Subcampeón, pero dominante: por qué 2025 fue la obra maestra de Max Verstappen
Max Verstappen no logró su quinto título mundial consecutivo, pero 2025 quedará registrado como el año en el que el neerlandés llevó su talento al límite. Subcampeón detrás de Lando Norris, firmó una temporada extraordinaria pese a un Red Bull irregular y a una desventaja que parecía insalvable.
La mejor temporada de su carrera en un año que no terminó en título. Foto: REUTERS / Jakub Porzycki.
Max Verstappen ofreció en 2025 la mejor temporada de su carrera en la Fórmula 1, aun cuando su hegemonía de cuatro títulos consecutivos llegó a su fin. No se trata solo de una percepción generalizada en el paddock, sino de una convicción personal del propio piloto.
“No tengo ningún arrepentimiento sobre mi temporada”, aseguró tras el cierre en Abu Dhabi, reconociendo que el RB21 fue un coche tan difícil como estimulante de conducir.
Verstappen sin corona: la mejor temporada de su carrera en un año que no terminó en título
Red Bull comenzó el año claramente a contrapié. El RB21 se mostró impredecible, con problemas de equilibrio y una ventana de rendimiento extremadamente estrecha, en marcado contraste con el sólido y veloz McLaren que dominó las primeras fechas. En ese contexto, el solo hecho de que Verstappen se mantuviera en la conversación por el título fue, en sí mismo, una hazaña.
Destellos de genialidad en medio de la tormenta
Incluso cuando McLaren marcaba el ritmo, Verstappen extrajo del coche resultados que parecían imposibles. El punto más alto llegó en Suzuka, con una vuelta de pole position memorable que descolocó a Lando Norris y Oscar Piastri, hasta entonces dueños del fin de semana.
Verstappen sin corona: la mejor temporada de su carrera en un año que no terminó en título
La victoria posterior confirmó que, aun sin el mejor paquete técnico, el neerlandés seguía siendo el factor diferencial.
Imola reforzó esa narrativa. Allí logró su segundo triunfo del año con un adelantamiento tan audaz como preciso sobre Piastri por el exterior de Tamburello, maniobra que le valió el premio a la Acción del Año de la FIA.
Sin embargo, los errores y contratiempos no tardaron en aparecer: la polémica colisión con George Russell en Barcelona, que le costó una penalización severa, y el abandono en Austria tras un toque con Andrea Kimi Antonelli profundizaron el déficit en el campeonato.
La remontada final y un cierre sin premio
Tras dos tercios de temporada marcados por la frustración, el punto de inflexión llegó en Monza. Con 104 puntos de desventaja respecto de Piastri, Red Bull introdujo actualizaciones clave —especialmente en el suelo— que transformaron el comportamiento del RB21. A partir de allí, Verstappen volvió a contar con un coche capaz de desafiar de manera consistente a McLaren.
El resultado fue una remontada imponente: cinco victorias en ocho carreras, más el triunfo en la sprint de Austin, combinadas con errores decisivos de McLaren en Bakú, Qatar y Las Vegas. Todo ello permitió que Verstappen llegara a Abu Dhabi segundo en el campeonato y a solo 12 puntos de Norris.
Verstappen sin corona: la mejor temporada de su carrera en un año que no terminó en título
Dominar la carrera final desde la pole no alcanzó. El tercer puesto de Norris selló su primer título mundial, pero no eclipsó lo hecho por Verstappen. El último tercio de 2025 quedará como una de las mayores remontadas de la historia de la Fórmula 1 y, aunque no terminó en campeonato, consolidó una certeza: incluso sin la corona, Max Verstappen fue el mejor piloto del año.