Referentes del ecosistema automotor argentino abordaron los impactos del cambio tecnológico al que se enfrenta la industria de la movilidad en medio de las nuevas formas de producción y las transformaciones culturales.

Referentes de fuste en el mercado automotor analizaron los cambios a los que se enfrenta la industria de la movilidad a lo largo de toda la cadena, impulsada por la digitalización, la conectividad, la electrificación y las percepciones socioculturales de las nuevas generaciones.

Referentes del ecosistema automotor argentino abordaron los impactos del cambio tecnológico al que se enfrenta la industria de la movilidad en medio de las nuevas formas de producción y las transformaciones culturales.
El pasado jueves 17 de julio, en el Campus Pilar de la Universidad Austral, con transmisión en vivo, tuvo lugar el seminario “El futuro de la movilidad y su impacto en la industria automotriz” con un más que interesante intercambio de ideas.
Alejandro Chapero, director de Posgrados de la Facultad de Ingeniería, abrió el encuentro que formó parte del lanzamiento de la Maestría en Movilidad y Gestión Automotriz. “Estamos ante un momento de transformación estructural. La electrificación, la digitalización, la conectividad y los nuevos modelos de negocio obligan a una transición armónica”, señaló.
Bajo esa concepción y con el objetivo de analizar las transformaciones en la industria automotriz se convocó a Leonardo Ezcurr, gerente de manufactura en Volkswagen Argentina; Gabriel Volpi, director de capital humano en Industrias Guidi; Pablo López, gerente general de customer service de Ford Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay; Juan Martín Simone, CEO de Grupo Simone; Fabián Sosa, director revenue controller de Nissan LATAM; y Federico Mc Dougall, socio líder de Deloitte Argentina.
Leonardo Ezcurra, gerente ejecutivo de Manufactura de Volkswagen Argentina, ofreció una mirada concreta sobre cómo la digitalización y la inteligencia artificial ya forman parte del día a día en la planta de Pacheco. “No es ciencia ficción, no ocurre solo en Alemania. Pasa todos los días en Argentina”, subrayó.
Desde la trazabilidad completa de soldaduras mediante sensores que graban intensidad, temperatura y localización, hasta cámaras entrenadas con machine learning que detectan fallas de continuidad en selladores o piezas mal instaladas, la automatización está al servicio de la eficiencia y la seguridad.

“Hoy cada punto de soldadura queda registrado. Cada tornillo del auto tiene su curva de apriete almacenada digitalmente. Eso nos permite anticiparnos a errores y mejorar la calidad del producto antes de que el cliente lo perciba”, explicó Ezcurra.
La aplicación de IA no solo se traduce en mejoras técnicas: también permite reducir tiempos y costos. Un ejemplo emblemático es la predicción de filtraciones. “Con todos estos datos, podríamos anticipar qué unidades tienen mayor riesgo de ingreso de agua sin necesidad de testeo físico. Eso es eficiencia pura.”
En materia de sustentabilidad, Ezcurra remarcó que “el 100% de la energía que usa la planta de Pacheco proviene de fuentes renovables” y que “la nueva planta de pintura al agua permitió reducir entre un 75 y un 80% el consumo energético”.
Pablo López, gerente general de Customer Service Division de Ford Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay, enfocó su intervención en la posventa, que está dejando de ser un rubro tradicional para convertirse en un eje estratégico.
“Todos nuestros vehículos nuevos están conectados. Esto significa que el auto nos habla. Nos dice qué le pasa, cuándo, dónde. Y eso nos permite actuar antes de que el cliente siquiera lo note”, afirmó.

