Teresa Pandolfo
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El gobierno de Hermes Binner, al término de su tercer año de mandato, ha producido un hecho editorial singular: la reedición completa de la obra del jesuita Florian Paucke, que partió de Europa en 1748 y habitó el territorio nacional hasta 1769, año en que volvió, expulsado, al igual que sus compañeros de la Compañía de Jesús, por el rey español Carlos III.
La obra misional de Paucke se desarrolló primordialmente en la reducción de San Javier, en territorio santafesino. Estuvo 18 años en la Paracuaria, entre indios mocovíes, y a su regreso al Viejo Continente, dejó 1.146 páginas de memorias referidas a nuestras tierras; 104 acuarelas encuadernadas, 10 rollos de telas de “gran tamaño”, también pintadas, 18 bocetos, 7 tarjetas postales y 19 juegos de naipes pintados con pájaros de especies de la región.
La obra editada por la provincia mantiene la traducción de los textos realizados con anterioridad por Edmundo Wernicke; la producción pictórica registra los colores originales de las láminas y telas, habiendo sido tomada directamente del Monasterio de Zwettl (Austria), donde se las guarda.
No es la primera vez que el legado de Paucke es editado; sólo que en esta ocasión se ha concretado en forma casi completa. Las memorias están compendiadas en un CD -originariamente comprendieron 6 tomos-, que se agrega a un libro, en formato tradicional, con las acuarelas que ilustran la vida diaria de los mocovíes, escenas de la reducción de San Javier, la flora y la fauna de la región, acompañadas por las observaciones y referencias efectuadas por el jesuita.
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