Este miércoles, Los Pumas llevaron a cabo su segundo entrenamiento en campo luego de la derrota en el debut mundialista en manos de Inglaterra del pasado sábado.
El seleccionado argentino realizó una práctica abierta, ante una gran cantidad de gente que se acercó al Complexe sportif des Salines.
Este miércoles, Los Pumas llevaron a cabo su segundo entrenamiento en campo luego de la derrota en el debut mundialista en manos de Inglaterra del pasado sábado.
La práctica tuvo una particularidad prevista: fue abierta. Desde las 10 de la mañana hora local, empezó a llegar una gran cantidad de público (argentinos y franceses en si mayoría) que llenó la cancha del Complexe sportif des Salines de la ciudad de La Baule – Escoublac.
Muchos niños acompañados por sus padres, y también varios más grandes que se escaparon un rato del trabajo, esperaron hasta las 11 de la mañana, hora en la cual empezaron a salir los jugadores y el cuerpo técnico del vestuario rumbo a la cancha. El primero en hacerlo: Felipe Contepomi (entrenador de backs); los últimos: Tomas Cubelli y Guido Petti.
Como es habitual, el entrenamiento empezó con una entrada en calor general. Al igual que el martes, entrenaron de manera diferenciada Joel Sclavi (se recupera de una lesión en sus costillas), Francisco Gómez Kodela (no trascendió qué tiene, pero no sería nada serio) y Juan Cruz Mallía, evitó los momentos de mayor contacto, producto al corte que tiene en su ceja ocurrido ante Inglaterra.
Con los “motores en marcha”, los forwards se fueron por un lado con Andrés Bordoy y Juan Fernández Lobbe a realizar ejercicos de scrum y line; mientras que los backs se quedaron con Felipe Contepomi y la atenta mirada de Michael Cheika, el Head Coach australiano de Los Pumas.
Claro está, no hubo un equipo en cancha. Al ser un entrenamiento abierto al público en general y a la prensa, y teniendo en cuenta que recién el miércoles de la semana que viene se confirmarían los 23 para enfrentar el viernes a Samoa, no iban a mostrar mucho más que los movimientos.
La práctica fue de menor a mayor en cuanto a la intensidad. Llegando, al último ejercicio con un contacto “casi real”.
Como ocurre siempre, al final del entrenamiento, ronda general y las voces de los líderes y también de algún integrante del staff.
Cuando Los Pumas “rompieron ronda”, se fueron (llevados por un conductor/voz del estadio), en primera instancia, frente a la tribuna más grande para hacer un “juego de aplausos y cantos” con los presentes.
Inmediatamente después, todos los jugadores se dividieron en grupos para arrancar por distintos lados a firmar autógrafos y sacarse una foto (las selfies dominan la escena) con el público.
Matías Moroni, Juan Cruz Mallía, Santiago Carreras, Pedro Rubiolo, Joel Sclavi y Matías Alemanno, fueron los primeros en acercarse a la zona donde estaba El Litoral.
Mientras sus compañeros ya estaban firmando camisetas, banderas, pelotas o un simple anotador, hubo dos Pumas que siguieron entrenando (y a buen ritmo) unos minutos más.
Marcos Kremer y Tomás Lavanini se quedaron haciendo duelo entre ellos: uno atacaba, otro defendía y después iban cambiando. Todo, con un contacto controlado.
Además, Nicolás Sánchez estuvo “afinando la puntería” y también se quedó pateando a los palos.
El seleccionado argentino de rugby tendrá día libre este jueves. Jornada en la cual, muchos aprovecharán para estar con sus familias, ir a la playa, o simplemente relajarse quedándose en el pintoresco hotel Hermitage donde se encuentran alojados.
Los entrenamientos se retoman el viernes 15. Una semana antes del duelo ante Samoa en Saint – Ettienne.
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