La presión tributaria de las provincias es 48% superior a la del año 2000

"Devaluando solo han logrado aumentar la pobreza y las distorsiones macroeconómicas", afirmó el ministro de Economía. Para Luis Caputo, la competitividad se logra bajando impuestos; ya lo hizo con País y con la inflación; también redujo momentáneamente las retenciones y aumentó Ganancias al salario. Pero ahora le apunta a las provincias y los municipios, sobre las que ejerce una fuerte presión.

Según un informe del Ieral/Fundación Mediterránea, el peso del gasto en el PIB -que se financia con ingresos a falta de crédito- se ubica un 25%, "por arriba del nivel del año 2000 a nivel nacional, y un 21% en el conjunto de provincias" a pesar del ajuste.

"Dado que existe la imperiosa necesidad de mejorar la competitividad de la producción local" sin devaluar según el precepto nacional, "debe profundizarse la disminución del peso del Estado en la economía, para así liberar recursos que puedan utilizarse para bajar la carga de los impuestos más distorsivos, en los tres niveles de gobierno".

El planteo de los economistas Marcelo Capello, Nicolás Cámpoli y Juan Manuel López del Ieral, repasa cuánto aumentó la presión tributaria en provincias en el último cuarto de siglo.

"La presión tributaria efectiva en provincias aumentó un 54% entre 2000 y 2015, luego disminuyó un 4% entre 2015 y 2024, con lo que aún exhibe un incremento del 48% entre 2000 y 2024".

Añaden que "a nivel nacional, en 2024 todavía resulta un 44% mayor que la observada en el año 2000".

Los autores señalan que la mayor presión tributaria efectiva conjunta entre provincias y municipios, teniendo en cuenta tanto los tributos provinciales como los municipales, es la de Misiones con 12,9% del Producto Bruto Geográfico. Le siguen Tucumán (8,0%) y Buenos Aires (7,2%).

Entre las provincias más pobladas, Santa Fe es la mejor ponderada: Buenos Aires registra 7,2%, CABA 6,3%, Córdoba 6,2%, Mendoza 6,2% y "la invencible" -como suele repetir Pullaro- tiene una presión tributaria del 5,3% de su Producto Bruto Regional.

La clave del gasto

Según el informe del Ieral, el peso del gasto nacional en el Producto Interno Bruto "subió un 101% entre 2000 y 2015, bajó 38% entre 2015 y 2024 (la mayor parte del ajuste ocurrió en 2024) y aun así registra un aumento del 25% entre 2000 y 2024.

Por su parte, el peso del gasto provincial en el PIB "subió un 47% entre 2000 y 2015, bajó 17% entre 2015 y 2024 y denota un aumento del 21% entre 2000 y 2024".

¿Hay margen para que las provincias bajen el gasto y con ello se reduzcan los impuestos como Ingresos Brutos? En la lógica de la administración central sí; en la de provincias como Santa Fe -que entienden que la obra pública debe ser asumida por la gestión pública- eso no es posible.

El ejemplo está en las rutas: el abandono nacional cuesta vidas y dinero por el impacto en el sobrecosto logístico de la producción; las inversiones privadas aún son una incógnita.

En la lógica provincial, sin embargo, el gasto público sostenido supone no bajar impuestos con la consecuente pérdida de competitividad para la provincia "productiva". ¿Quién tiene razón? Las posiciones se sostienen, responde el futuro.

Las ventajas santafesinas

Al tercer trimestre de 2024, tomando la base de Producto Bruto Regional de la Cepal, los analistas del Ieral calcularon que la presión tributaria efectiva de Santa Fe es del 4,3%, por debajo del consolidado de provincias del 5,1% o de una economía equiparable como la cordobesa, del 4,7%.

El Ieral detalla además un gráfico que suma las tasas municipales para evaluar la presión fiscal. El marcador es en tal caso del 5,3% para Santa Fe, por debajo del 6,2% de Córdoba o del 6,3% del consolidado del conjunto de las provincias.

En lo que respecta a Ingresos Brutos y Sellos, siempre en base a datos de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales del ministerio de Economía, Ieral señala que la presión de Santa Fe (3,9%) es, una vez más menor a la del consolidado de provincias (4,6%) o a la de Córdoba (4,1%).