Todos los encuentros, salvo uno solo, se disputaron en aquella primera época de Diego, cuando todavía no era la gran estrella pero ya mostraba chispazos de su genio. Es que luego se fue a Europa y, cuando volvió al país en 1993 para ser jugador de Newell's, tanto rojiblancos como sabaleros estaban en el ascenso.
Más tarde llegó la oportunidad de verlo por última vez frente a un equipo santafesino. No fue en nuestra ciudad, sino en Buenos Aires, pero el destino quiso que fuera en un partido muy especial. En octubre de 1995, Maradona volvió a ponerse los colores de su amado Boca Juniors, y La Bombonera se llenó para palpitar su regreso. Como rival estaba justamente Colón, que ese año había logrado subir a la máxima categoría. Fue 1 a 0 a favor del local con gol sobre el final de Darío Scotto, aunque el sabalero dio lucha en esa fiesta.
Pero la historia de Diego con los clubes santafesinos no es menor, puesto que son a dos de los equipos que más goles les convirtió en su carrera en Argentina: a los dos les hizo 8 tantos. Y esos recuerdos seguramente estarán guardados en la memoria del "10'' y en la de los privilegiados que pudieron presenciarlos.