Ford ya cuenta con más de 550 técnicos certificados distribuidos en todo el país, muchos de ellos con el título de Senior Master, que implica 600 horas de capacitación específica. “El mecánico que conocíamos ya no existe. Hoy usan bata blanca, trabajan con computadoras y leen datos en tiempo real.”
La conectividad también redefine la relación con el usuario. “Tenemos una app que permite prender, apagar, agendar servicios y hasta coordinar el retiro y entrega del vehículo desde el celular. Y lanzamos el servicio móvil, que lleva el taller al cliente en su casa, en el pueblo o donde lo necesite.”
Para López, “la posventa, junto con la calidad, será el diferencial de marca en los próximos años”.
El ingeniero Gabriel Volpi, director de Capital Humano en Industrias Guidi, abordó un tema crítico: la reconversión del trabajo y la formación del nuevo talento industrial. “La escuela técnica está devastada. Las currículas no dialogan con la realidad productiva. Y la distancia entre lo que enseñan y lo que se necesita es cada vez mayor.”
Frente a esa brecha, Volpi fue categórico: “Si el Estado no la cierra, la industria tiene que hacerse cargo. Nosotros ya lo estamos haciendo.”

En Guidi reciben más de 900 estudiantes por semestre para visitas, prácticas y pasantías. “Nuestra planta de Zárate tiene un 40% de operarias mujeres. Manejan robots, grúas, hacen logística. Eso es apostar por una transformación cultural profunda.”
Pero también alertó sobre un cambio de época: “El joven de hoy no quiere quedarse diez años esperando un ascenso. No busca pertenencia. Quiere propósito. Y si no lo encuentra, se va.”
Volpi llamó a las empresas a no caer en el lamento. “No podemos seguir diciendo que los jóvenes no quieren trabajar. Hay que preguntarse qué estamos haciendo para motivarlos.”
El contador Fabián Sosa, director financiero de Nissan LATAM, fue directo: “Estamos frente a una metamorfosis. El consumidor ya no quiere poseer. Quiere usar. Es el modelo Netflix aplicado al auto.”
El leasing, la suscripción, las flotas compartidas y los vehículos bajo demanda son tendencias en crecimiento global. Pero Sosa advirtió: “Nuestra cultura financiera aún no está preparada. No tenemos el hábito de calcular qué conviene más. El auto propio sigue siendo aspiracional.”

A eso se suma la falta de marcos regulatorios y seguridad jurídica. “No hay incentivos fiscales, no hay legislación que respalde el uso compartido ni protección jurídica para el leasing. Así, los nuevos modelos no despegan.”
Pese a todo, afirmó: “Los cambios son inevitables. Y quien no se adapte, queda fuera del juego”.
Juan Martín Simone, CEO de Grupo Simone, puso el foco en el último eslabón de la cadena: el concesionario. “El cliente ya no quiere escuchar de precios, motores o promociones. Ya sabe todo eso antes de pisar la agencia. Lo que busca es experiencia. Y si no la encuentra, se va.”
La pospandemia aceleró el modelo omnicanal. “Hoy todo empieza online. El contacto puede ser por WhatsApp, redes o web. El showroom ya no es el lugar donde empieza la decisión, sino donde se ratifica.”

Simone remarcó que los concesionarios deben transformarse en nodos de carga eléctrica, servicio, entrega, asesoramiento y logística. “El desafío ya no es intermediar entre el cliente y la fábrica. Es integrarse con la marca y liderar la experiencia de punta a punta.”
Sobre las ventas directas y el modelo Tesla, fue claro: “El que logre articular marca, concesionario y cliente de forma integrada, va a dominar el mercado. El resto solo discutirá margen”.
El cierre estuvo a cargo del licenciado Federico Mc Dougall, socio líder de Deloitte Argentina. Con un diagnóstico económico global, alertó sobre cinco grandes cambios estructurales: menor crecimiento económico, fin del dinero barato, aumento del gasto militar, fragmentación geopolítica y transición tecnológica con desempleo joven.

“Los jóvenes ya no quieren auto, casa y familia como objetivos. Quieren movilidad, experiencias y flexibilidad. Y la industria tiene que leer ese cambio o va a perder la demanda”, afirmó.
Según Mc Dougall, “la demanda se desplazará hacia flotas, renting y servicios bajo demanda. El auto propio quedará para un segmento premium. Y ahí habrá una sobreoferta y una guerra de precios”.
“La próxima revolución no será de fierros ni de software. Será de modelos mentales. Y ahí es donde se va a definir quién sobrevive.”
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