Su sobrino, David Rossi, se hizo cargo del fútbol recreativo, formativo y Ligas en Vélez, lo cual lo llena de orgullo y es el resultado de la labor que venía desarrollando como licenciado en gestión deportiva. “Me alegro muchísimo por él porque, además, es algo que consiguió por sí mismo y es la consecuencia de su trabajo”, remarca el campeón del mundo juvenil en Japón 1979, dando inicio a esta serie de títulos del mundo que luego se replicaron con la era Pekerman y quienes lo acompañaron (Tocalli y Ferraro), más esta muy buena actuación que viene teniendo el equipo que lidera Placente y que está en semifinales del Mundial, convertido en candidato.
Uno de los mejores formadores del continente
Rubén Rossi viene de dar una charla en Costa Rica y disertará este sábado en un congreso que se llevará a cabo en Ciudad de México. Todo esto, como consecuencia de su labor en el área de formación tanto de Conmebol como de Fifa.
“Puntualmente, en Costa Rica hablé sobre la importancia del juego en el aprendizaje del niño y el marco conceptual, en juveniles, de las cuatro acciones del juego (defender, recuperar, gestar y definir), sobre lo que debe trabajarse a partir de los 13 o 14 años”, señaló Rossi en la charla con El Litoral, donde también habló de lo que él denomina su “conspiración lúdica”, resaltando que “mi tarea es, simplemente, tratar de informar, no intentar convencer”.
Hace poco, Rubén Rossi escribió algo que define todo su trabajo. En pocas palabras, el hombre que formó parte de aquel inolvidable equipo del Flaco Menotti (es uno de los directores de la escuela de entrenadores que lleva el nombre del inolvidable DT campeón del mundo), resumió su pensamiento con esto que escribió:
“Quise enseñar a que los niños se pasen la pelota sin rivales… Y no aprendieron a dar pases. Quise enseñar a los niños a esquivar conos… Y no aprendieron a gambetear. Quise enseñar a los niños cómo llevar la pelota y no aprendieron a conducirla… Quise enseñar, entrenar y trabajar fuera de contexto… Y los niños nunca aprendieron a jugar. Desde mi pedantería docente, quedé sin alumnos. Desde mi soberbia de entrenador, me quedé sin jugadores”.
Este sábado 18, en el Colegio Bilbao de Ciudad de México, a partir de las 11 de la mañana en ese país, el santafesino Rubén Rossi volverá a dictar una charla que forma parte de un congreso de fútbol. Una de las tantas oportunidades que tiene de entregar parte de su sabiduría y una manera de ver, sentir y vivir el fútbol que lo ha llevado a convertirse en uno de esos entrenadores fieles a una idea por la que luchó y seguirá luchando.
Volver a los potreros, cuna de cracks
Hace poco, uno de los clubes más populares y exitosos de Brasil implementó la necesidad de volver a las fuentes, de jugar en los potreros, en canchas de tierra, sin nada de césped, como era antes y en esos lugares en los que nacieron grandes estrellas del fútbol mundial. Pelé, Maradona y tantos grandes talentos salieron de ahí, de los potreros, sobre todo en estas latitudes. Y ese valor a lo lúdico del juego es lo que siempre ha pregonado Rossi, fiel discípulo de su amigo, César Luis Menotti.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.