El año pasado, en Altos del Valle, una veintena de perros murieron intoxicados. Ese fue el caso más resonante, pero según la Asociación de Defensa de los Derechos del Animal (Addera), fueron cerca de 80 los afectados en distintos barrios en 2006.
En los últimos días, la situación volvió a repetirse, aunque en menor escala. Dos perros fallecieron por envenenamiento en Candioti Norte y un gato y otros dos perros en República del Oeste, precisamente en la manzana delimitada por las calles Saavedra, San Lorenzo, Obispo Gelabert y Santiago del Estero.
"El miércoles pasado a las 7 de la mañana, mi hijo de 10 años sacó a pasear a Olivia -una golden retriever- y a pocos metros de casa murió tras lamer algo que encontró tirado en el cantero de un vecino", relató Mariana Borrás, una de las afectadas.
El perro tuvo convulsiones y murió cinco minutos después de encontrar el hueso. La necropsia determinó que falleció por envenenamiento y, aunque se desconoce el nombre de la sustancia porque aún no están los resultados de los últimos análisis,"el veterinario sospecha que pudo haber entrado en contacto con algún fosforado en altas concentraciones y dijo que una gota de eso se usa para matar a un caballo", afirmó.
Borrás no sólo está dolida por la muerte del animal sino preocupada por la presencia de veneno en la vía pública. "No fue un accidente, fue un acto deliberado y cruel que pudo terminar con la vida no sólo de cualquier otro animal sino de una criatura que jugara en el lugar o de alguno de nosotros. Cualquiera que hubiese estado en contacto directo con lo que consumió la perra hubiese tenido similar desenlace", dijo la mujer, que radicó la denuncia en la comisaría 3°.
Motivaciones y consejos
La muerte de animales por envenenamiento muchas veces son intencionales y motivados por la intolerancia de ciertas personas que se molestan porque algunos perros son agresivos, ensucian las veredas o simplemente porque deambulan por el barrio.
Para la presidenta de Addera, Margarita Ponce Aragón, la gente que envenena un animal tiene "una mente enferma" que "no piensa los alcances que puede tener su acción".
Para intoxicarlos suelen utilizarse "elementos fosforados e incluso, cada dos por tres, nos encontramos que utilizan estricnina, que está totalmente prohibida porque no sirve para nada, excepto para causar la peor de las muertes", dijo Ponce Aragón.
La presidenta de la Sociedad Santafesina Protectora de Animales, Lorena Arbe, sostuvo que "usan la práctica de envenenarlos porque no hay forma de comprobar quién fue" y aconsejó que "hay que tratar de no sacar los perros cuando hubo un caso de intoxicación de animales en el barrio" o, como sugiere Ponce Aragón, hay que "colocarle correa y bozal y no dejarlo comer nada de la calle".
Arbe recomienda denunciar cuando un perro ha sido intoxicado "porque se tiene que hacer una investigación, sobre todo por los chicos que andan en la calle, y para que quede un registro en caso de que pase algo peor".
Por último, las presidentas de ambas entidades recomiendan a la gente que tiene animales asumir con responsabilidad su cuidado y salir a la calle con "la palita y la bolsita" para respetar al vecino y evitar eventuales problemas.






