River Plate llega con la misión de cortar una mala racha en la Copa Argentina: este viernes a las 22:10 se enfrentará a Independiente Rivadavia de Mendoza en una semifinal con la esperanza de volver a disputar una final de eliminación directa. El club de Núñez no disputó una definición de este formato desde 2019, por lo que el duelo adquiere carácter decisivo para la continuidad en la competencia.
La última aparición de River en una instancia decisiva de la Copa Argentina fue en la edición 2019, cuando superó a Estudiantes de Buenos Aires 2-0 con goles de Javier Pinola y Exequiel Palacios para meterse en la final. En aquella definición, dirigida por Marcelo Gallardo, River ganó 3-0 frente a Central Córdoba (Santiago del Estero) con tantos de Ignacio Scocco, Ignacio Fernández y Julián Álvarez, y sumó su tercer título en el certamen tras los logrados en 2015/16 y 2017.
Si River consigue imponerse al conjunto mendocino y avanzar, ya conoce a su posible rival: Argentinos Juniors se aseguró un lugar en la final tras vencer 2-1 a Belgrano y se convirtió en el primer finalista de la competencia. Ahora resta saber si River podrá romper la sequía y sumarse a la definición, un resultado que implicaría una nueva prueba de carácter y gestión deportiva para el plantel.
Gallardo necesita cortar la mala racha. Foto: Reuters
El duelo y lo que está en juego
El partido contra Independiente Rivadavia definirá al segundo finalista de la Copa Argentina y presentará a River frente a un equipo de Mendoza con capacidad para complicar en partidos eliminatorios. La programación del encuentro a las 22:10 apunta a un cierre de jornada con mucha atención de la prensa y del público que sigue la copa.
La exigencia para River será recuperar certezas en instancias de eliminación directa, una asignatura pendiente desde la última definición de 2019. El club buscará recomponer el camino en un torneo donde cualquier error puede dejarlo afuera y donde los antecedentes recientes obligan a un rendimiento controlado y efectivo.
En lo institucional, avanzar a la final implicaría disputar un partido único con presión alta y la posibilidad de competir por un título que ya fue logrado por River en tres ocasiones. La continuidad en el torneo también tendría impacto en la planificación deportiva y en las expectativas de la afición respecto al ciclo del cuerpo técnico.
Antecedentes, rivales y escenario actual
La referencia inmediata para el conjunto de Núñez es la campaña de 2019, cuando logró el pasaje a la final tras vencer a Estudiantes de Buenos Aires y luego se consagró frente a Central Córdoba. Esos antecedentes sirven como punto de comparación, aunque los planteles y las circunstancias deportivas cambiaron desde entonces.
Argentinos Juniors aseguró su lugar en la final al vencer 2-1 a Belgrano. De este modo, River conoce el posible rival en caso de victoria y podrá prever aspectos tácticos y de preparación si logra avanzar.
River ganó la Copa Argentina 2019. Foto: Reuters
Independiente Rivadavia, por su parte, llegará a la semifinal con la intención de dar el golpe y sumar una plaza en una final nacional. El equipo mendocino se presenta como adversario de cuidado en un formato de eliminación directa donde la sorpresa es una posibilidad constante.
La expectativa en Núñez se concentra en cortar la sequía de definiciones y en recuperar la eficacia en partidos decisivos, una necesidad que pesa en el balance deportivo y en la lectura pública del rendimiento del club
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