nivel local y nacional, capacitándome de manera permanente y sumando experiencia en este tipo de competencias, que son desafíos muy lindos y oportunos para seguir mejorando.
LP: Si bien uno siempre -por la edad en la que empieza (19) y por las actividades que uno hace- empieza a arbitrar como un hobby, siempre tuve el deseo de ser árbitro nacional. Cuando empecé a tomar rodaje y a tener partidos de más nivel, me replantee mi carrera como árbitro y empecé a trabajar de forma más profesional y dedicada para poder aspirar a objetivos y niveles más altos. Obviamente que el objetivo de ser internacional está presente y creo que la edad que tengo ayuda a que ese objetivo se torne un poco más real, pero depende de muchos factores propios y externos que, muchas veces, no podemos controlar. Hoy trabajo día a día desde lo físico, lo psicológico, lo técnico y lo nutricional con miras a lograr objetivos vinculados a niveles más altos de hockey. Siempre con el apoyo de mi familia y mis amigos más cercanos, que sin su sostén emocional (bancándose que uno esté ausente en momentos importantes o que llegue a casa triste por un partido que salió mal) no sería posible.
4) Yendo a la final entre Banco y El Quillá: ¿cómo les fue en particular y a la dupla?, ¿hubo alguna preparación especial entre ustedes en la previa?
BA: Con Lucas nos conectamos muy bien. Cada uno sabe qué tipo de arbitraje le gusta al otro y eso lo fuimos trabajando durante el partido. Hoy la posibilidad de contar con intercomunicadores hace que la comunicación sea instantánea y fluida, lo que nos permite ajustar detalles en tiempo real. Las charlas previas al partido son fundamentales y más aún para este tipo de finales, fue ahí donde centramos nuestros objetivos y qué le íbamos a ofrecer al juego. Son dos equipos que conocemos mucho y ellas también nos conocen a nosotros. En lo personal, me tocó sancionar dos de los tres goles y no se generaron cortos en mi arco, lo que también habla de cómo se fue desarrollando el juego.
LP: En lo personal creo que fue un partido tranquilo y sin sobresaltos, idéntica reflexión hago respecto de la dupla en sí. La preparación para el partido fue la misma que solemos hacer para los partidos del torneo, pero se hizo más hincapié en virtud del encuentro en sí y de la existencia de VideoRef. Para este partido hice un estudio de cada uno de los equipos, del último partido disputado entre sí y de mi último partido arbitrado (final de Copa Santa Fe - Caballeros), viendo videos, analizando jugadas e identificando momentos que requieren de una mayor atención y colaboración del equipo. Luego elaboré un informe, el cual traté de volcarlo en la charla previa con Beatriz, un par de horas antes del partido. En esa charla y en virtud de la información que cada uno recopiló, elaboramos un plan de partido y una distribución de tareas dentro de la cancha.
5) ¿Se acuerdan de alguna anécdota o algo curioso que les haya pasado en algún partido?
BA: Muchísimas, como le pasa a cualquier árbitro. Desde errores propios que con el tiempo se transforman en aprendizaje, hasta situaciones y comentarios que hoy se recuerdan con una sonrisa. Como dato curioso, en mis comienzos, en mi primer partido de Reserva, en Rafaela (CRAR), arbitrando junto a Guille Veloso, en pleno juego tuve que parar el tiempo porque había una víbora en la cancha. En ese tiempo la superficie era de tierra batida, por eso pude verla claramente. La verdad fue una situación totalmente insólita. Más cerca en el tiempo, recuerdo un partido entre Banco y El Quillá en la zona de grupos, donde desde la tribuna un papá me gritó: "¡Qué sensibles que estamos hooooy!". Son esas ocurrencias que, dichas sin faltar el respeto, terminan siendo parte del folclore del hockey y se convierten en anécdotas. Y una que no tiene desperdicio, designados en San Martín de las Escobas, con Hugo Iturraspe, tomamos un ómnibus de la empresa El Práctico, nos bajó en la ruta, y luego hicimos dedo, nos llevó un camionero, con su camión con olor a oveja. Y podría seguir… jaja.
LP: Tengo varias. En 2022 tuve la suerte de vivir en Uruguay y de arbitrar ahí. Recuerdo de estar arbitrando y mirar a la tribuna y encontrarme a Diego Forlán; o en otro partido al propio presidente de Uruguay, Lacalle Pou, ambos como ciudadanos comunes con su mate y en medio de la gente, sin seguridad ni nada. Tal vez lo más anecdótico que me pasó allí fue en un partido en donde por cuestiones operativas tuvimos que demorar el inicio del encuentro mientras las jugadoras estaban en cancha. Me acerqué al tejido y me pareció conocer a la persona que estaba del otro lado, era un ex jugador de Unión (Matías Castro). Le pregunté si él había jugado en Unión y cuando le comenté que era de Santa Fe tuvimos una linda charla que siguió fuera de la cancha e incluso en otros partidos. Cuando me protestaba me decía "¡Dale Tatengue!". Acá en argentina tengo una anécdota graciosa en donde me gritaron -en tono de broma- que me dedique a la abogacía y deje de arbitrar.